(Comienza el maratón, que aún así, llegará tarde. Cosa que si tuviera la más mínima noción de puntualidad, habría hecho un 21 de Abril de 2010)
«Yo me las veré con Isengard esta noche, a roca y piedra. ¡Hurrarrum! Venid amigos. Los Ents irán a la guerra, aunque ello signifique nuestro final. La ultima marcha de los Ents.»
Las piedras y las conchas rotas se clavaban sin piedad en la planta de mis pies, mientras el efecto del agua helada, hacia tiempo que había sobrepasado la sensación de dolor. Fueron apenas 20 minutos cruzando descalzo el estuario, pero a esas horas, con el sol apenas asomando por el horizonte, solo me quedo terminar de cruzarlo para frotar con ansia cada pétreo dedo con la esperanza de que recobrara la movilidad. De todas las cosas que me podría haber olvidado… ¿porque habían sido precisamente las chanclas?
No me acusen de inconsciente. Haber esperado a que el sol subiera más en el horizonte y calentara la cala, habrán pensando algunas de vuestras mentes. Y no crean que no lo pensé, no, pero en el punto que me encontraba, sólo se podía cruzar el estuario dos veces al día, coincidiendo con la marea baja y está, fíjense ustedes, le dió por pasar a esas horas de la madrugada.
Fue quizás la única dificultad en un trekking de tres días por la costa Norte de la Isla Sur. Abel Tasman. 52 kilómetros bordeando el mar, caminando por bosques y cruzando playas, calas perdidas de aguas turquesas cristalinas, con en la única compañía de los pájaros y alguna que otra foca errante, que se acercaba a tierra firme desde los islotes cercanos.
Es uno de los trekkings más populares de Nueva Zelanda, por varias razones. La primera es que es relativamente sencillo. Llanea la mayor parte del camino y no hay que estar excesivamente en forma para disfrutarlo (si yo y mi barriga chorizero pudieron hacerlo sin demasiado sufrimiento, cualquiera puede, believe me). La segunda es que la zona es bien bonita, aunque muchas veces la frondosidad de los bosques no deje admirar el paisaje con toda la majestuosidad que se merece.
(Busquen al kiwi…)
De hecho, el trekking se ha vuelto tan popular, que ahora hay control sobre el número de personas que pueden visitarlo al día, con un máximo de una centena. Así se aseguran que la zona no se masifica ni se deteriora por las invasiones turísticas.
(¿Estrellas? Pues no… ¡gusanos luminosos en el interior de una cueva!)
De cualquier manera, el viajar fuera de la temporada alta hizo que apenas fueramos una decena de caminantes, lo que traducido y añadido al buen tiempo quiere decir: viajar fuera de la high season mola mucho.
No lo hice en esta ocasión y por falta de compañero/a de aventuras, pero otra de las maneras más populares de recorrerlo en en kayaks. A darle al remo y llegar a calas imposibles de alcanzar de otra manera. Acercarse a los animales. Cruzar el azul. Lo cierto es que una idea lo suficientemente tentadora como para repetirlo. No me lo negaran.
También agradecí el pasar tres días asilvestrado, que se quiera o no, rompe un poco la �rutina� de conducir cada día. Llenar el macuto de comida, un saco, linterna y ale, al monte. Como en mis años mozos de pañoleta, haciendo pequeñas rutas por España.
(¿Quién necesita una ducha si tiene el mar de buena mañana?)
Lo cierto, es que en mis ansias por ver la mayor parte posible de este país, no he aprovechado los grandes recorridos tanto como debiera. Quizás sea que inconscientemente me estoy obligando a volver. Vayan ustedes a saber los oscuros senderos de la mente.
(Te Waikoropupu Springs, lugar que clama – y creo que incluso podría ser cierto – tener las aguas más cristalinas del mundo)
Completé la zona, con un par de días más llegando al Norte del Norte, esta vez a lomos del Canario, franqueando colinas, para llegar a lo más remoto, donde las olas se rompen contra el fin del mundo, donde todo tiene nombre de adiós, de playas vacías con las dunas invadiendo los bosques.
Todo esto completa Golden Bay, un nombre que le hace bastante justicia, mucho más agradable que su primer bautizo como Bahía de los Asesinos según las propias palabras del mismo Abel Tasman, cuando perdió a varios miembros de su tripulación en un ataque local antes de poner pies en Polvorosa.
Siguiendo la tónica neozelandesa, el paisaje, una vez más se conformaba de montañas, valles, colinas, playas y acantilados, subidas, bajadas, ovejas, aguilas y desafortunados possoms en el camino. Pero algo tendrá, algo, que sigue sin cansar. Que sigues haciendo kilómetros y kilómetros y queriendo parar cada poco, en ese afán de llevarte aunque sea en la memoria un trocito de esa tierra.
No se queden con las ganas, aún hay más y más de Golden Bay y de los pasos y pasos por la costa de Abel Tasman.
No te vayas de NZ. Quiero ver más y más 🙂
Que envidia (sana), que lugares, que pais….
Con esto has hecho que mis ganas de ir a esa preciosa isla aumenten! Cuánto te cuesta el Canario Milenario al día?
puedo ser tu compi de kayak cuando vuelvas??
No consigo ver el kiwi >.<
xD
Costa Dorada?
Que susto! por un momento pensé que estabas en Salou y no ibas a enseñarnos nada más de New Zeland.
Muy chula la costa que nos has mostrado
César
Yo tampoco veo el kiwi 🙁
nonononono, te explico algo 😉 fin del mundo hay uno solo y te lo vas a perder porque no vas a Ushuaia… vos fijate…
luego, el kiwi fue producto de tu imaginación, no está en la foto… o yo tampoco lo ví…
feliz viaje, con viento en popa y el horizonte siempre a la vista!
biayo
Vaya cielos! Vaya mares.. y vaya tela cómo se me han puesto las pupilas intentando ver al kiwi! Ande andará?
Unas fotos impresionantes Ignacio.
un abrazo!
Alucinante!!
Te ha costado, pero gracias por el kiwi…
Qué gran ojo, figuri.
😉
Maravilloso trecking, maravillos lugar y maravillosas fotos.
Gracias por compartir
Hace mucho que no te dejo un comentario, y además, llevo retraso con tus posts, pero hoy que me he leído unos cuantos de tirón tengo que decir que la belleza de estas fotos es sublime, inabordable, infinita… quien pudiera estar donde tu estás.
Un saludo.
LaCasaSin, no te quejaras, de NZ he hecho un monográfico!! XD
Andres, pozi!
Jiuck, uy, que pregunta más dificil. Yo si viajaba durante todo el día le acababa poniendo 20 euros al día de diesel, si viajaba menos, pues menos. Y luego, bueno, si hay que reparar y todo eso, va aparte. También depende lo que pagues y por lo que lo vendas!! No sabría decirte!!!
Vane, la pregunta es con rintintin o es en serio? 🙂 Si es en serio la respuesta es si también. 😀
César, es que debería haber dicho bahía dorada… un lapsus!!
axouxere, oria, biayo, japogo… no fui yo quién lo puso hay, sino la madre naturaleza. Es un kiwi hecho de rocas… y ocupa casi toda la foto!!!
Pierre Nodoyuna, cosa de un guía…
Jose Diego Sanz, 🙂
Diego, No te preocupes, gracias por sacar tiempo para comentar!! 🙂
Saludicos a todos!!
🙂
ahhh ahora yo también te odio esas aguas cristalinas me robaron el alma T_T, ese kiwi hasta que descubri el secreto
El kiwi de rocas ignacio, me sentía buscando a wally XD
Saludos
Tenía truquillo… jejejej
En 2002 hice Abel Tasman andando y en 2010 lo hice durante 3 días en kayak, y no sé cual de las dos maneras me gustó más, hay que hacer las 2. Depende bastante de la climatología también.
Impresionantes las fotos!!
Hola Ignacio,
Veo que no tienes publicidad en tu blog y no se si no te interesa o no tienes tiempo de buscarlos.
¿Por que no te inscribes en una red de afiliación tipo argonas, tradedoubler o zanox y que te consigan anunciantes? Y que me dices de ofrecer tus servicios en trendtrotters.com?
Bueno…solo es una idea 😉
Carlos, gracias!! yo quiero repetir y volver a hacerlo en kayak!!!
Idoya, gracias por la información! no tengo publicidad porque no hay quién este interesado en ello. ¿Cómo funcionan estas redes de afiliación que me propones?
Un abrazo!
ignacio