Quizás tiempo después, cuando eche la vista atrás, podré pensar con la serenidad que da el tiempo lo que fue el 2010. Puede que la infinidad de recuerdos sigan revoloteando en mi cabeza como si fuera hoy, empezando a difuminarse o sorprendiéndome con momentos que creía perdidos. También puede que el tiempo me deje ver con más claridad todo lo que aprendí, no sólo del mundo y de su gente, sino de mí.

Yo espero recordarlo como un año en el que viví intensamente. Parte de un momento de mi vida que ha sido tremendamente especial y que me plantea un nuevo y tremendo reto: obligarme a que lo que viene sea aún mejor, con la tranquilidad de que si no resulta, volveré el año que viene en estas mismas fechas a hacer algún odioso balance que a modo de borrón y cuenta nueva me de una nueva oportunidad. No sólo de echarme una mochila a un hombro y viajar de nuevo en compañía de una lente, si no una oportunidad de seguir haciendo cosas que me hagan feliz.

2011, escucha atentamente, que aunque no lo tienes nada fácil no deberías dejarte intimidar. ¡¡Allá vamos!!.

¡¡¡FELICES FIESTAS Y FELIZ A�O NUEVO!!!