Es una máxima. Hay pocos lugares mejores que Londres con sol. El cielo limpio sobre Covent Garden, la City o Trafalgar Square es suficiente para darle a la ciudad una vida callejera digna de envidiar. En los parques brotan la gente, se suceden los picnics y no quisieras estar en ninguna otra parte del mundo. ¿Como perderte ese buen ambiente? ¿Cómo no ser parte de él?
Así nos recibió Londres, con un tiempo increíble, el primero de los días de sol de esta primavera verano. Uno de esos días en que las terrazas y los pubs se llenan bullendo de actividad y durante unas horas gran parte de la ciudad se para. Alguno nos contaba que les habían dejado escaparse del trabajo para hacer un poco de social life al calor del Lorenzo. Total en la oficina lo único que iban a hacer sería mirar por la ventana. El sol, la principal amenaza contra la productividad alrededor del Támesis.
Pues si, volví a Londres mucho, quizás demasiado, tiempo después. La última vez que pisé sus calles lo hice para despedirme de mi vida durante casi 18 meses hace ya más de tres años. Así que ya había ganas de volver a tomarla al pulso, volver a sentirla. Ver si mantenía la energía intacta o si los años habían hecho mella, como nuevas arrugas en su piel.
Mucho me temo que esta Londres nos enterrará a todos. Se conservaba estupendamente y casi en el mismo instante en que pusimos el pie en la estación de Victoria se me agolparon los recuerdos y me invadió una nostalgia que al contrario de lo que pudiera resultaba bastante agradable. Volvía a casa. Al menos a una de ellas.
Acompañado por Mauro, Victoriano, Joan y parte del equipo de Vibo Viajes, sólo teníamos una cosa en mente. Hacer cuantas fotos pudiéramos en tres días de la ciudad. Y como cantidad no implica calidad, Londres estaba dispuesta a ayudarnos haciendo de buen modelo. No había tiempo que perder.
Para los nuevos visitantes a Londres la personalidad londinense puede resultar un poco confusa. Hay que aprender a entender su fina ironía, que inunda cada metro. Todo es susceptible de bromear aunque no se mueva un músculo de la cara para aclararlo. ¿Este comentario del policía sería en serio? ¿Y el del conductor del Tube? ¿Y el del autobús? Solo de vez en cuando un pequeña curvatura en la comisura del labio dejaba entrever la verdad. Ya se trabaja demasiado en como para no tomarse la vida con humor. Siempre adoré esos pequeños guiños.
No todo se mantiene, muchas cosas siguen cambiando. La City sigue en obra permanente, mutando hacia un complejo de rascacielos cada vez más sorprendentes, redefiniendo el skyline de la ciudad y creando como no puede ser de otra manera controversia con cada nuevo despunto sobre el cielo. Ahora los ojos están puestos en la nueva pirámide del London’s Shard que gobierna, cual monte del Destino con el ojo de Sauron encima, toda la orilla sur de la ciudad.
(miedito da…)
Otros lugares, antes más emblemáticos van cayendo en la más lenta de las apatías. Como la cada vez más triste Camden Town, que ya ha sucumbido al turismo más despiadado, vendiendo la personalidad que una vez tuvo y volviéndose cada vez más rancia y antipática. Despierta Camden, reacciona o serás un lugar a evitar.
Lo mismo decían del East End, donde las tiendas de ropa usada se han cambiado por ropa exclusiva de diseño y el mundo alternativo que mezclaba tendencias con comida hindú, va llegando a uno cada vez más moderno, pero yo reconozco que me sigue encantando echarme una cervecita en alguno de los cómodos sofás de los garitos pseudodecrépitos de Brick Lane, Hoxton y Shoreditch. Pero claro, está muy cerquita de la zona olímpica y la subida de status está siendo meteórica. Lo cual deja dos dudas: la primera el que pasará tras las olimpiadas y la segunda que otra parte de la ciudad se está convirtiendo en el nuevo reducto de los creativos menos reconocidos, menos pudientes y con más ganas de comerse al mundo. Las noticias al respecto nos augurarán un futuro apasionante para la ciudad.
Las olimpiadas siguen siendo objeto de debate. La mayoría piensan que no se llegará a tiempo, pero la práctica nos dice que al igual que una función de teatro, de la manera más inexplicable todo acabará saliendo adelante. Aunque claro haciendo una imitación madrileña, hay muchas partes en plena reconstrucción. El lavado de cara de la ciudad va a ser considerable (se termine antes o después de las Olimpiadas).
Si no siempre queda atenerse a los clásicos. Subirse por los cielos en el London Eye o pasear por la orilla sur del río, con la obligatoria parada en el Borough Market a zampar carne de avestruz, ostras y vieiras, quesos de la región o deleitarse con vinos, ensaladas, frutas, pescado y verduras.
Así que entre unas cosas y otras la crisis parece que ha pasado de refilón por allí. Las zonas de compras: Oxford Street, Carnaby Street, Seven Dials…, siguen llenas, el centro sigue plagado de turistas, hay movimiento en las empresas y alucinan con las noticias que les llegan de España.
Es esta una radriografía inexacta e incompleta. Ojos que vieron Londres con benevolencia, contaminados por el cariño que le tengo a la ciudad. La eterna ciudad de paso, donde muchos solo estuvimos de paso y donde aún así, aún quedan caras conocidas que se alegran de verte. ¿Y ahora? Ahora solo resta esperar a que nuestros caminos se crucen de nuevo. Espero que no tarden.
(No se pierdan el video que nos hicieron la gente de Vibo Viajes, y además pasen y vean como vieron Londres Joan, Mauro y Victoriano)
Link: Vibo Viajes
Cuando se viaja tanto o cuando se ha vivido tanto se tienen casas por todos lados 😉
Vaya lujazo de entrevista Ignacio! Las dos últimas fotos son brutales!! Desde dónde las tomaste?
Saludos!
Geniales fotos!! Me ha gustado mucho el video 😉
Que estupenda entrada, me ha recordado el viaje que hice a Londres en septiembre.
¡Ains, qué recuerdos! Justo ahora acabo de volver del noroeste de la Gran Bretaña, y me he pasado todo el viaje recordando mis estancias en Londres. ¡Qué diferentes són la capital y el Countryside!
Ah, y todavía me río al recordar aquella fria y húmeda visita nocturna que hicimos al Syon Park. Fue «awkward» y «awesome» al mismo tiempo 😛
Me han encantado tanto las fotos como el video.
Un abrazo!
Ganas de volver 🙂
Me han encantado tus palabras de rencuentro con la ciudad. Esta ciudad está siempre en constante cambio pero, al mismo tiempo, sigue siendo siempre la misma.
Saludos
Jope.Qué recuerdos! volvería a Londres ahora mismo (y eso que ya he estado 3 veces!)
El video, fantastico, eres tú en estado puro 🙂
Genial entrada! La verdad es que como comentan dan ganas de volver, preciosas las fotos!! y simpaticas la del caballo y la peluquera
Ayy.. London, London. Hay que echar la vista atrás, sí señor…
El vídeo, muy Izquierdo!