(Post cargado de aire con pocas nubes, sorprendentemente rápido pero que tardó en llegar. Cosa que tenía que haber hecho un 19 de Marzo de 2010)
«Águilas. ¡¡Las Águilas han venido!!»
¿Cuanto dura un minuto? La respuesta parece obvia desde el momento en que es medible, así que cambiemos la pregunta ¿Cuanto sientes que dura un minuto? Aquí ya entramos la percepción de cada uno. Un minuto en un silencio incómodo puede ser interminable mientras que uno en plena diversión puede pasar en un suspiro. ¿Y cayendo al vacío? ¿Cuanto duraría un minuto?
El lago Taupo aparecía en el horizonte como un mar. Nada de un pequeño mar, sino un océano en toda regla. Al fondo, tras la ingente masa de agua, asomaban los 2797 metros del Monte Ruapehu y el fácilmente reconocible cono volcánico del Monte Ngauruhoe, a quién muchos conoceréis por haber sido rebautizado como Mount Doom… o Monte del Destino. Es decir, al fondo quedaba Mordor.
Pero ante mí, estaba el lago más grande de Nueva Zelanda. Una explosión de una caldera volcánica creó este lago de 193 kilómetros de perímetro. Una barbaridad. Creédme. Sin embargo, mi parada en Taupo me llevaba lejos de los preciosos azules de su agua. Me llevaba exactamente a cinco kilómetros. Por encima.
Con alrederor de 30.000 saltos al año. Taupo se puede considerar la capital del mundo de Skydiving. Caída libre, para entendernos. Saltar de un avión en marcha y caer caer caer antes de abrir un paracaidas que te salve de acabar espachurrado contra el suelo. ¿Y que diablos hacía yo siquiera sopesando la idea de saltar al vacío? Yo me hacía la misma pregunta. Pocas cosas en la vida me podrían haber dado más miedo.
Y sin embargo, sabía que tenía que hacerlo. Sería probablemente el único �capricho� en el país de los deportes de riesgo. Puestos a elegir uno ¿por que no el que me aterrara más? Siguiendo este razonamiento (carente de toda lógica), empecé a preguntar por la zona. ¿Y es seguro? ¿pero seguro? ¿Seguro que es seguro? Al final lo tenía claro, si lo repensaba un segundo más no lo haría. A por ello. Familia. Amigos. Os quiero. Os pondría en mi testamento si tuviera algo que testamentar.
Sorprendentemente, no estaba petrificado por el miedo. O al menos esa impresión daba mi exterior. Creo que mi interior todavía no sabía que diablos hacía yo allí, junto al a pista de despegue.
Malachie, mi tandem master (¿no esperaríais que lo fuera a hacer sólo, no?) sólo me sonreía mientras mientras me aseguraba que lo iba a pasar en grande. Me coloqué el mono, me ajustó los arneses y me invitó a que no me perdiera los veinte minutos de vuelo en el pequeño aeroplano. �Las vistas son magníficas�, aseguraba. Y debía ser cierto. El frío del día anterior había empujado las nubes contra el suelo y el cielo, azul e impoluto no podía ser mejor.
Conocí instantes antes de saltar a Michelle, que se habría de encargar de registrar para la posteridad mi bien aguerrido o bien lamentable y cobarde actuación, mientras me sentaba dentro de la pequeña avioneta. Sólo dos filas, sin asientos, sobre las que sentarse a horcajadas, tandem master, víctima, cámara, tandem master, víctima, cámara…
Con el despegue, se añadió un nudo al pecho mientras empezaban a sobrevolar bosques y el lago Taupo adquiría todo su esplendor. Ciertamente era tan precioso como cabría esperar. Mi turno sería el último, lo que en según que condiciones no se si sería bueno o malo, pero la suerte estaba echada.
15.000 pies. 5 kilómetros. La compuerta de la avioneta se abrió dejando paso a una bocanada de aire ensordecedora. Hay si se me encogío el corazón. Hasta aquí hemos llegado Sancho. Abajo está el vacío. No mires. No mires. Pero miré. Instantes antes de que mi predecesora saltara… y desapareciera con la rapidez del rayo hacia abajo. Me tocaba. Michelle me sonrió. Malachie me cogió de la mano con fuerza y sólo pronunció una palabra: �Disfruta�.
Me senté con los pies colgando sobre un lado del avión. Y entonces volé.
El cerebro se me paró. Se detuvo en el instante en que salté para sólo ver de refilón como la avioneta se alejaba. Cinco, diez segundos después, volvía a ser plenamente consciente de lo que estaba sucediendo. Y lo gocé.
El rugido del aire acallaba cualquier sonido. Gritaba cargado de energía, empujado por la adrenalina. Gritaba con todas mis fuerzas. La fuerza del viento me empujaba y golpeaba en todo el cuerpo. Giraba y giraba. Abajo el mundo no se hacía más grande, parecía sorprendentemente mantener el mismo tamaño. Sólo quedaba disfrutar.
Michelle, revoloteando alrededor se convirtió en mi punto de referencia. Con ella en frente, descendiendo al a misma velocidad no parecía en absoluto que estuvieramos cayendo. Después me comentaría que si hubiéramos pasado por alguna nube habría sido consciente de la velocidad a la que caía, como lo fui al llegar a los dos kilómetros sobre el suelo, momento en que sin yo darme cuenta Malachie abrió el paracaidas y Michelle desapareció de mi vista en ese par de segundos en que continuó cayendo.
Apenas note el tirón del paracaídas si no fuera por que había perdido velocidad. ¿Ya? ¿Ya se acabó? Imposible. ¿Tan rápido? Todo parecía sorprendentemente silencioso en ese momento. Todo va bien. Todo ha salido bien. Lo hice. Lo logré. Quedaban unos 10 minutos de tranquila bajada.
Me quité las gafas que me habían permitido ver durante la caída para recrearme con la vistas. Podía ver al Monte del Destino, ¡¡desde arriba!! Ja. Malachie me dejó el control del paracaidas. �Llévalo donde tu quieras� Me dijo �así giras hacia la izquierda, así hacia la derecha, así bajas más lento y así más rápido�. Y mis brazos adrenalíticos me movieron por el aire a mi antojo.
Volvía a ser un pájaro.
Para mi hermano Santiago, ¡¡Va por tí!!
Actualización 30 de Marzo de 2010. Por si alguien se ha quedado con ganas de más y quiere ver el video, sólo tiene que pasarse por aquí.
¿Cómo que no tienes testamento, pequeño gorrión? ¿Y tus fotos? ¿Te parece poco testamento?
Dios mio, Ignacio. Estoy que se me saltan las lágrimas. No se si de la emoción, del miedo, de la adrenalina, las imágenes o de qué. Guauuuu, estoy alucinando con tu salto al vacío.
Sólo de ir leyendo los pasos previos al salto, hasta a mi se me hacía un nudo en el estómago, y eso que tengo ganas de probarlo y me quedé con las ganas en Australia. Sin duda, si voy a NZ este sitio es lo mejor y con las vistas, lo merece.
Que más cosas te quedan por tachar de tu lista de cosas a hacer? ya deben quedar pocas, no? 🙂
Un saludo!
&%$·»###
con la chorrada hace un par de meses me habían entrado ganas de bucear… y ahora quiero saltar desde 5000 metros de altura! Si es que lo tuyo es un no parar de dar envidia.
PD: las fotos del salto, estupendas, pero la de las espigas con el lago de fondo, genial
jejeje… muy bueno!!!
Superman en Mordor?
¡como molaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!¡que envidiaaaaaaaaa!
jaja, estás hecho un cabroncete (con cariño)!!! Hace dos semanas estuve en un curso de parapente y ahora nos estábamos pensando hacer paracaidismo… te me has vuelto a adelantar!!! 😉
Yo siempre me he preguntado como se vive ese segundo en el que los pinreles te cuelgan del avión… escalofríos me dan de pensarlo…
Muy buen relato, aunque me extraña que to te llevaras al cámara contigo… jeje
Un abrazo!!!
Ufff!!! y lo mejor de todo es que una cámara te pudo acompañar en todo el proceso! 😀
cabroooorrrrllll!!!!! Si se¬nor, eso es aprovechar el lago taupo y lo dem’as tonter’ias!!! Entonces bungee jumping en Queenstown, no? 192m all’i tio!!
Lo que decía el otro día: tu prosa se está volviendo épica a fuerza de experiencias. Casi notaba que la adrenalina se me disparaba a mi!
No tengo envidia, no tengo envidia, no tengo envidia…
Mamonazooooo!!!!!!! Ya si que te pasas, voy a dejar de leer tu blog, esto no puede serrrrrr
jajajajaja, que grande!!!
Un fuerte abrazo!
Cada vez la envidia que te tengo es menos sana! jaja
Tierra, mar y aire, ya lo tienes todo conquistado!
Joder, qé guapo. Yo recuerdo cuando lo hice yo en Italia, el peor momento es cuando te toca a ti y empiezas a avanzar hacia la compuerta por la q vas a saltar.. yo me qedé petrificado, el q me movía era mi tandem master. Esos 2-3 primeros segundos tras saltar son inolvidables :D. A mí de hecho me hicieron un vídeo de aqella experiencia, os lo dejo por aqí: http://www.youtube.com/watch?v=JlCUE7w89is
Totalmente de acuerdo con Sirventés, a mí me han empezado a sudar las manos!!!!!!
También de acuerdo con los insultos que te han dedicado por ahí arriba, totalmente merecidos!!
En serio, por favor, déjalo ya… la tortura ha sido suficiente, cierra el blog y deja de contarnos todo lo que haces y matarnos cruel y lentamente de envidiaaaaaaaaaaaa!!!!
espectacular!! 😀
Voolando, ooh ooh, baailandooo uoh uoh,… ¿no era así la letra de la canción?
por cierto.. el título de dónde sale???
¿Dónde están mis pelos de los brazos que me han salidos unas escarpias?
¡Qué GOZADA!
Qué huevos tienes querido…
Maligno volante, te acercas a la dominación de todos los elementos!!!
argggg, te me has adelantado!!! De este verano no pasa!!
jajaja, me imagine a mi persona en tus Zapatos Ignacio y me imagino lo que pudiste haber sentido. De todas formas me causo tanta gracia eso de subirse al avión y de repente ver que todo es tan real y saltar. no se sí yo hubiera podido abrir los ojos :P.
como quiera que sea no nos digas que vas a cambiar los buceos por los saltos en paracaídas.
Saludos
Pero qué cabrón!!!!
Entre las fotos y el relato a mí también se me han puesto los pelos de punta, lo digo en serio 😀
Qué bien narrado, coño! jaja
Yo ya no sé que más nos queda por verte hacer con la baba colgando. Si es que en el viaje estás cumpliendo todos los sueños de gran parte de los terrícolas. Y además mientras los demás continuamos en nuestra tediosa rutina de estudiar/trabajar/buscar trabajo. Y claro, a cada paso que das siembras mucha envidia, y cada vez menos sana xD
Salud!
Con las ganas que tengo yo de hacer skydiving, yo creo que tienes un hijo por el viaje y será la aventura más completa que nadie ha tenido jamás. xD
Lo que más me gusta de tus post es la forma de narrar tus peripecias, parece que el que se iba a tirar era yo!
A disfrutar!
^_^
AL ataqueeeeeeeeeeeer! Que fristro!
¡Qué basto! :p
Sólo por las vistas merece la pena el vuelo…
Y por la historia, claro.
Voooolaaaareee!! Ohhhhoohhhh!
Esto es algo que también tengo en mi lista de cosas pendientes… emocionante el relato, impactantes las fotos.
Y el video?
Wow!!! Muy bien Valiente!!!!
LA sensación debe ser brutal! Yo he volado sólo 17 veces en parapente (sóla) y es indescriptible la sensación de estar ahi fuera, el viento, el espacio a tu alrededor….
No dejas ni un sólo «capricho» en este viaje!
Mola!
😉
me uno al sentimiento de envidia general (y eso que tengo vertigo…je je), qué bonitas las fotos Ig
@Oria, y señor Juez a Oria le dejo las fotos de Islandia… bla bla bla… 😉
@LaCasaSin, es que fue flipante!!!
@Javier I. Sampedro, el problema es que ahora la lista va creciendo!! XD
@Nico, te voy buscando el sitio que te venga más cerca?
@Kike, 🙂
@Marta Tiana, hay que confesar que está quedando una mitología de lo más extraña… pero así es! 😀
@Hedrael, adrenalina pura y duraaaaaa!!!1
@Memoriadepez, el problema está en el segundo que caes… de verdad que el cerebro se para!!!
@Pati, lo mejor… a base de rascarse el bolsillo. 😛
@Diego Labajos, ya creo que he cubierto mi parte de presupuesto de actividades de riesgo en NZ!! Son todas muy caras!!! 🙁 🙁
@Sirventes, espero que no te hayas tirado de la silla al grito de «Geróoonimooooo»
@Vicente Alfonso, do it!!! salta!! 🙂
@Morfet, 🙂
@agu2V, ese momento es brutal. Yo creo que si hubiera sido el primero me habría dado un jamacuco seguro!!!
@Vane, ya me callo, ya. 🙂 Por cierto, el título lo averiguarás en breve!!
@Pablo, jajaja!!!
@Abantu, los que venían de serie… 😉
@Pierre, en eso estamos!! XD
@Santi, jejeje… eso espero!!
@Monchoman, me encantaría, pero si el buceo ya era caro… el skydiving ni te cuento!!!
@Dani, suena a amenaza!!! 🙂
@Fer, que tenga un hijo en el viaje… calla calla… lagarto lagarto!!!
@Monttse, 🙂
@Cilinderman, jarl!!!
@Lograi, especialmente por las vistas… 🙂
@japogo, coming…
@Nuala, haces parapente y sola? Madre mía… eso si que debe dar miedico… y sin saltar? Yo solo creo que no lo haría!! jajaja
@Vir, y yo también tengo vértigo!!! jajajaja!! No lo había pensado hasta ahora… ups!
🙂
No, no, amenaza no. Es solo un aviso… 😀
jajaja!
…jejeje, ya no!