(La paciencia que es la madre de la ciencia informa que este post tenía que haber pasado por aquí un 11 de Enero de 2010)
Hay varias cosas que llaman la atención de Ko Lanta. La primera es que es relativamente tranquila y relajada en comparación con otras islas similares de los mares tailandeses. La segunda es la carencia de montañas, lo que la hace ideal para recorrer en moto (je je). Y la tercera es una forma cuasi rectangular que la hace tener playas larguísimas… especialmente las que apuntan al oeste. Ideales para disfrutar de los atardeceres.
Los tailandeses ya la han sentenciado. Se ven e intuyen construcciones y más construcciones, resorts, bungalows y carreteras asfaltadas. Todo para irónicamente anunciarla como la más tranquila de las islas. Será durante poco tiempo, pero hasta entonces y antes de que se convierta en centro de fiestas compitiendo con Ko Phi Phi en el mar de Andamán, resulta de lo más agradable.
Lo cierto es que las edades del turisteo son sensiblemente superiores a las de otras islas y por algún motivo que desconozco la isla es centro de suecos, tanto que las librerías tienen zonas especializadas en sueco y hay banderitas azules con cruces amarillas por todas partes. Cómo Mallorca con alemanes, vamos. Que en algún momento llegaron para quedarse. 😉
Si la costa Oeste es casi una enorme y larga playa, la este es mucho más rural y quizás mucho más interesante. No es que necesite excusas para alquilar una moto, pero en estos lugares donde el alojamiento está repartido a lo largo de la costa sin ni un mísero seven eleven a la redonda, lo cierto es que son imprescindibles.
(Esperando al sunset…)
Así que ya que una moto era vital para mi supervivencia y ya que la tenía no era cuestión de dejarla paradita al lado del bungalow, así que en un clásico día de exploración motera me dio tiempo a recorrer aldeas, pueblos pesqueros, miradores… y pasearme por las escuelas de buceo a ver que ofertas tenían.
Sí, en mi viaje desde Ko Pha Ngan hacia el sur había vuelto a dejarme seducir por lo que decían era uno de los mejores lugar de buceo de Tailandia (con el permiso de las Islas Similan, que dejaremos a modo de comodín para otro viaje): Hin Muang y Hin Daeng.
Uno se da cuenta de la no explotación masiva de esta isla cuando ve que hay competencia en los precios. Aún no han llegado al punto en que se sientan todos los bucaneros juntos alrededor de unas cuantas tiger beer y dicen: �A ver, ¿A cuanto vamos a sablar a estos?� al tiempo que todos jalean ¡¡¡Sangre de faraaang!!! ¡¡¡Sangre de Farang!!!
Lo cual es mejor para el viajero porque con un poco de tiempo puede encontrar buenas ofertas y así acabar buceando por la mitad de lo que ofrecían en un principio. Sugoi. (Por cierto, el sitio que recomendaban en la lonely planet costaba más del doble… algún día hablaré del efecto de la famosa guía en la economía local).
Uno de los alicientes de Hin Muang y Hin Daeng son las mantas rayas, pero antes de que se dispare el odiometro os diré que no vimos ninguna. Temas de corrientes marinas, o eso decía el capitán Achab. Al parecer no había pasado demasiado tiempo desde la luna llena, la misma que había iluminado la sórdida noche de fin de año y su paso crea corrientes más fuertes. Eso en mi mente no tiene demasiada lógica, pero San Google dice que es correcto, así que me abstengo de replicar.
Sea como fuere, no vimos nada espectacular ahí abajo. O más bien nada más espectacular que el propio fondo marino que ya dejaba la boca abierta. Hin Muang, la montaña morada y Hin Daeng, la montaña roja, hacían honor a sus nombres. Montañas de anémonas, plantas y corales y paredes y paredes repletas de vida. Un cuidado paraje submarino en mitad de la nada. No en vano hay que viajar cuatro horas en barco de ida y otras tantas de vuelta para poder llegar a la pequeña roca que sobresale en los confines del mar y que indica que has llegado al deseado destino.
Es, con o sin mantas rayas, con o sin tiburones ballena, una gozada. Uno de los dive masters comentaba que hace tres años una especie de virus submarino arrasó con la vida en estos arrecifes. Es decir, lo que estábamos viendo tenía en muchos de los casos, sólo tres años de edad. Simplemente increíble. Ya lo decía Jeff Goldblum en la piel del matemático Ian Malcom: La vida se abre paso.
Acababa con esto mi paso por Tailandia, que entre unas cosas y otras, que si entro, que si hago unos visados, que si vuelvo, que si hago un visa run, que ahora revuelvo para navidades y demás, ha ocupado casi dos meses de mi tiempo de viaje. Era hora de seguir nuevos rastros, pequeña ranita.
Mis pasos se dirigían por fin, a Indonesia.
Pero mientras tanto, y mientras llegaba, disfruten estos finales del día, que como bien me hicieron saber Pilar y Sergio, son de lo mejorcito. «No te vayas sin ver al sol ponerse sobre el Mar de Andamán», me dijeron. Gracias por el consejo. El atardecer más alucinante que he vivido en este viaje.
Créanselo. Es de verdad.
Para Antonia.
Más fondos marinos y las criaturas que enamoraron al capitan Nemo, aquí.
Más cielos creados por la mente de un genio, aquí.
Ignasio,
Hace anos(pero con el palito) que sigo tu blog, me gusto mucho.
De echo no recuerdo como llegue a el. Creo que fue por mis ganas de ir a currar a japon.
Sobretodo, lo empece a seguir asiduamente, cuando te decidistes por empezar la vuelta al mundo. De echo, el transiberiano yo lo hice casi un anyo antes que tu te embarcaras (y por supuesto tropecientos anyos despues que miles de personas)y me encanto seguir tus relatos acerca de tu experiencia. En algunos aspectos parecida, en otros muy opuestas. Es curioso ver como los relatos varian dependiendo del pie con el que te levantas y la gente con la que te cruzas.
Sobretodo tengo que decir que me han fascinado las fotos y la continuidad de tus relatos. Reitero, sacas unas fotos espectaculares, a veces son tan buenas que no hacen justicia(para bien y para mal).
en su dia me plantee invitarte de canyas en Singapur pero no lo hice.
puesto que sigues en Asia, y creo que si das la vuelta al mundo volveras a pasar por aqui, ofrezco ronda de canyas y alojamiento mediocre gratis en centro ciudad, y paseo de entrenaminto con los Dragon Boats, Tu nueva carcasa de la G11 podran plasmar las imagenes inusuales de singapur que yo no he podido.
Poco mas aparte de curiosidad por conocerte.
ya sabes, si te animas a las canyas me avisas
Apatrio
Otro post alucinante, tanto dentro como fuera del agua. Ya tienes que ser boquerón experto, jeje 🙂 que vaya bien por tierras indonesias, la aventura no para..
Un saludo!
hola hola Ignacio, he estado revisando mi Nikon D90 y creo que la voy a devolver, porque le faltan las opciones de hacer nubes increibles y el boton de toma pedazo de puesta de sol. 😉
Por otro lado lo de las banderitas suecas no será que te metiste en el Ikea sin darte cuenta? que con tanto entrar y salir de tailandia tienes que estar desorientado.
a seguir disfrutando del viaje.
PD.:Luego te envío por correo o por Flicr unos briconsejos de foto submarina y la G11 que me ha dado para ti un compi ;).
Esperamos noticias tuyas de Indonesia… y si, aunque sea en foto, unas puestas de sol espectaculares… es una de las cosas que más me gustan.. la puesta de sol en una buena playa con la piel churuscaita!
¡¡qué ganitas de buen tiempo!!!… una de sol para cargar energíassss!!!
Beso
Me alegro de que te gustaran los atardeceres Tailandeses. Era imposible que no fuera así!
Te seguimos con entusiasmo 🙂
Muchos abrazos.
Lo que tu te estas pegando es vida…. y lo demas son tonterias!!!!
(AGH!!! NO ME PUEDO CREER QUE VAYAS ANTES QUE YO A INDONESIA!!!! YAAAAARGH!!!!)
Bueno, ha vuelto el alquiler de moto! Yuhuuu!
Las puestas de sol preciosas, pero me he quedado con las fotos de los fondos…me parecen preciosas!!!
Qué viva el colorín!
Aunque la que asoma la morena da miedín!!!!
^_^
Todas buenísimas. Las que más me gustan son la de dentro del chiringuito y la de b&n!
Ni se cuantas veces has dicho ya que es el mejor atardecer que has visto ni las veces que yo he dicho que las fotos de los atardeceres son de las mejores que he visto. Chapó!
Esperando noticias desde Indonesia!
Pues si una maravilla de atardecer y de fondo marino!
Yo es que a los cielos, y a ciertas nuves no puedo resistirme, caigo sin paracaidas…
De ensueño total!!!
E S P E C T A C U L A R!!!
Ya me he quedado maravillado con los atardeceres en foto, osea que no puedo ni imaginarme como pueden ser «al natural»…
Buena ración de fotos, creo que como Jose Diego voy a devolver mi cámara y comprar una que tenga boton de «click aquí para fotos como las de Ignacio Izquierdo» 😉 (patentado por Nikon?)
Un abrazo, espero noticias desde Indonesia.
Wow! A lo que se va a cotizar la experiencia paisajístico-motera-cultural-lingüisti-gastronómico-acuática que te estás marcando!
Te pongo un link que informa de un posible terremoto de 8.5 en la isla de Sumatra con maremoto incluído o tsunami como lo llaman ahora.
Cuídate
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idtipusrecurs_PK=7&idnoticia_PK=679867
envidia, envidia y más envidia… sana?…que es eso?
sin palabras
Hola me encantan tus fotos, y quería saber qué cámara usas.
Hola Jéssica, te puedo decir que la camara tiene muy poco que ver jajaja, doy fe de ello que tengo la misma y mira que pongo interés pero na jajaja, el chico nos ha salido artista y es lo que tiene, nos ha tocado sufrir y no querer mirar ya nunca mas nuestras fotos ;).
Por cierto es una nikon D90, Ignacio, ¿si lo pongo muchas veces me regalarán un objetivo los de Nikon? :p
Me encanta la foto submarina Hin Muang – Hin Daeng 20. Impresionante
Apatrio, muchas gracias por tus palabras. Efectivamente, tal y como dices, al final tu percepción de un sitio depende de tu estado de ánimo y de quién y cómo te encuentres por el camino. Por eso no hay que tomarse demasiado en serio este blog, que sólo es el mundo como yo lo veo. No tiene porque ser cierto. 🙂 Una pena no haber estado en contacto antes, podríamos habernos visto en Singapur!!! 🙁
Javier I. Sampedro, gracias… ser boquerón avanzado es un honor, pero me sigue quedando mucho muchísimo… lo cual siempre es una excusa para seguir sumergiéndome. 😉
Jose Diego, jejejeje… si ya te digo yo que la culpa la tienen los sitios… yo no hago nada más que darle al click! 🙂
Cristina, lo cierto es que la mayoría de los atardeceres han molado, pero nunca llegaban a ser tan redondos como este. Fue simplemente genial!
Sergio, gracias a vosotros. Ir preparando el informe de musts de NZ, que me queda poco poquito… 🙂
Nathalie, ya ves… te despistaste y me colé. Jijijiji.
Nuala, las morenas impresionan, pero yo creo que hay que incordiarlas mucho para que te hagan algo. Yo por si acaso no me acerco demasiado! 🙂 Si, viva la moto! Ya la echaba de menos!! 😀
Uvepece, gracias!!
Morfet, siiii… jajajajaja!! Es que siempre me parece el mejor el último!! pero el otro día lo estuve pensando y creo que este y el del Gobi están en cabeza. 🙂
Charlotte Harris, las noticias desde Indonesia acaban de llegar! 😉
Queseyo, sin paracaidas noooooo!!!!
KIKE 🙂
Memoriadepez, jajaja patentamos el botón? nos adelantamos a Nikon? 😛
Japogo, espero que se cotice a la alza en memorias-sonrisas-buenosrecuerdos!
Belén, gracias por la info. De momento aquí no ha pasado nada y no hemos oido nada… menos mal!
Toni, 😉
Jéssica, gracias, como bien dice Jose Diego es una Nikon D90. 🙂
Santi, como curiosidad por si no lo había deducido Hin Muang – Hin Daeng 20 es el mismo sitio que Hin Muang – Hin Daeng 01. 🙂 Curioso y diferente verdad?
Gracias a todos por los comentarios!!
🙂
Este viaje debe haber sido increible, asi al menos lo demuestran las imagenes que son idilicas
Alucinante
Y la cita de Ian Malcolm vamos, ya de aupa! xD
Saludos
Viajar sin brújula, pues si. Fue alucinante.
Iñaki Mateos, XD!!
🙂
llevaba mucho sin leerte…esta noche me estoy leyendo todos los post sin descanso,y no puedo parar!!! ese atardecer es brutal, si no fuera porque lo veo en tus fotos no me creería que algo tan increiblemente bonito es real