(Post este que se resistió a abandonar la montaña, y hubo que insistir para que volviera, cosa que tendría que haber hecho un 20 de Agosto de 2010)
Quién lo iba a decir. Quien lo iba a pensar. De todas las sorpresas que podría darme México el encontrar un cañón aún más grande que el cañón del Colorado no entraba en mis expectativas. México, siempre sorprendiendo. Pero los datos no dejan hueco a la duda y efectivamente, la Barranca del Cobre, salvo en anchura dejaba en paños menores a su homólogo americano, 600 kilómetros plagados de desfiladeros. Más largo, más profundo… ah, y más verde.
Secreto a voces, que no llegan más allá de las fronteras mexicanas, pues fuera de ellas, poca gente había oído hablar de esta joya escondida. Quizás no debería ni comentarlo, guardar el secreto conmigo, pero no puedo. Es demasiado bonito para no compartirlo. Pues el destino al que me llevó el Chepe tuvo su parada en Creel. Base para mucha de las paradas más interesantes de la Sierra de Tarahumara, en las montañas de Sierra Madre.
Si algo se le puede criticar a esta maravilla de la naturaleza es que no está tan bien explotada como debiera. Puede que ahí radique su encanto, pero uno echa en falta muchos, muchísimos más miradores, ansioso de cubrir más y más ángulos de está enorme y serpenteante bestia plagada de vegetación.
Sólo volviéndonos tiquismiquis, podemos criticar que a pesar de la tradición minera de la zona apenas haya cobre en la Barranca del Cobre y que el nombre se deba a una mala estimación de los primeros españoles que lo pisaron que confundieron el color de su geología. Pinches gachupines. Quién les mandaría poner nombres desde la ignorancia.
Aunque para lo que a nosotros nos importa, da bastante igual. Lo que merece la pena, nunca fue el nombre, sino que la mirada no encuentre un final desde donde regresar. Volver a la inmensidad. Porque no sólo de barrancas vive el hombre, en sus alrededores se pueden encontrar, por ejemplo, las cascadas más grandes de todo México. ¿Alguien dijo casi 250 metros de caída libre?
Pues sí. Y si la vista desde arriba, desde lo alto del mirador, viéndola partir en dos las montañas que la rodeaban ya impresionaba, desde abajo, donde el agua se rompía de manera atronadora en mil pedazos creando una lluvia artificial que regaba la zona, te dejaba sin habla.
(Todavía se podían avanzar al menos 200 metros hasta el siguiente montículo pero creedme, ya era casi imposible ver a la persona desde allí)
A sabiendas de que la ducha era certera e inevitable, no pudimos por menos que acercarnos a su base, donde apenas unos segundos de cercanía bastaron para calarnos. Sentirla. Salvaje. Quizás por eso, no importó demasiado, cuando los cielo se cerraron en un abrir y cerrar de ojos y cayó sobre nuestra ya mojada figura la mayor de las tormentas. Varios días después, la ropa seguía sin secarse. Desventajas de vivir en la época de lluvias a más de dos mil metros sobre el nivel del mar.
(¿Tienes un coche y quieres usar las vías del tren? ¡¡Aquí tenemos la solución!!)
Aunque fue una buena oportunidad para alejarse de los terribles calores que me habían asolado desde que aterricé en México y sacar un poquito algo de ropa de manga larga, tan agradecida ella, viviendo últimamente tan abnegada en el fondo de la mochila. No en vano, en invierno el paisaje es completamente diferente, cubierto de nieve.
Es esta zona, tan única, ya por si y tan colorida por que así es México por definición, tiene además el exotismo de los tarahumara como complemento. Porque son ellos, con su piel tostada, dura y curtida por la vida en el campo, sus trajes y artesanía vivos, que viven sin demasiados problemas en sus poblados en las montañas, pero que se aventuran a las ciudades en pos de un dinero que viene de la mano de un turismo que viene mayoritariamente del mismo México.
No se acaban las sorpresas y la zona se extiende tanto como uno esté dispuesto a explorarla, aguas termales, valles de caprichosas formaciones rocosas, montañas, trekkings, paseos en bicicleta, caballos, moto, quad y una espinita de las cosas que no hice. Bajar hacia las Batópilas, adentrarme durante dos días en las profundidades del Cañón y en ver de verlos desde las alturas, como gustan de hacer las águilas, admirarlo desde abajo, sumergido en el titán. Demasiadas cosas me estoy dejando en el tintero. A ver si voy a tener que hacer otro viaje…
Precioso
Habrá que volver a México algún día para presenciar esto…
Magníficos retratos, como siempre.
Un abrazo!!!
Excelentes fotos, de un grandioso lugar… como me gustaría ver las fotos del regreso a este lugar y mejor aun ir ahí. Saludos y sigue así acá en México, que mal que no puedas ir a Hierve el Agua (Oaxaca) te recomendaría que siguieras hacia Chiapas – Quintana Ro.
Quien iba a pensar que detrás de este nombre se escondía tremenda formación de la naturaleza. Desde luego que nada que envidiar al Gran Cañon, verdor en estado puro y salpicado con esas cascadas.
Me pregunto si habrá alguien que le guste saltar de las alturas o quizás hacer parapente por la zona, porque lo pide a gritos. Ayy, si yo supiera 🙂
Un saludo.
que maravilla!!! de lugar, de fotos, de cronica…. nos haces mas llevadero el dia a dia….
un saludo,
Koko 🙂
Felicidades
Aun siendo mexicana uno no puede darse oportunidad de conocer distintos lugares y tu nos das la oportunidad.
Te recomiendo visites «La huasteca potosina» (Tamuin, puente de dios..) o Real de Catorce en el Estado de San Luis Potosí, Mx.
Saludos
Mariana
Dan ganas de gritarle al mundo un piropo desde las alturas de la primera foto! Gué botito, goño!
Lo que decía, Mexico está resultando increíble, fantástico. Nada que envidiar al Gran Cañón.
COMO DISFRUTO VIENDO Y LEYENDO ESTE BLOG. ES MEJOR QUE CUALQUIER GUIA DE VIAJE. QUE PEQUE�OS SOMOS Y CUANTO POR VER. BUENO, Y TU VUELTA A ESPA�A , PARA CUANDO?
COMO DISFRUTO VIENDO Y LEYENDO ESTE BLOG. ES MEJOR QUE CUALQUIER GUIA DE VIAJE. QUE PEQUE�OS SOMOS Y CUANTO POR VER. BUENO, Y TU VUELTA A ESPA�A , PARA CUANDO?.
genial post
gracias 🙂
Creo que el secreto de tanta hermosura es eso, que no es famoso, por lo tanto no esta mancillado por el poder del dinero y el turismo.
Gracias por compartir un pedacito de tu aventura por el mundo. Me encantan tus fotos.
Saludos
No sabes que gusto me da leerte y hablar así de mi México, nos hace falta un respiro a tan mala fama, pero no mientes ese lugar es increíblemente bello y sorprendente, que gusto que lo hayas visitado.
Me sorprende como haces tantos retratos y por supuesto excelentemente logrados, yo siento que me van a gritar o a quitar la cámara a golpes.
Suerte en lo que te falta por recorrer en este pais.
Que bonita la excursión a las barrancas del cobre, te tocó conocerlas en época de lluvias y por eso tanto color verde, por que normalmente el recorrido es muy árido y en diciembre es solo blanco por la nieve, osea que hay para todos los gustos 🙂
Un Abrazo Ignacio!!
Ojala que en un futuro te decidas por otro viajecito por México. De las barrancas del cobre también había oído que era más grande que el gran cañon pero la verdad no sabía sí creer o no y bueno tu eres otro testigo, Fijate que me platicaste mucho de lo que también una amiga de Chihuhua me platico en su tiempo, muy colorido vegetado y la cascada que parte la montaña, me encanta el post.
Seguid por ignacio haber que otras sorpresas te trae y haber que tan variado encuentras las distintas zonas de México.
Saludos
Impresionantes fotos como siempre, ya espero con ansia saber a donde vas ahora y que nuevo lugar vas a compartir con nosotros, además espera el 15 y 16 de septiembre que esto se va a poner de lujo!!!
Hola, hola:
Como siempre estupendas y coloristas fotografías. Pensaba que ya estabas de vuelta, pero veo que todavía hay carrete para rato.
Pues nada, A disfrutar que son dos días!!!
Saludetes.
Lo malo de viajar es esa constante sensación de dejarte cosas en el tintero, no recuerdo salir de un sitio sin pensar: aqui hay que volver, que me han quedado cosas por ver…
Precioso el post, como siempre.
A que vas a tener que dar dos vueltas seguidas al mundo…
Hombre Ingnacio, yo no quiero ser malo, pero prefiero que no vuelvas todavía y nos sigas haciendo alguna cronica más, que a mi me da mucha vida¡
un abrazo ¡¡
vaya ¡¡ te he cambiado el nombre….jeje…perdón
Realmente impresionante… y lo mejor, la cantidad de cosas de las que nunca he oído que adivino me quedan por aprender.
jajajaj, seguro que tendrás que hacer otro, o otros dos!
Precioso!
Hey, excelente que andes en mi terruño, sigue en pie mi invitacion si llegas a pasar por Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo. Magnificas fotos y sobre todo la reseña, ojala y te diviertas, un saludo.
Precioso post! Hay tantas cosas mágicas aún por descubrir de mi país; ojalá el tiempo te de la talla para poder cubrir tus expectativas. Seguimos pendientes del próximo post, muchos éxitos!! Ojalá puedas andar por aquí por Chiapas pronto, sería todo un honor leer algo que escribas de mi estado.
Bendiciones en tu camino y felicidad a tu paso!!
Vamos Ignacio que México te abre las manos, Ignacio de norte a sur 😉
Impresionante paraje! Cuesta trabajo pensar que se escapan de nuestro conocimiento cosas tan grandes! Gracias por no guardar el secreto 🙂
Las fotos son fabulosas.
Excelente artículo
Elisa en Argentina y en Serendipity
¿Intento de fotógrafo?
Las fotos del blog son impresionantes. Enhorabuena!
Me ha encantado este post Ignacio, cuantas y cuantas riquezas naturales te quedan por descubrir y descubrirnos. Las próximas vacaciones a Mexico sin dudarlo!!
Siento el parón, pero de verás que me ha sido imposible estar más al tanto del blog. Vamos a ver si con un poco de lembas y suerte, me pongo al día, al menos en comentarios! 🙂
Memoriadepez, será una buena decisión… hay mucho que ver en este inmenso país! (y la barranca del Cobre me parece un MUST)
Rogelio, porque piensas que no voy a poder ir (o que no haya ido ya, jiji) a Hierve el Agua? 🙂
Javier I. Sampedro, toda una sorpresa, verdad? Muy similar, pero en verde!!
Koko, muchas gracias!
Mariana, muchas gracias por las recomendaciones, a ver si las puedo cuadrar!
Japogo, jajaja… que bonitoooo, bonitooo, nitooo, tooooo
Andrés Jarit, si acaso que tuviera más miradores! 🙂
Alicia/rosa (?), no me metas prisa!! jajaja! 🙂
Biayo, 🙂
Yurica, eso, y que es reciente que se ha abierto al turismo… el tren lleva poco tiempo funcionando tras un parón de décadas…
Alesi, efectivamente… pero lo que más me sorprende es que muchas veces sois vosotros mismos los que os dais la mala fama!!
Lalo, gracias!!
Monchoman, pues si, fue una grata sorpresa y muy muy impresionante! Tienes que ir!!
Carlos Zubieta, las fotos del grito en unos días… jejeje… menuda locura!!
Echobelly, no se para cuanto de rato, pero para un ratillo al menos seguro que sí.
Oscar Torres, inevitablemente… 🙂
Borque, ójala!!
Alberto, 🙂 jejeje… que más quisiera yo! XD
Pierre Nodoyuna, idem de idem!
Sara, 🙂
Fito, es probable que pase por allí aunque no se cuando… 🙂
Eduardo, he visitado algo de chiapas (es lo que tiene, ir con tanto retraso en el blog) así que habrá algunas fotos por aquí en breve!
Morfet, ssshhh, pero sólo para vosotros, eh? 🙂 No se lo digáis a nadie más!
Elisa, muchas gracias!!
Aravel, gracias!!
Olguita, siiii, tienes que ir!! Eso si, hazte con tiempo, que las distancias son enormes aquí!!!
🙂
Las Barrancas del Cobre son increíbles, les recomiendo muchísimo el viaje, espero lo puedan hacer pronto y se puedan subir al tren Chepe, les juro que les va a encantar� sin duda es de las mejores cosas que he hecho en mi vida!
Aquí les dejo unos links:
http://www.facebook.com/ChepeOficial
http://www.chepe.com.mx