�¿Sabes cómo comenzó Australia?� Inquirieron los ojos azules de Matt. �Esto fue una colonia penal. Es decir, los ingleses mandaron aquí a los convictos… ¡¡como castigo!! Pero, ¿qué clase de castigo es ese? Los ingleses se quedaron con su tierra gris de lluvias y ¡a nosotros nos mandaron a este paraíso lleno de sol y playas!�
Es justo reconocer, con el paso de los años, la ironía de la situación. Pero cuando los primeros colonos, criminales casi todos ellos, llegaron a las costas del nuevo territorio inglés, la Nueva Gales del Sur, en 1787, era de todo, menos un lugar idílico. Falta de medios, epidemias, problemas de hambruna. El paraíso desde luego no pasaba por allí.
Después llegarían más y más, incluyendo ciudadanos libres, se comenzaron a construir carreteras, se comenzaba a prosperar, se descubriría oro y voilá, todo comenzaba a funcionar. Al menos para los nuevos habitantes. Los antiguos, los aborígenes, que habían habitado esas tierras durante 50.000 años, no vieron la invasión con buenos ojos (sabiamente), pero para el resto del mundo Australia había nacido. Era 1901.
Un país que apenas pasa los dos siglos de edad es invariablemente un país sin identidad propia o tal vez en busca de una, aunque a nadie parece importarle demasiado. Después de todo, si los que llegaron eran ingleses, no debería resultar extraño el encontrarse un aire similar.
Esa fue mi primera impresión en Sídney, que me recordaba tremendamente a Londres, la capital de la Pérfida. Miento. Esa fue mi segunda impresión. La primera fue girarme a cada paso, escuchando inglés por todas partes pensando la cantidad de turistas que había en esta parte del mundo.
El inevitable shock de la vuelta a la civilización. La inconsciente comparación con el sudeste asiático. Mundo organizado, semáforos que se respetan, cruces ordenados, carreteras sin masificar, gente maquillada, trajeada, repeinada, hormiguitas negras entre rascacielos, cruzando las calles café en mano. Compra, vende. Restaurantes italianos de inmaculadas mesas al sol.
(Mío, mío, mío, mío)
Se veían las pintas a primera hora de la mañana, se veían los pubs, las casas bajas con jardines, vuelta a las moquetas, Hyde Park, Kings Cross, Green Park, Paddington, Bond Street, Oxford Street, la City… definitivamente no había que hacer un doctorado para averiguar los orígenes de la ciudad.
Su aire más personal se encuentra primero a orillas de puerto, donde se encuentra la Casa de la �pera de Sídney. Icono. El más joven de todos los sitios incluidos en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO. Una maravilla arquitectónica que identifica a una ciudad y a un país en el mundo entero. Visualmente es un delirio.
Aunque el mayor delirio llegó al comparar los precios. Sudores fríos. Mareos. Casi pérdida de consciencia. En el primer mundo nos están engañando, os lo digo yo. Pasé de mi habitación particular a cinco euros (desayuno incluido) a compartir habitación en un dormitorio por veinte. De comer por uno a comer por diez. De moverse por la ciudad en moto a tres euros el día a pagar tres euros por un trayecto en metro.
Era necesario hacer un reajuste. ¿Cómo? El principal cambio llegaba de la mano de la cocina. Si. Ahora, en los hostales, ya tengo cocina. No se llevará un premio al orden y la limpieza pero es requisito imprescindible para economizar. Siempre y cuando te lo permitan los tenderos.
(Si otras ciudades tienes palomas o gorriones… aquí el cielo lo dominan los murciélagos)
(Una clásica furgoneta preparada para hacer kilómetros y kilómetros australianos)
Mire y remiré los spaguettis (un clásico de supervivencia básica) en el Convenience Store. Nada. No hay precio. No lo veo. ¿Será el jetlag? Me acerqué a las galletas. Pues tampoco tienen precio. ¿Me estaré volviendo loco? ¿Carteles, etiquetas en las estanterías? Nada. Llegaba la hora de autohumillarse.
– Disculpe.
– Mmmmm. (¿donde quedó la elegante coletilla de Sir o Mister? oh, añoranza)
– ¿Cómo puedo saber cuanto cuestan las cosas?
El cajero me miró extrañado.
– Pues me preguntas y te lo digo yo, claro.
– ¿Cada cosa? ¿Cada cosa que quiera mirar, comparar y si encuentro algo mejor comprar?
– Si.
Madre. Esto nos va a llevar un rato. El tendero me miró esta vez con curiosidad por encima de otros sentimientos.
– ¿De donde eres?
– ¿Yo? De España.
– Ah. ¿Y en España tenéis el precio puesto en todos los productos?
– … por supuesto.
– Jeje. Que graciosos.
– …
En España y en todos los lugares que he visitado en mi santa vida, caballero, estuve a punto de añadir.
Tiempo después descubrí que esta curiosa práctica de desinformación sólo se utilizaba en los combinis y que el resto de comercios de la ciudad, si que mostraban sus precios. ¡Ah! ¡Curiosidades de los nuevos ingleses!
Lo cierto es que tras el shock inicial pasé mis primeros días por la ciudad sintiéndome como casi como en casa. Territorio conocido donde entendía lo que estaba sucediendo a mi alrededor. Una gran ciudad, donde siempre están sucediendo cosas, imposible de abarcar.
Y una ciudad cuya comparación con Londres no sería del todo justa. Al fin y al cabo, aquí pueden presumir de playas.
Y eso, mis queridos hobbits, lo cambia todo.
Creo que ya te lo recomendé, y supongo que ya lo habrás leído, pero por si acaso… estando en Australia, no puedes dejar de leer «Down Under», de Bill Bryson.
Muchos abrazos
Por fin Australia….Que recuerdos! Allí estuve de viaje de novios y me impactó tanto la Opera que le hice un trillón de fotos…la familia se aburría de verla en el típico video coñazo de viaje de novios 🙂
La recuerdo tal cual como están las bonitas fotos aunque echo de menos la zona de Darling Harbour donde me pasaba el día…
Pero amigo, la gran diferencia con los ingleses es lo fácil que es entenderse con ellos…siempre he dicho que con un inglés medio te entiendes en todo el mundo menos en Londres…
Saludos!
Qué guay! Tiene muy buena pinta… A mí lo que me sorprende es que todo el mundo que conozco que ha estado dice que se parece a Londres y luego cuando la veo yo en la tele o en fotos no se me parece… jajajaj Tendrá cosas muy típicas en común pero lo que es la ciudad, la pinta general, no se me parece nada… Tendré que ir algún año de estos para comprobarlo por mí mismo… jajaja
Menudo cambio de aires has pegado….
Siete
Menudo cambio de aires! Entiendo perfectamente lo del xoc después de tanto tiempo por el sudeste asiático. En fin… maravillosas fotos… como siempre. 😀
Uffff!
Si el shock es hasta para nosotros!
Qué cambio en las fotos!!!
Me da un poco de penina, jo.
Hasta tu gesto parece un poquillo menos «alegre»…
^_^
guau…y andas boca abajo como los murciélagos????
🙂 enjoy the difference!!!
Supongo que el shock habrá sido brutal, menos mal que no ha afectado a tu ojo fotográfico, me ha encantado la composición de Sidney 51…
Por cierto, no habrás coincidido con Spencer Tunick, parece ser que la está liando por Sidney, esta vez 5.200 personas en bolinga han posado para el.
Un abrazo.
Marcos
¿Y no te sientes un poquito del sudeste asiático ahora…? ¿O de otro mundo, quizá?
El cambio, desde luego, es brutal. Ahora, a acostumbrarse a eso que se ha dado en llamar, tal vez erróneamente, «civilización» :p
Cómo para abarcarla… No es la ciudad más extensa del mundo? (O al menos eso creo recordar).
Por cierto la foto del banco+arbolazo es brutal, no se por qué pero me ha recordado a Big Fish y Tim Burton, cosas mías.
Lástima que por culpa de la National Geographic entre otras, a Australia siempre la asocio con sequías e incendios…
Coincido en lo de big fish.
Una curiosidad: si en el sudeste asiático se peleaban por posar para ti… cómo y por qué posaron para ti este grupo de alégres jóvenes tatuados y sin depilar? (asumo que el joven de tutú sería de los que se pelean por salir en la foto, prejuicios míos).
Sergio, pues no no me lo he leido… pero estoy en fase de acumular libros!! jajaja. Me lo dejo para cuando me recorra Australia en condiciones?
Monthy, no te cuento la cantidad de fotos que tengo yo de la Opera House! jajaja! Terrible!! Por cierto de Darling harbour hay 3 fotos…
Uvepece, ¿más gente te había dicho que se parecía a Londres? Que curioso. A mi nadie me lo había comentado antes…
Siete de Nueve, pozi. 🙂
Tsukilina, shock total. jajaja!
Nuala, ¡para nada! Me lo estoy pasando en grande. Cierto que echo de menos a los asiáticos, pero ya me pasaba en el sudeste asiático que iba echando de menos cada país por el que pasaba!! jajaja!
Yoda, boca abajo te escribo. 🙂
Marcos, pues no creas, para hacer fotos de la Opera House me tiré unas cuantas horas! No encontraba ángulos que me gustaran!! Y nooo, no estuve con Spencer Tunik, porque me enteré tarde!! oh. 🙁 🙁
Lograi, es una buena definición. Al principio iba sonriendo a todo el mundo, como acto natural, reflejo del sudeste asiático. Y oh, sorpresa, más de uno y más de dos me devolvían la sonrisa. Otros muchos han flipado, claro.
Morfet, la ciudad más extensa del mundo? seguro? No lo he comprobado, pero lo dudo, creo que el record lo ostentaba Mexico DF seguido de Tokio… aunque hablo por hablar, eh?
Nico Cinero, no seré yo quién engañe a tu ojo clínico… ni a tus prejuicios! 😉
Menudo cambio en cuanto a las anteriores entradas, creo que de esta zona vamos a ver cosas muy interesantes, cita que tengo marcada visitar a no mucho tardar.
Me ha hecho gracia el tema de los combinis y que no tuvieran precios, que curioso XD
La foto del super árbol con el banco al lado me recuerda a la de un amigo en Nueva Zelanda. Qué ganicas de que llegues ya allí.
Vaya cambio!!! El shock lo suelo sufrir incluso cuando estoy un mes fuera, por lo que no quiero imaginarte como puedes sentirte tu… La diferencia de precios, el idioma, la «civilización», el no regatear!!! cuantas cosas cambian…
Ahora me siento con unas ganas inmensas de ver la ópera de Sidney… y es por tu culpa!!! 😉
Pásalo bien y un abrazo
PD.: «mio, mio, mio»… jajaja… muy bueno!!!
Mmm… tengo una sensación extraña después de leer este post… De golpe siento nostalgia de aquellos lugares exóticos donde estuviste hasta ahora y me siento extraña de vuelta a la civilización!
Si! Eso es lo curioso! Que soy YO quien se siente extraña! xD
Supongo que los que te leemos, te acompañamos en tu viaje más de lo que nos parece!
y por cierto, no puedo parar de pensar en Nemo mirando tus fotos xD
«Voy a P. Sherman calle Wallabi, 42 Sidney» xD
Ah! La playa…
Vaya pedazo de post. Shock cultural, seguro. Lo curioso es que sea al llegar a la civilización. Dice mucho. Y veo que has dejado tu frondosa barba en el Sur Este Asiático. En el mundo civilizado hay que guardar las apariencias no? Ay… Que mal entendidas tenemos algunas cosas por nuestros mundos. Precios de lujo para que te den basura. Y hasta hace unos días, precios de basura para que te dieran lujo. Algo si que no se puede negar, y es que a Sydney le gusta que le saquen fotos.
«Los ingleses se quedaron con su tierra gris de lluvias y ¡a nosotros nos mandaron a este paraíso lleno de sol y playas!�… Eso me ha dolido realmente, Mr Izquierdo…
Anyway, ¿para cuando un tutorial que nos muestre tu maestría en el procesamiento de esas fotos que haces? (yo por pedir que no quede, je, je)
uff cambio total, bienvenido de nuevo al pensamiento occidental y al capitalismo amigo!
Imagino que cuando te alejes de Sidney, el tema se relajará un poco pero creo que ya no desaparecerá…
Eso sí veo que en esta nueva etapa vas a disfrutar mucho de tu nuevo hobby: el submarinismo! 😀
voy a ponerme a delinquir por aquí, a ver si me mandan castigada a Australia
me gustaría ver murcielagos, por otro lado, por que decidiste escoger o visitar australia?, alguna circunstancia en específico?
Saludos
se lo podias haber dicho.. si Sr, en España, en Alemania, en Islandia, en Londres, en Tokio… blalbabalblalb…. en Bali..
Vamos vamos!!
Una cosa sobre los precios, para ti es baratisimo asia, pero el asiatico no cobra al mes lo que tú. 😉
Y es verdad lo que dice Sirventes.. que ha pasao con la barba????? Si estabas guapo!
En fin en fin, 🙂 seguiremos por aqui
Jose Carlos, eso espero… que veamos muchas cosas intersantes por aquí. 🙂
Oria, pues recién aterrizadito estoy! 🙂
Memoriadepez, eso, yo aquí a picar a todo el mundo!! jajaja! Venga, tira pá Sídney!
Gala, pues si, me lo imagino. Aquí entrabáis a ver playas y lugares remotos… y te encuentras una ciudad! 😉 jajaja! He perdido todo el glamour saliendo de Asia. 😛 Bueno, lo cierto es que Sídney han sido unos días extraños. De reajuste, supongo.
Sirventes, la barba ya murió en la última semana en Bali… demasiado calor!! Lo de guardar las apariencias ya sabes que hace mucho tiempo que no se como se hace. 😛 (Y sí, echo muchíiiisimo de menos la comida asiática. Que rica!! y que barata!! Me ha encantado tu comparación).
Rhamnus, jajaja… me dirás que miento? Mira que yo he vivido también en Londres… y sé lo que és! 😀 Con respecto al tutorial… esto… esto… mira! un elefante volador!! 😉
Pati, no lo tengo yo demasiado claro. Seguro que la zona lo merece… pero los precios me temo que también!! :S
Vane, nada, ya no cuela… hemos nacidos dos siglos demasiado tarde!! mecachis!!
Monchoman, pues nada, me pillaba de paso entre Bali y Nueva Zelanda. 🙂
Monttse, sí. Sé que el asiático no cobra lo mismo que yo, pero también sé que a mi me cobran más por la comida que a un local. Pero de cualquier manera, si se puede conseguir un plato de comida por 1 euro que te cobren 20 por lo mismo o de peor calidad, nos deja al menos como muy tontos. 😉
🙂
bueno, como muy tontos no. Porque el coste de personal en nuestros paises no es tan bajo.
Ni vivimos en casitas de madera junto a una jungla preciosa, ni podemos sacar la comida de los arboles o de la propia huerta porque eso aqui cuesta mas caro aún ni somos los mismos millones de personas demandando cierta cantidad -desproporciana a veces- de alimento diario que ellos. Nuestra «vida» es diferente.
No hablo de felicidad o calidad de vida… yo sería feliz viviendo en uno de esos sitios, supongo que tu también, pero en cuanto a desarrollo, estan por debajo y no somos tontos por eso. Las cosas tienen un precio y hay que pagarlo.
Por cierto, las motos y esos vehículos tan monos son los mas contaminantes del planeta. La higiene vete tu a saber… el tipo al turista está a la orden del día…en fin, son dos mundos incomparables.
La mirada poética del que lo visita sin las obligaciones y sueldo local es muy bonita siempre, pero de alguna manera irreal.
En fin, que si eh, que todo muy bonito y todo muy bien y tus fotos como siempre !! ^_^
Coincido con la del árbol y el banco en calificarla de espectacular!!!
Los murciélagos… sorprendentes!! (al menos para mí)
La �pera… irreal!
Sidney 26 fisheye? fisheye??!!!
La arquitectura… delirante
Australia… quizá… algún día… hemos canviado un poco la visión…
Y… Nueva Zelanda??? Cómo se anda por allí??? Si te encuentras con Frodo NO LE QUITES EL ANILLO!!! (si es que aún lo tiene…)
Mind the gap…
mío, mío, mío, mío
jajajaa, me ha hecho gracia, xD
No sabía nada sobre Sidney salvo el «icono» como tú lo llamas, está muy bien descubrir más cosas del lugar
Saludos!
Sí que ha cambiado el panorama, sí. Ánimo con la adaptación al nuevo mundo y cuida las monedas, que nunca se sabe! Jijijijiji…
always magicals shots
it’s a great civilization shock
about England, I like the green country in sumer only
but dark cities during the winter… you have to born there to get used
I am so happy to discover Sidney opera from corner we had seen never
Fantástico blog!!!
Fotos realmente de primera calidad. Narrado con frescura y espontaneidad. Eso si, debo decir que habiendo vivido en esta ciudad mas de la mitad de mi vida, me sorprende verla retratada con tanta precisión.
Me alegro que estes disfrutando tu aventura y te seguire los pasos ahora que Anasan me ha dado tu pista.
Un saludo desde SYDNEY….
Me encantan los murciélagos. Desde cría.
Esto es una Maravilla del mundo.
Tuve la suerte de poder irme a Australia tras vender mi coche y necesitar un cambio en mi vida y mejorar mi Inglés.
Me hospedé en Brisbane al Norte de Sydney a unas 10 horas.
Visite Melbourne, Nueva Zelanda, Darwin, La gran barrera de coral…
Aquello es un paraiso digno de visitar, lo recomiendo como primer destino a todos
un saludo