Cartagena de Indias estaba tan bruscamente dividida que parecían dos sitios diferentes. A un lado, adentrándose en Bocanegra, se alzaban decenas de complejos, altos hoteles de decenas de plantas hasta pie de playa, es allí donde se dan cita los más modernos, los más chics, entre cafeterías y restaurantes de diseño, discotecas y apartamentos de vertiginosas vistas. Por otro lado, al lado, pero sin mezclarse, estaba la Cartagena más colonial, inundada de colores, de palenqueras vendiendo frutas, puestos de patacones, o jugos, música en directo y barullo de ese que hace a las ciudades vibrar.
También lo visitaban hordas de turistas, claro (entre ellos nosotros), lo que mantenía su título de ciudad más visitada de Colombia. Pero como resistirse. La vendían como una de las ciudades más encantadoras de toda Sudamérica y era, por lo tanto, visita obligada. ¿Estaría el marketing a la altura?
(«Cabinas» telefónicas por las calles de Cartagena)
Pues confieso que sí. Que lo queda de sus épocas de gloria sigue hechizando al viajero, sintiendo la historia tras sus murallas. Las mismas que se construyeron para protegerse del asedio de piratas, allá por el siglo XVI. Era el punto álgido de los conquistadores españoles y en Cartagena se almacenaban los tesoros que iban a parar al viejo continente o a financiar la nueva expansión. Salía el oro y llegaban los esclavos procedentes de África.
Pero hasta que salía era mucho botín junto. Irresistible a ojos de bucaneros, corsarios y algún que otro llamado �sir�. Pues fue el propio Sir Francis Drake el que la saqueó en una ocasión. Un héroe para la Corona Inglesa, cuyo robo le valió el su título de Caballero. Un pirata despreciado y odiado por los españoles. Ah la feria, que a cada uno la cuenta como le fue.
Así que hartos de que el esfuerzo de saqueo de la tierra se lo llevaran otros, comenzaron a construirse murallas y fuertes, convirtiendo a la ciudad en un bastión que consiguió repeler a 25.000 soldados ingleses y 186 buques con apenas 2500 hombres no demasiado duchos y 6 galeones.
A partir de aquí, se convirtió en un enclave básico para los españoles, pero siglos después después sería también uno de las primeras ciudades en declarar su independencia. Las vueltas que da la vida, oigan. Así se le asignó el sobrenombre de �La Heroica�.
Hoy en día, convertida en Patrimonio Histórico y Cultural por la UNESCO, invita a recordar todos episodios, mientras se camina por sus calles adoquinadas filas de balcones con balaustradas de madera o se recorre en carro de caballos entre las multitudes. En su haber más de 70 puntos de interés. Injusto en un tour rápido. Fue aquí, atrapado en su encanto, atrincherado entre sus murallas que el escritor Gabriel García Marquez, escribió muchas de sus mejores obras. Macondo tiene mucho de ella. Para que negarlo.
De nuestra breve incursión en Colombia, fue mi destino preferido, porque allí se juntaban muchas cosas, muy buen ambiente unido además a la hospitalidad de la que hicieron gala todos los colombianos con los que nos cruzamos. Muchos rincones y secretos por descubrir entre callejuelas detenidas en el tiempo.
Entre las que dicen que siguen habitando los fantasmas del pasado, los aventureros, las damiselas, los esclavos, los piratas. Claro que también dicen que tanto turista les asusta así que los mediodías al sol caribeño no son los mejores momentos para encontrarse con ellos.
En una reflexión personal sobre la propia Colombia, creo que como destino turístico está en un momento óptimo. No está sobrexplotado, sino que se está abriendo ahora cada vez más al visitante y no tardarán en descubrir que es una joya, escondida hasta hace muy poco entre demasiados años oscuros.
Desde que en 1819 se declarará la independencia en Colombia las cosas no han sido fáciles. Con Bolivar fuera de la ecuación las posturas dentro del Gobierno se radicalizaron dividiendo al país. Se sucedieron hasta 8 guerras civiles a lo largo del siglo XIX, llegando a una Guerra de los Mil Días y 100.000 víctimas. No sería la última. En 1946 estalló la Violencia, una vez más fruto del odio y rencor entre las dos facciones que se saldó con 200.000 víctimas. Os podéis imaginar que la mayoría eran del ámbito rural. Una vez más en la Historia.
No fue hasta 1957 que se firmó un pacto entre los dos bandos, liberales y conservadores, para gobernar conjuntamente durante 16 años. Dos turnos de cuatro años para cada uno. Era el Frente Nacional. Que tenía una pequeña pega. No se aceptaba a ningún otro partido político. Caldo de cultivo para posteriores sublevaciones.
A todo esto llegamos a 1964. En plena época de la Guerra Fría. Lucha entre los bloques occidental-capitalista y el comunista. Al igual que pasaba en el sudeste asiático, se hablaba del Efecto Dominó. Si un país entra en Comunismo arrastrará a otros con ellos. Y con la situación de algunos países de África, tener un nuevo país comunista en Sudamérica podía decantar la balanza en el control del Atlántico. Era una situación de inquietud y de inestabilidad total.
Así que cuando se descubrió que había nuevos enclaves comunistas al sur de Colombia, el ejército financiado por la CIA los bombardeó. Como no hay acción sin reacción, esto desembocó en que algunos de los grupos de izquierdas se militarizaron y aparecieron las guerrillas. FARC (Fuerzas Armandas Revolucionarias de Colombia) o ELN (Ejército de Liberación Nacional) contraatacaron. El gobierno no se quedó parado y creo un grupo de paramilitares para acabar con ellos. Ensalada de violencia. Una vez más.
Con la caída del comunismo a nivel mundial, había que buscar nuevas formas de financiación y la más cercana fue acercarse cada vez más a la droga y a los secuestros. Fueron quizás los años más bajos de este país, que parecía una tierra de nadie, en guerra constante. Los narcotraficantes fueron tomando cada vez más control, llegando incluso a formar partidos políticos.
Demasiado tiempo en Guerra. Era 2002. La población estaba harta. Hastiada. Y fijó su mirada en Alvaro Uribe. Su padre había sido asesinado por las FARC y presentó un programa antiguerrilla: Dejó de un lado el diálogo, apostó por la acción militar y condenas leves para tanto guerrilleros como paramilitares que se desmovilizaran. ¿Funcionaría? Si hubiera estado por su cuenta, es muy probable que no, pero contaba con un poderoso aliado: EEUU.
Tras los atentados terroristas de 11 de Septiembre de 2001, los guerrilleros pasaron a estar considerados terroristas y esto llevó a un apoyo por parte de Estados Unidos de entre 500 y 600 millones de dólares anuales. Todo una inyección, que devolvió la seguridad a las autopistas, liberación de secuestrados e incluso acabó con el asesinato del líder de las FARC en 2008. Colombia despega por fin.
Parece irreal ver y hablar con la gente, tan amable y alegre, y saber de este pasado tan turbio y reciente. Es una época de transición en la que el país está creciendo y reconstruyéndose. Lo mejor de Colombia está por llegar y ahora es un lugar bastante tranquilo con una gente inmejorable. En una campaña de las oficinas de turismo ya jugaron con toda está idea para limpiar su imagen: �El riesgo es que te quieras quedar�.
Y doy fe, porqué si sólo llevaba dos paradas en el viaje y no había parado de disfrutar y de enamorarme de todo lo que veía, ¿Que más podía esperar? Definitivamente, con lugares como Cartagena una semana iba a ser muy poco tiempo.
Y sí, quería quedarme.
Parte del Minubetrip por Colombia.
Referente a la historia reciente del país y sabiendo que hay unos cuantos amigos Colombianos que se pasan por aquí de vez en cuando, me encantaría saber sus opiniones.
Gran mezcla de color, historia y gentes. El ambiente que se respira en las calles y a través de las fotos, de un pueblo que renace. Si un día visito sudamérica, creo que Colombia sería de mis primeros destinos, y ahora sabiendo que las cosas son más seguras. Tanto por descubrir.
Así es la vida…coco frío!
Y…la de los sombreros. Me ha encantado la de los sombreros.
Siempre espero tus post para poder deleitarme ocn tus fotografias! =)
milittletreasure.blogspot.com
Que colorido y alegre se ve Colombia, y con mucha vida en la calle no? Apuntando otro destino en el mapa para ir
A Colômbia é muito mais do que os jornais dizem que ela é.
O povo e as cores de lá simplesmente são impressionantes.
Parabéns pelo post
Que bella Colombia.
Tan parecida y a la vez tan diferente a mi pais. Bueno, son paises hermanos, a la final. Pero que bello es ver a un hermano crecer y salir adelante. Un día, espero, nos den una mano y nos ayuden formar una sociedad tan bella. Entonces, cuando Venezuela sea asi de própera, te invitamos Igancio, para que tambien digas cosas bellas de ella.
gran post. Soy colombiano y lo único que puedo decir es que esto solo es la punta de un iceerg de lo que es Colombia
Muy buen reportaje. Soy colombiano, y te felicito por tan buen trabajo. Muy preciso, fantástico país. Los que lo visitan lo confirman. Los invito a que sientan el por que de » Colombia, el riesgo es que te quieras quedar»
Celebro el reportaje gráfico y la síntesis de la historia de Colombia que has hecho Ignacio, felicitaciones y vuelve a Colombia, te recibiremos como tu ya sabes.
Grandes fotos como siempre Ignacio, el colorido se sale 😉
Javier I. Sampedro, espero que lo goces!! 🙂
Ada, así es la vida! 🙂
Nerea, gracias!!
Machbel, es genial. Cartagena además es preciosa!
Projeto Verena, estoy de acuerdo. 🙂
Juan Carlos, muchas gracias por el ofrecimiento. Me encantaría visitar Venezuela en algún momento, la verdad. 🙂
Juan Contreras, gracias!
Gustavo, lo agradezco, que os guste el post. 🙂
Gabriel, ahora que ya lo sé, no puedo esperar!
Iván, gracias!!
🙂
Un lugar mágico, tuve la oportunidad de conocer este maravilloso lugar y quede enamorada!!
Felicidades por tu trabajo, te escribo desde Colima, Mèxico…te esperamos por acá!
Me gusta la foto del vendedor de….patatas?