No tenía las manos sucias pero aún así el chef se las frotó contra el mandil, al mismo tiempo que esgrimía una sonrisa cargada de sana maldad. En las paredes del pequeño restaurante, varias decenas de artistas hollywodienses en blanco y negro nos miraban entre nostálgicas y divertidas, cómplices de su dueño.
– ¿Cómo? ¿Qué queréis un café au lait? ¿Qué sois? ¿Ingleses?
En un primer entonces no comprendí la ironía, pues lo cierto es que tras la comilona que nos habíamos metido a base de carne, vino, ostras y una tarta de chocolate no se me ocurría mejor manera de acabar de rematar la faena gastronómica. Aunque claro, teniendo en cuenta que en esa parte de Francia lo más normal era tener como postre queso, cuanto más fuerte mejor, cualquier otra cosa podía estar equivocada. Porque seamos serios. ¿Queso? ¿Para acabar una comida? Oh mon dieu.
– Oui, Café au lait – Insistí. ¿podría mi poco y arcaico francés estar equivocado?
Pues lo estaba. Quién lo iba a decir. Pero café en leche, en francés, no significaba café con leche. Bueno si. Pero no. Café au lait, según los más puritanos sólo debería pedirse al desayuno, siendo este el momento de cargar una enorme taza de café con leche. Una taza de tamañas dimensiones no debería bajo ninguna circunstancia, pedirse en un momento distinto del desayuno. El mundo podría acabarse. En cambio lo que hay que pedir, oh amigos cafeteros, es un café creme. Y si sois más de cortado, la palabra mágica es noisette. Hasta aquí mis lecciones de Grande Muzzy por hoy.
Lo cierto es que el chef/camarero (en aquel diminuto espacio no había espacio para muchos más) nos había amenizado la velada a pesar de su escaso inglés y nuestro nulo francés, así que no pudimos por menos que reírnos cuando recibimos la taza de tamaño XXL. Nunca viene mal una dosis extra de cafeina, especialmente si era para caminar en las calles empedradas con más de una pendiente de Angulema.
El corte era básicamente el mismo. Un pueblo encantador situado en lo alto de una colina. Calles de piedra blanca adornadas con madera y tejados de pizarra o tejas y mesas al sol, donde brotan los locales, pues como bien dicen por allí con un clima mucho más lluvioso de lo que pudiera parecer nunca se sabe cuando se iban a repetir días similares.
(Corto Maltés… en las calles de Angulema!!)
Pero si era otra vez más lo mismo, ¿Que hacíamos allí? Matizando que lo mismo no tiene por que resultar cansado y por lo que pudimos comprobar Angulema tenía una fantástica vida social, había algo mucho más curioso allí. Comics. ¡¡Yuhu!!
(Una versión actualizada con Sarkozy como Asterix… WTF!)
Angulema está asociada a la historieta desde 1974, cuando se inauguró su primera edición. Por allí han pasado gente como Moebius, Hergé o Will Eisner, entre muchos otros y el acontecimiento congrega cada enero a alrededor de 200.000 visitantes (doscientos mil!!). El cómic europeo con alguna que otra dosis de fuera gozan de muy buena salud. Una vez más los franceses demuestran que se creen lo suyo.
(El pato Donald Lichtensteinizado…)
(Batman Raskolnikov en la versión definitiva de Crimen y Castigo, la que tuvo que haber realizado de verdad Dostoyevski)
(Un original de ROB! Liefeld)
Tanto mueve este evento que hasta la ciudad tiene su propio museo del comic. No es excesivamente grande, pero vale para hacerse una idea de la historia del arte y tiene un montón de curiosidades y una buena ristra de sofás para sentarse a leer historias contadas en dibujos.
Es más, incluso la ciudad está convertida en un gigantesco comic. Uno donde las viñetas no se representan sobre papel, sino sobre enormes muros. A modo de murales, algunos de los personajes más populares, tienen su huequito en la ruta del cómic, lo que convierte sin duda, a esta pintoresca localidad en una parada obligatoria para los amantes del noveno arte.
Parte del Minubetrip por el Noroeste francés, Abril 2011
Este post, se me ha hecho muuuuuuuuuuy corto. Me ha encantado!!!!
No paras!!
Me ha encantado el post y sobretodo tus fotografias.
Un abrazo.
Annnnnnggguuuuuuleeeeemmmmmaaaaaaaa, vale, ya está, ya lo tengo apuntaito… cuando el peque corra un poco ya se dónde vamos a ir seguro, seguro, seguro ^_^ encantador!!
Muy interesante y curioso ese pueblo ilustrado!!!
Pues he de decirte q eso de terminar las comidas con qeso es una de las costumbres francesas q más me gusta. Es una auténtica maravilla, y el qeso francés, también!
Una definición muy acertada: «Pintoresco»
Un abrazo!!!
Me han gustado los murales comiqueros, oui, oui.
¡Qué pasada! Con lo que me gustan los cómics. Es una pasada ver ciudades en las que tienen tanta representación.
Jejeje cuánto tiempo sin saber nada del mítico Rob 😉
oh là là. Pues tengo familia en Angers, que muy lejos tampoco queda… está mal descuidar los lazos familiares, quizá les deba una visita.
Por cierto: con lo del café au lait hubiera caído yo mismo, por muy francésparlante que sea. Doy fe de que varía según ciudades y hasta barrios. En Blois café au lait es café con leche «a la española», café crème es una café a la alemana, con poquito nata para aclararlo. Aquí mismo en Alemania al pedir un milchkaffee cae desde el tanque desayunero hasta un ~lattemachiatto en vaso chico. Pedir café en el extranjeiro, si es que eres de un intrépido…
AC Jarit, gracias!! aunque hay disparidad de opiniones en cuanto a la longitud de mi posts, para algunos me quedo corto para otros aburro a las ostras!!! jajaja!!!
Lluis, muchas gracias!!
Queseyo, eso eso… a inculcarle lo que molan los comics desde nano!!!
Borque, pues si! fue toda una sorpresa!!
Agu2v, pues yo no tengo ningún problema con el queso, pero eso si, en su «orden correcto» jajajaja!! lo siento, pero yo veo la carta de postres y leo chocolate o queso… y tengo un ganador sin seguir leyendo!! jajaja!!
Memoriadepez, 🙂
Japogo, pues si, además los hay de unos cuantos pisos de altura! molan!!
Víctor, somos más de los que pensamos!!
Pau, ROB!! jajajaja!! es el amo de la despropoción!!!
Nico, pues nada, en breve verás algo de Angers (no mucho) por aquí. Y si, por supuesto que soy intrepido, no solo de croissants vive el hombre!! 🙂 Lo que está claro es que si ni para un café somo capaces de ponernos de acuerdo, esto explica muchas cosas!!
🙂
He usado una de tus fotos, que me parece fabulosa, citándote y haciendo enlace a esta entrada de tu blog, en la sexta parte de una conferencia que di sobre Corto Maltés.
Saludos, eres un gran fotógrafo.
http://espiadelbar.blogspot.com.es/2012/10/noticia-1142-desde-el-bar-hugo-pratt.html