La diferencia era el número de barcos. De tener las aguas del Mekong ocupadas por todo tipo de cacharros flotantes donde los apacibles remos se mezclaban con los estruendosos motores habíamos pasado a la soledad más absoluta. Y el río se perdía a ambos lados donde cortaba el cielo con una fina hilera verde, fruto de la frondosa vegetación de las orillas. Camboya. Ya estaba en Camboya.
(Tintín en Camboya, nunca exisitió… pero aquí sí. Al menos la portada. Y sí, también hay Tintín en Vietnam, Tintín en Tailandia, etc…)
El viaje por el Mekong en barca lenta (lentísima) nos llevaba tras un par de transbordos que acabaron en una furgoneta cochambrosa, al centro de Phnom Penh. A pesar de las más que evidentes similitudes (al final todas estas ciudades se parecen mucho), eso no era Vietnam. ¡Oh Sorpresa! Me esperaba, muy a mi pesar, un país paupérrimo. La primera impresión no indicaba eso. Calles anchas, bien asfaltadas, enormes coches encerados mezclados con motos y tuk-tuks y todos bastante ordenados. ¿O lo mismo me lo parecía a mí tras llegar desde la mucho más desordenada Vietnam?
(«Sólo para extranjeros», pagué un dolar. Aparece un cartel de estos en España y se monta gorda)
La segunda revisión, tras abandonar las calles principales si que revelaba callejones convertidos en vertederos donde las ratas paseaban a sus anchas, perfumando de una manera nada agradable al viandante. A parte de esto, mucha vida en la calle, puestos de comida, talleres, mercados y demás mezclados en las aceras. Un clásico asiático.
Es la imagen de una ciudad que está intentando dejar su triste pasado atrás y ahora cuando por fin han encontrado una relativa calma y paz, está atrayendo más y más capital extranjero. Phnom Penh comienza a despegar. ¿Quiere eso decir que no es un país tan pobre como lo pintan? Ojo. No. Estoy hablando de Phnom Penh, donde se ven los dólares y donde todo es más caro que en la vecina Vietnam. Pero los datos indican que Camboya es pobre, muy pobre, con la mayoría de la gente subsisitendo por debajo de los límites de la pobreza (menos de 1 dólar al día).
Durante mi visita a Myanmar tuve al suerte de conocer a un inglés que trabajaba en proyectos de desarrollo para el Sureste Asiático, específicamente para Camboya. Fue contundente. Camboya no debería ser un país pobre, tiene recursos suficientes y ayudas suficientes para que nadie en el país pase hambre. El problema es que la mayoría de esas ayudas y recursos van a parar, como siempre, a las manos de los gobernantes. Camboya es uno de los países más corruptos del mundo (en posición 166 de 180 países controlados por Transparencia Internacional). La ayuda internacional a pesar de todo, sigue llegando. ¿Tiene sentido? ¿Deberían cortar el grifo? ¿Basta con que al menos una ínfima cantidad algo llegue a la base social?
Camboya no es un país con suerte. Su historia reciente se ha escrito con sangre y lágrimas de sus propios ciudadanos. Cuando el ejército americano se retiró de Vietnam y de Camboya, se retomaron las rencillas que ambos países tenían entre ellos. Sin un enemigo común su odio mutuo volvió a aflorar (Odio que viene de largo de cuando Vietnam había tomado el delta del Mekong en el siglo XVIII).
Mientras Vietnam reunía Norte y Sur bajo el control comunista, Camboya se sumía en el control de los Khmer Rouge, los Jemeres Rojos, una organización de guerrilla camboyana liderada por Pol Pot. Era 1975. Camboya se las prometía muy felices. Después de años de guerra, parecía que llegaban tiempos de paz. Estaban equivocados. Fue el comienzo de la pesadilla.
Pol Pot, miembro del partido comunista tenía dos objetivos: Convertir a Camboya en el primer país que se convertía al comunismo de golpe, sin pasos intermedios y combatir al enemigo Vietnamita. Así cómo el segundo objetivo ya indicaba el preludio de la Guerra después de la Guerra el primero indicaba cambios mucho más radicales. Y trágicos.
Se comenzó la reestructuración social más brutal que jamás se había intentado. Se abolieron los mercados, el dinero, los servicios postales y toda la población fue evacuada de las ciudades para trabajar en el campo mayoritariamente cultivando arroz. Una enorme cooperativa agraria dominada por campesinos. La revolución pura. Se proclamaba el año Cero.
La población se vio obligada a trabajar de 12 a 15 horas al día en el campo. Ancianos y enfermos incluidos. Cualquier queja, oposición o desobediencia se castigaba con la ejecución inmediata. Miles de personas perecieron asesinadas o víctimas de las condiciones infrahumanas de trabajo. Familias enteras fueron divididas. La población de las ciudades, con educación, pasaron a ser ciudadanos base, mientras los campesinos de toda la vida tenían más privilegios. Mal vamos, si al intentar crear una sociedad sin clases ya estamos creando dos tipos diferentes. Mal vamos.
(Fotografías de todos los prisioneros. Hay pasillos y pasillos de fotos en el Tuol Sleng Museum)
Para el gobierno de Pol Pot la gente con estudios, cómo doctores, ingenieros y demás, representaban a una sociedad más alta y por lo tanto debían ser erradicados. Eran el enemigo. Llegaron al absurdo. Mientras asesinaban a los médicos, tenían a gente no cualificada creando medicinas.
Para evitar oposición el gobierno de Pol Pot liquidaba a toda resistencia política, así como los colaboradores del anterior gobierno. La búsqueda del �enemigo interno� se volvía un baño de sangre y dolor. El colegio de Tuol Sleng se convertía en un �centro de reeducación� bajo el nombre en código de S21. Centro de reeducación quería decir �prisión de seguridad�, traducido para el resto como el mayor centro de tortura del país. Los detenidos sabían que no vivirían para contarlo.
Tras la prisión, eran trasladados a un campo de exterminio. A 15 km del centro de Phnom Penh, en Choeung Ek, donde alrededor de 100 personas diarias eran asesinadas, el sadismo llegó a límites terribles. Con un ejemplo bastará: Los niños pequeños, bebés que llegaban con sus madres eran reventados a golpes contra un árbol.
¿En que momento pensó Pol Pot que estaba haciendo el bien para su país? Bajo las órdenes de este maldito carnicero exterminó en ese campo a alrededor de 20.000 personas. Los Killing Fields.
¿Y la comunidad internacional? Pues la mayoría no quiso creer los rumores, las noticias que llegaban de los refugiados que huían del país, o no quiso hacer caso, o se limitaron como siempre a decir que eso estaba muy mal y pasemos a otros asuntos. Además los Jemeres Rojos contaban con poderosos aliados. ¿Alguna idea? ¿Os suena China?
Mientras tanto, realizaron una serie de ataques contra Vietnam durante este periodo que acabó con una invasión Vietnamita en toda regla el 25 de Diciembre de 1978. Tardaron sólo dos semanas en derrocar al gobierno de Pol Pot. Era la III Guerra de Indochina. Al mismo tiempo que China atacaba al norte de Vietnam, sin demasiado éxito. Ya no se podía mirar para otro lado.
(El memorial de los Killing Fields – Choeung Ek – en cuyo interior se encuentran 8000 calaveras de las víctimas exhumadas de las fosas comunes del campo de exterminio)
Pero Pol Pot y los suyos ya volaban fuera del país, mientras los Jemeres Rojos seguían luchando como guerrillas contra los Vietnamitas. Entre unos y otros crearon el cinturón de minas antipersona más grande el mundo cubriendo toda la zona oeste de Camboya, muchas de las cuales y a pesar de que se firmó un tratado de paz en 1991 siguen matando y mutilando a gente hoy en día. Las guerras nunca se acaban.
¿Y Pol Pot? Pol Pot murió en las selvas a los 73 años de edad, aunque no está claro en si fue un ataque cardiaco o un asesinato. El resto de líderes de los Jemeres Rojos pasaron a disposición judicial por parte de un tribunal internacional en 2006. 30 años demasiado tarde. A día de hoy el proceso sigue abierto, mientras estos líderes van muriendo de viejos sin ver sus crímenes castigados. A sus espaldas casi dos millones de muertos. El genocidio camboyano.
En la entrada del S21, el colegio convertido en prisión y ahora reconvertido en museo (imprescindible) se puede leer lo siguientes: �Manteniendo vivas en la memoria las atrocidades cometidas en suelo Camboyano es la llave para construir un estado más justo y fuerte. Además, el hacer público los inhumanos crímenes del régimen tiene un papel crucial para evitar que un nuevo Pol Pot emerja de las tierras de Angkor o cualquier otro lugar en la Tierra�.
Yo por mi parte abandoné Phnom Penh esta mañana, empapado de una historia de sucesos tan recientes que parece increíble que la gente pueda sonreír. Pero en Phnom Penh ya miran hacia adeltante.
Ufff! Otra historia de tristeza.
Las ayudas internacionales deberían estar bajo supervisión a través de algúnt ipo de organismo (con voluntarios internacionales, tb) sobre el propio campo. Esa siq ue es una historia triste!..lo poco que llega, si es que llega algo acaba perdiéndose en las manos del que reparte, hasta en lso niveles más bajos…Pero bueno, eso tb pasa aquí, es la avaricia del ser humano…ya pasó con Roma, no? Vamos por el mismo camino.
Buen relato!
^_^
Si, ya sé que es otra historia triste. Pero inevitablemente tenía que referirme a ella.
Con respecto a las ayudas internacionales, pues si, no sé cómo sería el mejor modelo, pero desde luego, soltar el dinero y no controlarlo no es bueno.
Sin duda una história más, otro ejemplo de lo que el ser humano es capaz de hacer… Aunque se agradece que alguíen lo cuente!!, gracias por esto Ignacio!!!
Y, lo siento, pero no puedo refrenarme, la foto del niño (la primera, núm 18) INCREÏBLE no puedo dejar de mirarle la cara, y sus ojos… pero cómo lo haces????!!!!
No paramos de machacarnos, especialmente entre vecinos, que manda narices…
¿La esencia del ser humano?, yo la veo bastante oscura, en general, parece que somos una pandilla de sádicos cabrones.
Luego una mirada como la de ese niño te hace pensar que quizá no, que somos unos seres maravillosos que se tuercen debido a las circunstancias, complicado…
¿Esperanza?, eso es lo que nos queda, ¿no?.
Gran entrada, Ignacio, como siempre, ¡me has completado fantásticamente el desayuno!, lol.
Siempre me sorprendo de cuantas veces ha pasado esto mismo en tantos lugares, y sobre todo de forma tan reciente. Hay que recordar que en Europa pasó no hace mucho. También me sorprendo de la enorme capacidad de recuperación del ser humano. La esperanza lo puede todo. El mensaje de este museo es lo importante, como en Auschwitz: NUNCA MÁS. Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. Gracias por contarla.
Por cierto, ¿qué era lo de solo para extranjeros por 1 dolar? 🙂
No digo que sólo cuentes historias tristes, es el mundo el que las cobija y los propios humanos los que las generan.
Y si!, ese niño es vida y esperanza, pero tb es el Dharma de todo lo que antes de él ya estuvo allí.
Tú, Ignacio, tienes buenos ojos!
😉
Ya tenía ganas de que llegara esta etapa!
Espero que con la ayuda de su flora y sus templos te lleves una buena imagen del país (aunque sea sólo un maquillaje de la situación real).
¿Tienes previsto visitar Angkor?
Buen día.
Otra vez Ignacio: LOS RETRATOS!!
Dios, cómo podés reflejarle el alma a la gente con cada uno de tus retratos! Sos increíble, muchas gracias otra vez x mostrarme que a pesar de tanta historia triste la gente (y sobre todo los niños) pueden sonreir =)
�
Qué país tan bonito y qué gratos recuerdos me trae. Nosotros también cruzamos la frontera por el Mekong y me pasó lo mismo. Pensaba que Phnom Penh sería una ciudad pobre y luego me topé con una urbe hermosa y muy viva.
Supongo que en breve te pasarás por Angkor, maravilloso.
Lo increíble es que solo conocemos los holocaustos y atrocidades de los países vecinos o los mas «conocidos» mientras que sigue habiendo aún guerras que siguen matando pero, como no nos salpica, nos da igual
Y pensar que con vietnam lo habiamos visto todo. Ahora te encuentras con Phnom Penh, una cantidad de hechos increibles y en esta ocasion no sabia nada al respecto. Creo que desgraciadamente muchas partes de Asia estan ligadas por un pasado lleno de tragedias hasta nuestros dias, o al menos eso parece, lo que es una lastima cuando se ve que en cada lugar en el que has estado, esta o esutuvo lleno de cultura alguna vez tan rica y abundante como las nuestras o quizas mas.
Saludos Ignacio como siempre esperando por noticias tuyas.
Ciertamente es más que triste, como erradicaron cualquier brote de cultura y sabiduria, para someter a todo un pais y esclavizarlos.
Amigo Ignacio, a partir de ahora abre bien tus ojos y no apagues la camara ;), ya pasaste lo mas duro de Camboya, ahora solo queda disfrutar.
Saludos y disfrutalo
dónde podría estar ya la humanidad si no hubiera tantas inhumanidades… triste, triste, pero lo que no se puede hacer es torcer la cara y mirar a otro lado… un nuevo jarro de agua fría de la historia reciente, de la que aún se pueden ver sus efectos.
hay veces que te quedas sin palabras…
Se me ponen los pelos de punta al oir estas historias. La primera vez que escuché sobre la supuesta «revolución» (exterminio en toda regla) Camboyana se me quedó grabado un dato: En todo el país sobrevivieron tan solo 4 profesores (o eso dijeron). Y el número de ingenieros, médicos… que quedaron vivos tampoco superaba la centena. Escalofriante.
Me parece muy adecuada la frase del museo que pones, hay que conocer la historia para no volver a caer en los mismos errores. Es la clave.
Un post espectacular, como siempre.
Gracias
Yo alucino con las historias atroces de la humanidad…. se puede uno cambiar de planeta?
Gran post Ignacio, me ha sobrecogido completamente.
Camboya duele Ignacio, y su historia se queda en tu cerebelo, aparece cuando menos te lo esperas y cambia tus perspectivas. En mi caso, a pesar de no tener nada que ver con ellos, tengo una cuenta pendiente con esta gente, es como si la humanidad tuviera una cuenta pendiente por haber permitido este exterminio. Luego te cabreas por los timos, pero es comprensible, 3 generaciones no conocen otra cosa que el dolor y la humillación.
Disfruta de Angkor, es único. Ah, me olvidé comentarte que lo puedes hacer en bici también si te gusta más!
Habrás notado mucha diferencia en la cantidad de gente que hay por la calle entre Vietnam y Camboya, ¿no?. A mi es lo primero que me llamó la atención. También que no hay casi industrias ni fábricas, fuera de las ciudades sólo hay campo.
Impresionante la fortaleza que tuvo Vietnam para acabar con el régimen de Pol Pot nada más terminar la Guerra con los americanos.
Un saludo
Pruuuf!
la verdad que sí que pone los pelos de punta…
¡¿cómo se pueden trastocar tanto las cabezas para pensar que algo tan macabro es por el bien de tu país?!!!!!!!!
duele pensar en la pasividad de la comunidad internacional. ¿Qué estará pasando por el mundo y nosotros, españolitos de a pie, preocupados porque Zapatero se ha ido al G-20 con sus hijas!
Quiero dejar de trabajar en los medios de comunicacióoooooooooooooooooooooooon!
gracias por tu post, Igancio!
Otro post excelente, indiscutible. Tus fotos, tus historias, tus vivencias, tu aprendizaje. Me encanta viajar y se que los viajes educan, me gusta que te esfuerces por conocer la tierra q
(perdón, di enter sin terminar…) me gusta que te esfuerces por conocer la tierra que pisas pero más aún que lo compartas de esta tan manera tan directa, contundente, amena y documentada.
Respecto a las historias que nos cuentas, desgraciadamente es parte de la naturaleza humana, cada región de nuestra hermosa tierra tiene historias similares, algunas son más lejanas en el tiempo y quizás no las sentimos tan cerca de nosotros, pero para nuestra mala fortuna siempre hay locos, y lo peor gente que los sigue. Que atroces somos los humanos…
MAravilloso como siempre!
5mentarios
¡¡¡¡INCREIBLE!!!!!
Paradojas: la gente que más sonríe suele ser la que menos motivo tiene para ello. Recién aterrizo aquí, pero este blog tiene muy buena pinta. Enhorabuena.
la huminidad va muy mal seguro!
todas las riquessas que no son dinero se pueden perder muy rapidamente ahora con el calor o el frio… y el hombre se pierde en guerras esteriles ; la mayoria de los dirigentes os pone sobre una hyperbola peligrosa… Porque lo que resulta de las guerras anteriores se produce siempre en otras partes del mundo?
…minas antipersonnal… que daño, tonteria, mala hecha…como se puede solo existir??? como olvidar cuando es escrito en la piel?
Me acabo de poner al día, tras las vacaciones y un par de semanas estresantes. Gracias por estos post, espero que tu libro, a tu vuelta, vaya en este sentido. Nos estás enseñando muchas cosas, cosas que todo el mundo debería saber. Gracias Akela.
Buff. La piel de gallina. Me ha recordado algo a la sensación de angustia e impotencia a la salida de los museos de campos de concentración en Dachau. Qué triste que se repitan las historias. Y más aún que se dejen repetir.
Terrible la historia del pueblo de Camboya, pero donde esté la gente que le sepa echar optimismo y salir adelante. Cuantas cosas se esconden detrás de una sonrisa, no?
javier tiene razon : quedamos zen
cuando pararon guerras, dictaduras, exploitaciones?
felicitaciones por el relato. Recientemente estuve en una exposición sobre todo ese periodo en Camboya y lo que parece impensable fie lamentablemente cierto. Y felicitaciones también por tu tercer lugar en la primera clasificación parcial de mejor fotolog de bitácores!
Indiscutiblemente, gracias por el esfuerzo que supone a veces tener que actualizar el blog. Las fotografías como siempre, excelentes y el relato muy esclarecedor. Queremos más 🙂
http://www.evilsweb.es Pagina web dedicada a la tecnología e informatica, con manuales, tutoriales y noticias de actualidad.
Parece mentira que estos paises tengan una historia de este tipo y la mayoria de la gente nunca hayamos oido hablar de ella. Igual es que yo soy una inculta pero me da que es general.
Muchas gracias Igna por acercarnos a ellos. Estas haciendo un trabajo increible.
Un abrazo grande
🙁
Espero que el reloj pintado del niño, donde el tiempo nunca avanza, algún día sea de verdad. Y que su tic tac le depare un buen futuro tal y como cualquier ser humano se merece.
Brutal… en el polo negativo la historia, en el positivo las fotos… 🙂
como bien te dicen por ahí, tus retratos son espectaculares, no sé como consigues pillar así a los niños… igual ven al tuyo interior! 🙂
un abrazo!
Queseyo, muchas gracias! 🙂 (insisto, que no soy yo, son ellos que son así de salados y fotogénicos)
Javi «on the road», no se yo si es una entrada para acompañar al desayuno! 🙂 Interesantes reflexiones. Al final, depende de las ansias de poder de cada uno. Siempre ha sido así.
Yoda, el problema es que sigue pasando en muchos otros sitios del mundo. Lo de entrada 1$ es un ejemplo de la cantidad de cosas que aquí hay que pagar por ser extranjero. Hay muchísimos sitios que son de entrada gratuita, salvo si no eres camboyano, entonces entradas abusivas de 1, 2, 5, 10 dólares. Es algo que me indigna. Volvemos a la hucha con patas.
Nuala, gracias!
Morfet, si, claro! Ahora mismo estoy en Siem Reap!!
Eulogio, ?
Faby, muchas gracias. Insisto, que los guapos son ellos. 🙂
Pau, vaya, me alegra ver que mis opiniones no son únicas. Ya tenía cierto reparo en poner que Camboya no era tan «pobre» cómo me esperaba.
Un Chico cualquiera, exacto.
Monchoman, ciertamente. Yo tampoco sabía demasiado de la historia del suereste asiático y está siendo todo un descubrimiento alucinante. Muchas veces triste, muchas demasiado sorprendente.
Jose Diego, si. Estoy disfrutando Camboya mucho más de lo que me esperaba.
Choupa, sin palabras y con un nudo en el estómago. 🙁
Memoriadepez, gracias por el dato. No lo sabía exactamente, pero me lo creo totalmente.
Gala, ¿a veces apetece, verdad?
Oria, es que es escalofriante.
Diego Labajos, sí, se merecen un lugar mejor. De todas maneras las previsiones no parecen del todo buenas. De cualquier manera, la economía está recuperandose, gracias a sobre todo el turismo… Será interesante ver cómo evoluciona este país en los próximos años.
Alberto, si te interesa, me estoy leyendo ahora mismo «Hermano Enemigo», que cuenta todo el trajín y el politiqueo desde el final de la Guerra de Vietnam hasta el final de la III Guerra de Indochina entre Camboya y Vietnam. Es un libro alucinante, todo son intereses, de unos y de otros. Pero es cierto que al final, los únicos que salvaron a los Camboyanos fueron los «enemigos vietnamitas».
Bitrix, y lo realmente terrible no es que haya un loco, es que haya otros tantos locos que lo apoyen!!!
Daniel Aréchiga, muchas gracias. Me quedan demasiadas lagunas sobre la historia de estos paises, pero la idea de este blog también es la de hacer de cuaderno de notas. Viajar sólo para ver paisajes al final acaba siendo un viaje desaprovechado, no?
Charlotte Harris, gracias.
Marcos, gracias.
Tawaki, pues sea usted bienvenido!
Marie Midi, tienes mucha razón, pero me temo que olvidamos pronto. Aunque muchas de las guerras son evitables y otras puede que menos, hay algunas, como está o como la de Vietnam, que sólo obedecen a intereses de unos pocos y esas son las más terribles. Las que acaban pagando los que no deben.
Raksha, tomo nota por si hay… libro a la vuelta. 😉
Japogo, a mi me recordaba a Dachau también. Escalofriante.
Javier I. Sampedro, es la huida hacia adelante. Cuanto antes se aleje semejante episodio mejor. Los que quedan aparte de su naturaleza afable, deben alegrarse porque se acabó y porque siguen vivos.
Andres Rees, no sería en Madrid? Un amigo mío estuvo en una exposición sobre Camboya y me dijo que era magnífica.
Jose María Blazquez, pues de nada. Sarna con gusto no pica. Voy más lento de lo que esperaba con el blog, pero me alegra que estéis ahí atentos. 🙂
Vane, es que en general somos bastante incultos. Yo el primero. Cómo comentaban antes, si no nos salpica, no existe… hasta que nos salpica, claro.
Pati, esperemos. Sip.
Seba, gracias! yo creo que son las barbas, que les dejan hipnotizados!! 😀
Pues de nuevo, muchas gracias por los comentarios. Siento el retraso en responder!!! 🙂
Gracias por la recomendación, me la apunto. Esa parte de la historia la conocí bien cuando estuve en Phu Quoc, una isla que está en disputa entre Vietnam y Camboya. Una incursión de los Jemeres Rojos en esta isla en 1975 propició el inicio de la guerra y la posterior caída de Pol Pot. La parte norte de la isla contiene playas de acceso restringido por estar en zona militar.
Yo ahora me estoy leyendo «Wandering through Vietnamese culture» de Hữu Ngọc, un tocho de 1100 páginas sobre la cultura vietnamita, la mayor parte cultura popular: mitos, leyendas, tradiciones, lugares interesantes. Estoy aprendiendo mucho y entendiendo más si cabe algunas situaciones con las que me encontré mientras vivía allí. Sé que vas a recorrer muchos países del mundo pero si terminas enamorado de Vietnam, este es el libro. Lo encontrarás en la librería Altair.
Un saludo
Ignacio, me exprimi mal, en realidad queia decir «una exposicion sobre Camboya en Grenoble, Francia» jeje 😀
Alberto, me lo apunto, pero creo que hasta que no vuelva imposible, por tiempo y por… peso! 🙂 Phu Quoc no pude ir a visitarla, tambien por cuestiones de que se me acababa el visado y que parece que estaba regada por las tormentas…
Andres, jejeje.. pues entonces seguro que no es la misma!! jajaja!
Tuol Sleng es un lugar escalofriante, llama la atención que sean tan explícitos con lo sucedido, como queriendo recordar lo que pasó para siempre para que no vuelva a repetirse.
Correcto. A mi me dió la misma impresión…