Con la llegada del alba, en esas últimas horas que me aguardaban para completar el recorrido, el dolor de las articulaciones, los quejidos de la rodilla, los tendones machacados y la incapacidad de mover la ingle sino con un punzante dolor, se llevaban con otro ánimo. Siempre costaba ponerse en marcha, calentar esa máquina llamada cuerpo que me había empeñado en maltratar, pero las fuerzas brotaban de la proximidad, de la cercanía. No iba a rendirme cuando faltaba tan poco para completar el recorrido, para culminar con éxito el recorrido circular de Carros de Foc.
La ausencia de nubes redondeaba además una mañana preciosa. El sol ya despierto, seguía sin aparecer, elevándose en nuestra búsqueda, mirando por los recovecos que le dejaban los picos rocosos más cercanos, permitiendo una subida en sombra, en el agradable frescor de la mañana. Porque si, la última etapa, la que abandonaba el Refugi d�Amitges, comenzaba de nuevo con una subida entre rocas moteadas con neveros. El Port de la Ratera y el Collado de Sendrosa serían las dos últimos desniveles que habría que salvar antes de descender finalmente al Estany de Major de Colomer y auto regalarme el diploma de prueba superada.
Llegado a este momento, cinco días después, había muchas cosas que ya sabía que había hecho mal. Había tenido cuatro días para descubrirlas y pagar las consecuencias. La más evidente, en mi no preparación de la ruta había sido el exceso de peso y eso en los más de nueve mil metros de desnivel acababa pasando factura, por mucho Trancos que se crea uno. Así pues, si pudiera darte un consejo, solo uno, sería este. Deja casi todo antes de partir y no mires atrás.
Un poco de investigación lo habría solucionado. Los refugios (que hay que reservar antes de poner siquiera un pie en la ruta o te verás bajando a horas intempestivas y con el cansancio en caso de encontrarse completos, hacia el pueblo más cercano) tienen suficientes mantas para evitar que pases frío durante la noche (yo hice el recorrido en Julio) así que el saco no es necesario. Como mucho un saco-sábana si eres más escrupuloso que lo que una ruta de media y alta montaña requiere.
El otro peso pesado en la montaña es la comida. Si, llevar comida para cinco días, aunque sean lonchas de mortadela ocupa bastante. Olvídate de latas. La opción más obvia es coger el alojamiento en los refugios con cena y desayuno. Es un poco más caro, pero tus piernas, tu espalda y tu ser en general te lo agradecerán. Una opción que ni siquiera consideré y fue un craso error, fue encargar picnic en cada refugio para la comida del día siguiente. No lo consideré porque en mi ahínco por hacer de Carros de Foc mi ruta peor preparada, ni siquiera me enteré de que existía esa opción y cuando lo descubrí, ya era demasiado tarde y ya portaba en la mochila el que habría de ser mi sustento para las horas de comida en mitad del camino.
Podría haber dejado la comida en el refugio a modo de donación para los siguientes caminantes, pero una parte de mi necesitaba sentirse responsable de mis decisiones, así que cargue con ella durante cinco días. Si, acabó sobrando. Para los más inteligentes bastaría con una buena dosis de barritas energéticas, chocolates y frutos secos para ir recargando las pilas en las paradas. Eso y una buena cantimplora de agua. El agua es esencial y creedme en las subidas de la muerte por las tarteras del demonio a pleno sol se acaba más pronto de lo que tus previsiones más optimistas podían prever.
En lo personal, mi tercer error fue el equipo fotográfico. Es obvio y más allá de todo razonamiento lógico que soy incapaz de renegar del trípode (gracias por ese momento de lucidez en que decidí invertir en uno de carbono), pero no hacía falta que llevara todas las lentes conmigo. De hecho el 70-200 y el 14-24 apenas los usé. Creo que ya puedo apañarme en casi cualquier circunstancia con el 24-70mm� y si, estamos hablando de unos 3 kilos de ahorro.
Por último, aunque sea una lista bastante evidente, los imprescindibles deberían ser un buen calzado. No solo por lo que es caminar en media y alta montaña, sino porque muchas veces el recorrido es impracticable y te verás saltando de piedra en piedra. Una receta perfecta para los esguinces de tobillo. También ten en cuenta que yo, haciendo la ruta en mitad de Julio, me encontré con nieve en muchos tramos. Que cada uno saque sus conclusiones. Y aunque parezca una madre, no os olvidéis de la crema solar. Y no os lo digo solo porque subestimara la verticalidad del sol en pleno Julio en Pirineos y acabará ya el primer día rojo como un carabinero a la plancha. No. Para nada.
Lo cierto es que todo eso lo pensaba en cada paso cuesta arriba, pero una vez alcancé el Collado de Sendrosa y solo restaba el descenso perdí las prisas por acabar. Me quedé sentado allí, sobre el césped, viendo el valle a mis pies, durante más tiempo del que puedo recordar, deleitándome con la vista. Al fin, después de haber sudado la gota gorda para acabarlo, me iba a dar pena alejarme de la montaña hasta la próxima ocasión. Las agujetas y los dolores remitirían, pero los increíbles paisajes, esos me los llevaría conmigo y no iba a permitir que se perdieran en el olvido. Además, que demonios, lo había conseguido. Podía estar orgulloso de mi mismo, a pesar de haber hecho el entrenamiento del tortuga duende con unos cuantos kilos de más, había conocido una parte del Pirineo realmente preciosa.
Hay muchas cosas que me gustaría hacer en la vida, y adoro muchas de las que hago y las oportunidades que tengo pero me encantaría tener otra vida para dedicarla únicamente a poder patear la montaña. Probablemente sería tremendamente feliz.
Más info: Carros de Foc | Refugi Amitges | Refugi Saboredo | Refugi Colomers | Reservas
Galería de fotos: Etapa V | Carros de Foc
Estoy segura de que si tú te propusieras dedicar tu vida a patear la montaña, lo conseguirías. Absolutamente convencida. 🙂
La montaña es así: traicionera y sublime a partes iguales.
Me ha encantado el paseo fotográfico y la crónica asociada. Aparte de unas fotazas espectaculares, te has llevado un curso acelerado de senderismo pirenaico, espero que lo asimiles para el próximo, porque hay muchos más esperando… tic tac.
Gracias también por la información, ya me está haciendo «run run» en el estómago esa ruta, aunque tengo un Camino de Santiago a medias en la agenda que tengo que acabar primero.
Un saludoT
Increibles las fotos, estoy en la oficina trabajando y no paro de imaginarme alli. voy a ir alli a ver esos paisajes en persona gracias a tu blog
Gracias por compartir tu experiencia y magníficas fotos!
Me han encantado tus relatos.