En la contradicción del momento, siento que debería despedirme de este año que ni si quiera se merece unas palabras. En estos capítulos imaginarios en que dividimos nuestra vida llamados años, el del 2016 será un enorme agujero negro, un vacío en casi su totalidad. No tengo sensación de haberlo vivido, casi todas mis experiencias se reducen a meses de nada, solo a una infinita y desesperante espera.
Haciendo uso de esa memoria mía, cada día más esquiva, recuerdo haberlo recibido feliz allá en Filipinas, en mi Asia querida, en ese continente que nunca me había dado otra cosa que alegrías. Un buen comienzo en ese afán mío por seguir descubriendo y maravillándome con este inabarcable planeta. Acabó en desgracia. Hacemos lo posible ignorarlo pero vivir también es esto. Errores, accidentes y pesadillas que deseáramos que nunca hubieran pasado y que sin embargo ocurrieron.
Conseguir normalizar lo irreversible es parte de los poderes del tiempo, esa medida abstracta de relativización y cura. He tenido que enfrentarme a muchos fantasmas este año y casi siempre he salido perdiendo. Queda el cariño y la paciencia de los que te quieren, la única receta que conozco para sobrellevar los insospechados giros de la vida.
En situaciones así, se mira a los ojos al 31 de Diciembre con la esperanza de que la caída del día venga acompañada de un futuro distinto. �Ha sido una mierda, pero ya pasó. 2017 será un año mejor�. Me habría encantado haber podido dejar cerradas esas tramas abiertas, pero no todos los capítulos se pueden sellar con un giro de hoja en el calendario.
Aún quedan mucho a lo que enfrentarse en este año que recién nace pero he recuperado el ánimo suficiente para hacerle frente. He aprendido mucho de muchos de vosotros, tantos luchadores valientes y anónimos que seguís peleando contra las vicisitudes de la vida. Soy optimista por naturaleza, pero vivir no siempre es fácil. Es normal. Nos hemos olvidado que vivir es una lucha constante, que tenemos que ganarnos cada día el derecho a respirar y a sentir nuestro corazón latir. No sé que nos deparará este nuevo capítulo, pero una cosa es segura. Pienso encararme con él. Porque este año venga lleno de buenas vivencias. Pero sobre todo, pase lo que pase, que tengáis la fortuna de sentiros rodeados del cariño y amor de los vuestros. Luchad por ser felices, merece mucho la pena.
Feliz 2017.
Te deseo el 2017 que te mereces. Uno lleno de sonrisas, alegrías, buenos momentos por el mundo y mucha felicidad. Te lo deseo muy y muy fuerte y te mando mucha energía bonita. Mi «puto año de mierda» fue 2011, pero quedó atrás y ahora me rio en su cara y me quedo con lo aprendido. Pronto nos tomaremos una San Miguel y le haremos un corte de mangas a tu 2016! Tengo ganas de verte :* Si pasas por Barcelona durante el primer trimestre de 2017… 😉
Te quiero!
Te lo digo también por aquí: que el 2017 sea un gran año, que puedas dar portazo lo mejor posible a lo que empezó en 2016, y que sabes que te quiero.
Un abrazo y a luchar!
Ali
Ignacio, la vida es como el senderismo, si todo fuera llano sería fácil pero aburrido, lo que hace grandes a las montañas es el reto de subirlas; en el 2016 la cuesta se te puso muy empinada pero aquí estás despidiéndolo con un corte de mangas, seguro que en el 2017 todo lo verás mucho mejor.
Ignacio, eres una de las personas más humanas que he conocido en «este año de mierda», como lo has llamado. Sólo tuve la ocasión de disfrutar contigo un fin de semana pero es fácil descubrir la bella persona que eres en pocos días. Espero que esa espera acabe en 2017 y que el 31 de Diciembre de 2017 lea en este mismo blog que todo quedó atrás como una desagradable pesadilla.
Espero poder seguir conociéndote este 2017 que está apunto de llegar. Muchos éxitos y no cambies tú, pero cambia este «año de mierda»
Un abrazo
2016, del cielo a los infiernos y de ahí al purgatorio, extraño recorrido que bien merece la pena ilustrar con las reflexiones que has escrito aquí, a modo de resumen. Visión directa, sin rodeos ni palabras vanas. Año de mierda, como en alguna ocasión te escuché llamarlo, cada cosa por su nombre. Reflexiones que compartes en estas lineas, muy acertadas a mi entender y explicadas con una narrativa inmejorable, de esa que sale de las tripas.
2017, esta por ver cómo se presenta pero lo veo prometedor, con muchos objetivos que cumplir. Ten paciencia (si es que aún no la has agotado del todo, que fácil es decirlo desde fuera) y ve paso por paso. Espero que lo empieces genial y nos veamos pronto!
Un abrazo!!!
Te deseo un año 2017 muy feliz. Besitos.
Te entiendo. Perfectamente, pues podría definir mi año del mismo modo que tan bien has definido el tuyo. En mi caso, los problemas no los he tenido yo directamente, pero sí mi pareja. Y aún no hemos cerrado esa etapa. Entiendo lo que es sentirse en pausa y a la vez desear con toda el alma disfrutar de cada momento. Espero que el Año Nuevo nos lo ponga un poco más fácil. Y mientras, seguiremos luchando. Y disfrutando de cada momento que sea posible hacerlo.
Hola,
Me he parada a leer tus textos y sobre todo a ver tus preciosas fotografias. No te preocupes por el «año de mierda», a todos nos toca uno de vez en cuando y el 2016 ya pasó, ahora a seguir mirando al frente y a comerse el 2017 con ese objetivo
Un saludo,
Emi
Ánimo con el 2017!!! Seguro será mucho mejor!!!
Hay luz de nuevo en tu mirada, aunque ya siempre lleves contigo esa sombra lejana… pero dicen los que saben que de eso estamos hechos, de luces y sombras, orden y caos…
Cómo sea…. Que todo lo malo quede atrás y puedas volver a decepcionar a todos aquellos que crean que llegados a una edad es hora de sentar la cabeza!!!
Abrazos!!!
«Vivir no siempre es fácil» y a veces cuesta un mundo lidiar con los malos tragos. Frente a ello solo podemos dar lo mejor de nosotros mismos en un intento de equilibrar la balanza. Que le den al 2016. Lo pasado, pisado. Ya sabes que te deseo lo mejor. Ahora y siempre. 365 abrazos por adelantado
Muy buenas compañero,
Me siento identificado completamente con este artículo tuyo, el 2016 fue bastante aciago conmigo y no veía la hora de que terminase. Encaro este 2017 con mucha más ilusión y alegría que nunca, con la determinación de que nada me pare para que no se repita lo acontecido en los dos últimos años.
Mucho ánimo y fuerza.