Pues también era mala suerte. Los Marqueses no estaban en casa. Y mira que habíamos madrugado, pero habían optado por unas vacaciones por otras partes de Europa antes que recibirnos. Ay que ver. Si hasta nos habíamos peinado. Así que en las puertas de la doble fachada mitad medieval mitad renacentista del castillo de Brissac, el más alto de los Castillo de Francia, sólo nos esperaba una guía a modo de ama de llaves.
El interior era majestuoso, ostentoso y no por ellos menos espectacular, con sus decenas de salas de paredes bordadas en oro, tapices de seda, cabezas de animales disecadas por las paredes, y un montón de fotos de los duques y sus hijos tanto en las mismas salas como en cualquiera de las hectáreas colindantes. Porque si. Es cierto, los Marqueses de Brissac lo utilizan como residencia habitual y yo no podía dejar de preguntarme como sería la vida de aquellos niños de las fotos y cuan diferente sería su realidad de la de otras realidades del mundo. Ciertamente, pocas cosas hay que te condicionen tanto la vida como el lugar donde naces.
(Viñedos, un clásico paisaje del Noroeste francés)
Era otra de las paradas en nuestro agradable y tranquilo (aunque algo acelerado) viaje por el Loira. Otro impresionante castillo con la característica de que este no había caído en el olvido o en un museo, seguía siendo una casa. Mucho más diferente se mostraba la amurallada fortaleza medieval de Angers, uno de los pocos castillos que no habían sido reconstruidos. Un enorme mazacote, que en su momento debió ser prácticamente inexpugnable. Un coloso con que proteger la ciudad.
Fuera del castillo, Angers mostraba su cara más agradable. Calles empedradas, edificios de tejas con alguna que otra sorpresa que los maestros artesanos habían dejado a modo de diversión entre columnas, capiteles y maderas cruzadas y una buena ristra de museos. Culturalmente Angers es bastante interesante, tiene una orquesta nacional, un centro dramático, centro nacional de Danza, una Opera, unos cuantos teatros, dos festivales de cine, un museo de bellas artes… No está nada mal para una ciudad de ciento cincuenta mil habitantes.
(Aquí el autor, ha querido expresar su opinión de la sociedad en el momento actual…)
(Los psicodélicos tapices de Angers)
Aunque la joya de estas ciudades es para mi gusto Nantes. Quizás por que ya tras una buena ristra de pueblos encantadores el cuerpo pedía una ciudad algo más grande que respirara energía por todas partes. Desde las calles llenas de terrazas y bares, coronadas por picos brillantes de las iglesias, hasta paseos en bicicleta o tranvía, bordeando el río y las islas que en el se forman.
Nantes es foco de artistas, especialmente desde que se decidió hacer un giro importante en la manera de consumir cultura. Se dieron cuenta de que la gente cada vez iba menos a los museos, así que se decidieron por hacer lo contrario. Si Mahoma no va al arte, el arte irá a Mahoma. Y comenzaron a sacar las obras de arte a la calle. Desde entonces infinidad de artistas han expuesto en sus calles, siendo quizás una manera más realista de entender el arte hoy en día, a base de obras y piezas que se mezclen con las calles y con las que la gente pueda interactuar en cierta manera, aunque solo sea para jugar con ella en las fotos.
(Una Creperie, esto si que es arte)
Las instalaciones de Estuarie (a lo largo del Estuario que desemboca en el mar) que se colocan cada dos años, ya hacen de la ciudad un centro artístico internacional atrayendo a gente de todo el mundo, tanto creadores como visitantes. Aunque lo cierto es que lo del arte les viene de lejos, pues en estas calles nació uno de los escritores más creativos e imaginativos que han existido: Jules Gabriel Verne, Julio Verne para los amigos.
(¡¡¡Somos prisioneros, por favor, avisen a nuestras familias!!!)
De su mente y a mediados del siglo XIX salieron viajes extraordinarios, al centro de la Tierra, bajo los mares, a la Luna!, islas misteriosas y no menos intrigantes capitanes de submarinos, mensajeros del Zar, viajes en globo, quizás la más famosa vuelta al mundo…
Me resultaba difícil separar en mi imaginación y aunque quizás no tengan nada que ver, los artefactos que se inventó el prolífico escritor de las bestias mecánicas que ocupaban la Isla de las máquinas, donde la madera se une con articulaciones de metal, motores, vapor y decenas de trabajadores para darles vida. Entre ellos el viejo y conocido Elefante, uno de cuyos primos recorrió en su momento las calles de Londres y de media Europa, divirtiendo al personal.
Adentrarse en su taller es entrar en la mente de los creadores, donde se mezclan bocetos de criaturas imposibles, de fantasía, con las herramientas necesarias para darles vida. El mundo mágico empieza a hacerse realidad allí.
Era Nantes la última parada por el archiconocido Loira, donde además de la carta de presentación de los castillos hay muchos rinconcitos que descubrir. Y cerrando región, llegamos también (no os ibais a librar) a un nuevo video con la gente de Minube dando vueltas por los mismos lugares que habréis podido ver en las fotos, dándonos (como si nos obligaran) a la gastronomía local y poniendo movimiento a una zona que tiene mucho muchísimo.
El País del Loira from minube on Vimeo.
Parte del Minubetrip por el Oeste de Francia, Abril 2011
Canción «Nantes» del grupo «Beirut». No le va mucho a tus fotos aunque es suprema también.
Nantes, ma belle. Yo viví entre sus calles y me enamoré de sus rincones.
Por cierto, el castillo era de unos duques… los de Bretaña!!! 😉
Haber aprovechado que no estaban los marqueses para hacer una fiesta!!
PD: Muy delicado el mensaje del arquitecto, sí señor. 🙂
Se codea usted con gentes de toda clase y condicion. Lo del elefante es increible, y ya estoy del todo decidido a visitar a mis parientes de Angers 😀
bueno bueno, te veo ya super suelto en el vídeo! lo que yo te diga, en dos días te comes la cámara!! 😀
Nantes suena muy bien, me estás dando ideas… cuando los italianos acaben del todo con mi paciencia empezaré a enviar cvs para allí!!!
Meriqeli, es un temazo!
chopstick girl, pues ahora me haces dudar, yo juraría que la guía nos dijo marqueses… 🙁
Japogo, sutileza medieval, ya ves… 😉
Nico, el elefante creo que sale casi todos los fines de semana por la tarde, mirálo para no perdértelo. 🙂
Vane, tiembla calleja!! XD
🙂