El puerto estaba de fiesta. La gente se apelotonaba a lo largo de su paseo en medio de puestos de comida, bebida, música y atracciones de feria de lo más clásicas. Era quizás una de las citas anuales más importes de Hamburgo. Se celebraba nada más y nada menos que el cumpleaños del propio puerto y hacían bien en festejarlo por todo lo alto, no solo por el cariño que le pudieran tener sino porque sin el Hamburgo no existiría. Resumiendo, le debían la vida.
Gracias a él, a orillas del Elba, Hamburgo prosperó como ciudad. La localización de Hamburgo es excelente. El Elba desemboca en el mar del Norte y no está muy alejado del Mar Báltico, que controlaba Lübeck, así que estaba en mitad de las rutas comerciales del Norte de Europa. Desde Rusia hasta Inglaterra, pasando por todos los países escandinavos.
Fue precisamente la unión de estos dos puertos, el de Hamburgo y el de Lübeck, en el siglo XIII la que marcó el comienzo de la Liga Hanseática, que habría de controlar el mercadeo del Norte de Europa. Era en otras palabras, una asociación de hansas. ¿Y que eran las hansas? Básicamente, una agrupación de mercaderes. Así los mercaderes de cada zona se agrupaban en su propia Hansa y luego la Liga se encargaba de coordinarlo todo.
(Hora de comer. ¿Donde dejamos el menhir?)
¿Y esto para que valía? Pues para ayudarse mutuamente, favorecer el comercio y crear convoys que les permitieran protegerse en su tráfico marítimo de vikingos y derivados. También, según se fue haciendo más y más poderosa, también sirvió para crear un monopolio en toda la ruta comercial del Norte. Tan importantes fueron las hansas que hasta la línea aérea más importante de Alemania la incorpora en su nombre. Lufthansa, la hansa del aire (o hansa aérea).
Dejando a un lado estos detalles históricos y los pulmones que hay que tener para soplar las 823 velitas de la tarta del cumpleaños del Puerto, el ambiente era inmejorable. Buen tiempo (bueno, aceptable, pero para ser el Norte de Alemania cualquier cosa que no sea un chubasco se considera estupendo y como no llovía y hacía un atardecer de ensueño lo podíamos incluso denominar glorioso), mucha música en vivo, salchichas y glühwein a mansalva, dulces y bizcochos de esos que los alemanes tienen la receta secreta y bordan, perturbadores muñecos de maíz gigantes e incluso algún que otro pirata.
(El perturbador muñeco de maíz gigante. Terrorífico)
Pero sobre todo había muchos muchísimos barcos. El propio puerto de por si es impresionante, y no me refiero sólo a la parte que se puede caminar (de unos 3 kilómetros), sino que allá donde alcanza la vista se pueden ver grúas para mover contenedores. El Segundo puerto más grande de Europa y el Noveno del Mundo, la puerta internacional a Alemania. Si alguna vez tenéis la posibilidad de hacer un recorrido en barco por él, recuerdo merecía la pena.
Mi idilio con Hamburgo venía de la época de Erasmus, que viví mucho más al sur de Alemania y desde donde me escapé un par de veces para disfrutar del ambiente del Norte. La recuerdo encantadora y con una vida nocturna envidiable. Seguro que muchos de los que hayáis pasado por allí lo sabéis. Sin embargo en esta ocasión no tuvimos todo el tiempo que nos hubiera gustado para visitarla, así que nos tuvimos que conformar con el ambientazo del Puerto, que tampoco estaba nada mal.
Y si no que se lo digan a mis acompañantes, Zai y Carmen, a las que se les torcía la mirada en un acto reflejo cada vez que nos cruzábamos con un grupo de marineritos venidos de lo largo y ancho del mundo a atracar en el puerto para la ocasión. Por allí había cruceros, trasatlánticos y sobre todo gigantescos veleros, que abrían sus puertas para la ocasión al público. Grumetes y lobos de mar entremezclándose con la gente. Desfile de barcos por la desembocadura convirtiendo al Elba en un museo móvil. No era mala manera de comenzar este nuevo minubetrip por estas latitudes. Norte de Alemania, terreno hanseático, ¡¡allá vamos!!
Parte del Minubetrip por el Norte de Alemania, Mayo 2012
Muy buenas fotos, si es que sabes sacar unos colores como nadie. 🙂
Te odio por tu dominio de la hora azul/hora dorada xD
Por cierto, en alemán puerto se escribe Hafen, tu álbum en flickr está mal escrito 😉
AC jarit, gracias!
Ramón, muchas gracias.. y eso que aquí no tenía el trípode. 😛 con respecto a Haven/hafen, en la web lo ponen con f: http://www.hamburg.de/hafengeburtstag/ supongo que será por mantener su forma antigua? (supongo, pero no tengo ni idea). 🙂
La forma correcta es con f (por lo menos ahora), es sólo el título de tu álbum en fkickr donde está mal 😉
http://www.flickr.com/photos/ignacioizquierdo/sets/72157629941955092/with/7287851500/
Un saludo crack!
Siempre es con f. Así que nada, a mi ni caso… menudo topo estoy hecho. Tengo que empezar a dormir más! jajaja!! 🙂 Corregido y gracias!!
Hola IGnacio!
Tu blog está genial, me encantaria afiliarlo en mis sitios webs de Turismo y por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiarnos ambos con mas visitas.
me respondes a munekitacat@gmail.com
besoss!
Emilia
Haaaamburg! Cierto! Recuerdos Erasmus grandiosos… incluido el desayuno en el Puerto. Ojjjj
Precioso reportaje, como siempre. Llevo dos años y medio viviendo en Hamburgo y me ha encantado la forma en la que percibes la ciudad.
Me paso largos ratos leyendo tu blog, qué fotazas! Si en algún momento subes otra vez por aquí, avísame y nos escapamos a hacer algunas fotos juntos!!
@JR, pues acabamos de volver de Alemania, aunque mucho más al sur desde Frankfurt hasta Múnich!! Hamburgo me encantó, espero poder volver con más tiempo!! 🙂 A ver si coindicimos!!!