Ni que hubiera que justificarse, Londres se merece todas las visitas que uno quiera hacer, pero hace ya casi un año que pasé por allí por última vez, y aún me quedaban en el disco duro unas cuantas fotos llenas de morriña por unos días soleados. Londres puede ser muy miserable cuando los cielos plomizos y lluviosos se instalan impunemente y sin intención de moverse en esos días claustrofóbicos que solo piden dejar pasar las horas bajo el edredón o una manta en el sofá.
Sin embargo, con el buen tiempo la ciudad vuelve a vibrar y hay un montón de paseos y de actividades al aire libre que descubrir. Una de mis recomendaciones suele ser los mercados del Este, un poco más allá del reconstruido y remodelado Spitafields, que sigue teniendo encanto y además está techado, cosa que te permite al menos llevarte un mordisco del shopping londinense.
Pero el ambiente entre Brick Lane, Shoreditch y Hoxton no es solo para la noche y durante los fines de semana se inunda de gente. Es una excusa perfecta para un plan de media mañana. Pasear por calles inundadas de curiosidades y puestos de comida, parar a tomar un café al sol tibio y agradecido y recorrer sin cansancio las nuevas tiendas de diseño y tendencias. No está mal hacerse una idea de las tendencias que pueden surgir de Londres y sin duda la ebullición creativa del Este es una buena manera de hacerse una idea.
Una de mis cosas favoritas era investigar que iba a pasar en la ciudad los fines de semana. Era un absoluto adicto al Time Out donde especialmente a partir de primavera todas las cosas que suceden en la ciudad son absolutamente inabarcable. Muchas de ellas festivales callejeros que mezclan tradiciones populares (que no tienen porque ser inglesas) con espectáculos. Muchas de ellas completamente gratuitas. Si alguna vez vais a Londres, echadle un ojo a la revista y podréis tener un buen break de las paradas clásicas en la visita a la ciudad.
Así descubrí que justo detrás del Southbank había una enorme feria de chocolate que sería el más terrible de los castigos para los golosos, donde gran parte de vendedores y proveedores buscaban sin piedad ninguna el paladar de los pobres y sufridos transeúntes.
Emprendedores españoles en plena feria del chocolate inglés. 🙂
O también un poquito más alejado del centro, uno de esos eventos que sacan a todo un barrio a la calle a simplemente pasárselo bien. El Kite Day de Streatham, ya convertido en una tradición anual en la que los vecinos quedaban para pasar un día con la comunidad con la excusa de hacer volar cometas.
Si, una quedada masiva de cometas, muchas de las cuales nunca llegan a elevarse ni un palmo del suelo. Uno de esos días llenos de peques corriendo sin desánimo y sin éxito en su afán de elevar sus juguetes en el aire. Uno de esos días en que los padres acaban con los riñones doloridos de recogerlas del suelo e intentar que vuelen. Uno de esos días que juntan a toda la multiculturalidad de la ciudad en torno a la diversión. Uno de esos días que adoro.
Y si, además había competición oficial donde la exhibición de cometas gigantes te dejaba sin aliento, y cuando el viento soplaba favorablemente se dejaba todo, absolutamente todo, cervezas incluidas, para elevar las cometas en el cielo y llenarlo de colores. Genial.
En mis días de Londinense adoptado, siempre acabé viviendo por el Oeste de la ciudad, en los aledaños de Hammersmith y Earl�s Court. No es una zona tan vibrante como el Este, es más tranquila y residencial y probablemente si no vivieras por allí no habría muchos motivos para arrastrarte allí, pero reconozco que tenía muchísimo encanto.
No en vano eran muchos los australianos y neozelandeses los que la habían escogido para vivir. Cómoda, tranquila, con muchos jardines para hacer barbacoas (requisito imprescindible para los oceánicos) y también con el río a tiro de piedra. Y sí, aunque no muchos lo saben es uno de los mejores lugares para despedir la tarde. Con una buena hilera de pubs para agarrar tu London Pride antes de que anochezca.
¿Será que al final estemos donde estemos, por muy grande que sea la ciudad, lo que nos gusta es la vida de barrio? Pues claro.
Una ciudad inmensa y cada uno con su pedacito de Londres vuelve cambiado, habiendo dejando algo en sus calles y habiendo recibido algo.
Mi experiencia fue más del Sureste, con los negros e hindúes de Peckham, con la vida de Camberwell y el universo maravilloso de Brixton. Me hice un hombre por New Cross y Deptford (con la mejor High St de todo Londres, según fueron premiados) y no me refiero sexualmente: terminé una carrera universitaria en el Goldsmiths College y pude comprobar como beben los jodios ingleses en Student´s Union y sus legendarias Sandwich Parties. Allí fue cuando me hice hombre librepensador, con opinión propia, jate tú, en otro idioma tuvo que ser.
Londres es una ciudad maravillosa y terrible, acogedora y traicionera… Injustamente acusada de tener un mal tiempo, que si que lo tiene, pero para mí lo peor es la falta de Sol y lo rápido que anochece en muchas épocas del año.
Gracias por hacerme recordar.
Pues claro! ^_^
Nice!!
Razones para volver… o para ir por primera vez como es mi caso.
Saludos
Grandes razones y hay que añadir la nueva expo sobre Bowie!
Yo tengo 1000 razones para volver a Londres, me encanto, estoy deseando volver¡hay tanto para ver!
buenas fotos, como siempre. 🙂
cuando vivía allí siempre decía que la ciudad se transformaba completamente cuando salía el sol, parece como que hasta le salgan los colores a los edificios y a todas las cosas, has de estar allí para comprobarlo, grandes fotos, saludos!
Volvería ahora mismo de visita (y ya sería la cuarta…). Sin duda tiene un encanto especial, quizás difícil de explicar, pero en este post creo que con esas fotos tan chulas y el texto como siempre tan fresco y cercano, lo has explicado a la perfección. Gracias por transportarnos hasta allí de nuevo:-)
Maravillosas las fotos y muy acertadas las razones para disfrutar de la ciudad.
Las fotos bellas pero lo que más me gustó fueron tus descripciones. Hoy en día son muchos los blogueros que son excelentes fotógrafos pero pésimos escritores, asi que encantada de que seas ejemplo de excelencia en ambos ámbitos.