Conocí a Bret en un tren de cerveza y otros licores, atravesando la ciudad de Karlsruhe. Soprano de voz ronca capaz de domar al toro enamorado de la Luna al ritmo de more than words. Me ganó una competición de tiramisú (lo cual no es de extrañar, si tenemos en cuenta que la competición era de hacerlos, no de comer). La foto se la hice yo y no tiene nada que ver con el texto, pero lo mismo quiere conservar su anonimato. Vaya usted a saber.
A veces sucede que se brindan segundas oportunidades y aparecen vías secundarias cuando estaba bien claro en el horario que el tren que salía de Salamanca en dirección a Valladolid a ochenta kilómetros por hora iba a encontrarse con otro tren que saliendo de Valladolid se dirigía a Salamanca, pero a una velocidad inferior, a unos sesenta kilómetros por hora. Y google maps dice que se encontrarán en Medina del Campo. Y descarrilan o se saludan. ¿como se llamarán las ratas que abandonan el barco, pero en términos ferroviarios?. O quizás resulta que el que tenía que venir no ha venido y se ha desviado alguno del plan establecido, y los trenes descansan en una vía secundaria.
Y a mí me viene una segunda oportunidad de escribir lo que no había escrito en los posts que venían, cada vez con más y más invitados a la fiesta, debajo de las fotos. Uno de mis objetivos de 2010 pasaba por suplantar la personalidad o multipilcarla por muchas personas y hacerme pasar por distintos tipos de colectivos, y tratar de descolocar con estos disfraces de Mortadelo a un fotógrafo dando la vuelta al mundo. El maquillaje consistía en jugar al escondite, cambiar de nombre y mandar correos manteniendo una comunicación extraña con el artista. Y después, tachán, desvelar el secreto a modo de cuento de Amelie, a la vuelta de la vuelta. Pim pam, todo lineal, preparación y sorpresa final. A los lados un poco de decorado dulzón y tenemos un cuento urbano delicioso. Pero si se cuenta en cuatro líneas no le acabas de ver el jugo, el disfrute ni la gracia. Algo parecido sucede cuando dices que conoces a un pavo que se ha cascado teleco y que ahora es fotógrafo. Como el tipo este que salió de borrachera y al día siguiente era Samsa. Dicho, lo puedes oír de cualquier persona, y no deja de sorprenderte hasta justo el segundo que dura pasar al siguiente tema. Es el proceso, desde los recuerdos de la terraza de la mensa con las instrucciones de uso del trípode hasta el cambio de lenguaje con el clic. Precisamente el proceso lo que no cabe en este post.
Brindamos entonces por los palitos de las bolsas de pipas (partidos y en blanco tronco), por las estrellas fugaces el día de agosto de las perseidas y los camiones con triángulo amarillo en fondo azul, doblamos la vida en dos, la tiramos al aire, y buscaremos donde no haya vías y menos estrechas. El artista de un ojo abierto ya nos las ha encontrado.
Buen comienzo…ya verás como tu blog no se suicida Igna..Felicidades Bret.
Por supuesto que no se suicida y con lectores tan asiduos. Además es interesante conocer el otro lado de la moneda . . . lo que nunca se conto por parte de los que lo conocieron en persona. Y vaya cada quien tiene su estilo y el de Bret no se queda atrás, jugando bromas al buen I :).
Saludos y gusto en concerte Bret
Ohhhjjj… ¡qué grande! Bret en estado puro. Como me dijo una vez una postal suya: «Jeder ist ein Küntsler!». 🙂
Que no se suicide el blog, ahora que somos famosos!
Yoda, si sabía yo que lo dejaba en buenas manos!! 🙂
Monchoman, eso es precisamente lo más interesante, la otra cara de la moneda, y disfrutar del estilo de cada uno. 🙂
Japogo, todos y cada uno de nosotros…
Brt, a disfrutar la fama!! jajajajaa!!!
🙂
Brett, tienes una manzana pocha en el élitro.