(Digamos y que quede entre nosotros que este post debería haber sido escrito el 3 de Agosto de 2009)
– ¿Es usted el español?
Asentí.
– Puede bajarse aquí.
Aquí significaba en una carretera perdida en medio de la lluvia. Odiaba la lluvia. En un país que sólo tiene tres estaciones, verano, invierno y lluvias, había tenido que elegir la última. ¿Por que no me leería las guías de viaje antes? Había pasado dos días horribles en una decisión completamente equivocada que me llevó hasta la sagrada roca dorada de Kyaikitiyo, la misma que se mantiene en equilibrio gracias a un pelo de buda. O eso dicen, por que las adversas condiciones climatológicas que azotaban la cima de la montaña donde se hallaba apenas me había dejado ver nada. Al menos pude sacar dos fotos decentes. Así que humillado por los elementos, indignado por el gasto inútil de días y dinero ponía rumbo al norte, con breve parada en Bago con toda mi ropa caldada. Aún habrían de pasar unos cuantos días hasta que se secara. It�s raining season, sir. Sí. Lo sé. Lo sé.
(La roca dorada, sagrada para los Birmanos, maldita para mí)
Así que estaba en las afueras de Bago ante la mirada de un birmano cuya relación conmigo no era meramente fortuita. Había tenido la ocurrencia de preguntar alguna recomendación para el alojamiento mientras estaba en Kyaikitiyo y mi interlocutor había supuesto que informarme equiparaba a reservarme.
– Oiga – le intenté explicar en un inglés macarrónico que ambos pudieramos interpretar – No se lo tome a mal pero yo no estoy seguro de que me quiera quedar en su hostal.
– Ajam. Ajam. Ah, ¿no? No problem, sir. ¿Cuales son sus planes?
– Pues estar un día en Bago y luego seguir hacia el Norte, hacia Kalaw.
– Ah. Pues mejor que se vaya de aquí lo antes posible. It�s raining season, sir. Y aquí no va a poder ver nada.
– No tiene usted que insistir. Si sólo nos falta a Noé aquí para tener la fiesta completa. Ale. ¿Me hace usted el favor de decirme donde cojo el autobús para Kalaw? – inquirí con toda la tranquilidad. Mi guía indicaba que aún me quedaban un par de horas para que el autobús saliera.
– Imposible hoy – dijo contradiciendo sus propias teorías – el último autobús salía a las 14.30.
Mire mi reloj.
– Oiga, que son la 13.30.
– Ahm.
– Ahm.
– Pues entonces lo único que podemos hacer es correr hasta la estación de autobuses. ¡Rápido a la moto!
– Esto… ¿lo qué?
No me dió tiempo a reaccionar. En un pispas había aparecido un motorista sobre una vespa. Cargo mi pesado mochilón entre las piernas y me sentó atrás. El interlocutor que habría de hacer de traductor en toda la operación me apretó contra el conductor. El también venía. Al ataque por Jadraque. La vespa se empezó a mover tambaleante entre las pesadas gotas de lluvia y yo que jamás había montado en moto había roto todas las reglas de seguridad vial que conocía. En una sóla jugada. Tiene su mérito.
Apenas habíamos recorrido un centenar de metros el conductor paro la moto, mientras un autobús se cruzaba en dirección contraria. El traductor salto corriendo de la moto, obligó al autobús a pararse y empezó a discutir con el conductor.
– Sir! Sir! este es el último autobús a Kalaw. ¡Corra, qué le están esperando!
Bienvenido a Myanmar. Se convirtió en algo usual mientras me movía por allí que la información variara completamente preguntaras a quién preguntaras y aún así siempre difería de la real. En cuanto a horarios y precios la lonely planet que llevaba conmigo era meramente decorativa. Ahora mirando atrás, no puedo evitar recordar con cierto cariño como en todo momento pensé que me querían estafar, aprovecharse de mí y buscar mi dinero. Durante mi tiempo en Myanmar aprendí que esta visión de las cosas raramente se aplica aquí. La mayoría de la gente sólo quiere ayudar y la mayoría de las veces de manera totalmente desinteresada. Lamentablemente no es un concepto demasiado habitual para mí.
El reloj marcaba las 3.00 de mañana cuando llegué a Kalaw, había sido un «apetecible» viaje de 12 horas en autobús por las carreteras birmanas carentes de superficies planas. Para aderezarlo, culebrones televisivos y los grandes éxitos del myanmar-pop con su correspondiente karaoke por si alguien se atrevía a cantar. La suerte me acompañó mientras la gente se limitaba a observar la televisión.
(Atentos a la pila como peso, se lleva usted medio kilo y una duracell de guindillas)
Kalaw a pesar de ser una de la ciudades importantes de Myanmar, no es demasiado grande, ni excesivamente interesante. Pero está situada en mitad de las montañas y relativamente cerca del Lago Inle, por lo que se convierte en una opción muy interesante para hacer trekking y poder visitar pueblos en el camino. El trekking en sí que une ambos sitios puede hacerse en dos o tres días, dependiendo del rodeo que quiera darse y yo que me veía con fuerzas opté por tres días. En total unos 60 kilómetros, lo cual no sería demasiado duro si no fuera porque las lluvias habían creado barrizales totalmente impracticables.
(Hacer trekking en época de lluvias. Todo un placer)
Thu-Thu, nuestra guía, nunca perdía el buen ánimo y se partía de risa al vernos tambalearnos sobre los suelos resbaladizos. Los pies se perdían en la profundidad del barro y la marcha era bastante lenta. Atravesábamos valles, montañas, arrozales y pueblos y mientras nosotros caminábamos ligeros de peso habiendo enviado el equipaje ya hacia el destino no podía obviar que los locales tenían que lidiar con estos caminos día sí, día también para poder llevar sus verduras y frutas a los mercados o estaciones de trenes más cercanos. Básicamente lo mismo que nosotros hacíamos en una jornada, pero ellos lo hacen cargadísimos, descalzos y haciendo ida y vuelta.
Atravesar esos pueblos era volver al pasado. Cabañas de madera y paja que parecía se fueran a romper en cualquier momento. Escuelas con dos profesores para cuatro o cinco aulas. Se vive, duerme y cocina en la misma habitación donde conviven varias generaciones. Aún así siguen siendo todo sonrisas y nunca dejan de saludar. Los niños corren monte arriba sólo para decirte �Mingalabar� (Hola) y saludarte a la espera de que les hagas una foto. Les encanta verse en las cámaras digitales y se parten de risa, a medias entre la vergüenza y honor de verse retratados. Días más tarde en Mandalay una señora al ver la foto de su hijo en la pantalla me extendió la mano con la palma hacia arriba. Yo pensaba que estaría pidiendo dinero por la foto, pero ella quería la foto. Si estaba en la cámara y ella podía verla, ¿porque no iba a poder tenerla? Se te encogía el corazón de pena al explicarle que no es que no quisiera, pero que simplemente no podía sacar la foto de allí para dársela. Creo que nunca me creyó y seguramente se fue con la idea de que era un extranjero bastante rudo.
Myanmar es un país meramente agrícola con más de un 80% de la población dedicados a estas actividades y la ganadería. El arroz es su principal producción, pero tras las nefastas gestiones de su gobierno sus exportaciones al exterior cayeros en un 60%. La realidad es que Myanmar es cada vez un país más y más pobre, cuyos recursos no se utilizan como debieran. El país carece de infraestructuras para poder mejorar. La luz se corta constantemente (eso donde llega). Es bastante desolador.
¿Dónde están los límites de la pobreza? O mejor dicho ¿cómo se puede medir la pobreza? El umbral está en 1 dólar por persona y día, cantidad que se estima mínima para poder adquirir los productos para sobrevivir. Creámoslo o no, hay gente que vive con esa cantidad al día.
Cruzando las enormes extensiones de arrozales llegamos al Lago Inle, uno de los centros turísiticos más importantes del país. Este lago de agua dulce y 100 kilómetros de largo por 5 de ancho, sirve de hogar a mas de 200 aldeas que viven en sus alrededores, incluso alguna en su interior. Por sus aguas navegan pescadores y agricultores (si, hay granjas flotantes). Es en si mismo un pequeño mundo.
El lago no tiene orillas propiamente dichas. Son terrenos pantanosos, plagados de juncos y algas. Todo el transporte se realiza en balsas a motor de un punto a otro, mientras los pescadores siguen remando entre los caminos que crea la vegetacion (y muchas veces reman con los pies). Además tiene 9 especies de peces que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.
(Remando con los pies)
Un fantástico y pintoresco lugar. Ideal para relajarse, dejarse mecer por sus ligerísimas olas.
Myanmar, siempre única.
Más fotos, llenitas de barro, aquí.
Más fotos, listas para ser pescadas, aquí.
Uauuu!
Que maravilla de lugar!!!
Por cierto la foto de la niña vestida de morado y naranja, es de mis favoritas!
Wow, dos entradas en dos días, así da gusto!
Dando la vuelta al mundo es fácil no encontrar buen clima en todos los sitios 😉
Igual se te pasó mi pregunta en el anterior comentario, ¿que objetivo prefieres tú para los retratos?
Menudas fotos! yo me pido la de las dos chicas en el «cesped crecido», supongo que arrozal..
Y que aventura!! 🙂 te imagino corriendo y montandote en la moto, enfangao hasta no verte las botas y no entendiendo el porque te pasa todo y «rezando» pa que nadie cante en el autobus …
WOW
Te has hecho esperar pero nos has regalado un post maravilloso!!!!!!
La experiencia del sandwich en la vespa va a ser inolvidable. Y esa sensación de pensar que te quieren estafar creo que es muy española, a mí también me ocurre cuando viajo, soy desconfiado y no aparto el ojo de la mochila y de la cartera.
Pero es cierto lo que dicen de estas zonas de asia, el lujo asiático (su gente) y la sonrisa que te ofrecen.
Cuando llegues mándales un correo a los de la Lounli Planet y cántales las cuarenta ^_^
Hola Ignacio,
En el 2006 yo también estuve recorriendo Myanmar. No se si está en tus planes, pero te recomiendo que vayas a Bagan.
Es una ciudad boscosa repleta de templos y pagodas. Intenta alquilar una bici e ir a ver las salidas y puestas de sol. Seguro que haces fotos preciosas!
Suerte con tu viaje!
Dos mensajes en un par de dias… joder, echaba de menos los posts. No me enganchaba tanto a un blog de viajes desde… bueno, desde que me enganche al blog de kirai.
Me estoy «jartando» a recomendar tu blog. Gracias por tu trabajo.
Ir a esos países te enseña tantas cosas. Lo de la vespa me recuerda a China, que las motos son como coches familiares… caben de 1 a 4 personas en cada una!
Si que empezó movidito el viaje en vespa hasta la guagua y luego 12 horitas de nada. Cuando leo el relato es como si me pusiera en tu piel y a veces me parece increible por los lugares que pasas, las vivencias de tus viajes… que envidia. Y tú quien más lo está disfrutando, sin duda 😀
Un saludo, y a seguir pa´lante 😉
Un viaje fantástico a pesar de los pesares.
Que suerte tenemos los que nacemos en el primer mundo.
Qué buena sorpresa al hacer manzanaR y descubrir que hoy tb tenemos crónica del Tio Matt…^_^
De verdad, maravillosa de nuevo!
El valor de la dignidad humana supera el one$ con creces, esas sonrisas de ojos brillantes bien merecen cada uno de los colores que les cubren.
Selección de hoy:
LA del niño con pañuelo rojo de cuadros en la cabeza, esa mirada es brutal y bueno…creo haber visto bien, un domador de gatos??????
Siempre sorprendente!
Buen viaje !!!!
(Lo de Nunca llueve eternamente», qué tal?)
Smile! 😉
Como escarpias, oiga.
Los retratos y el relato de hoy, impresionantes. Y lo más sorprendente es que nos sigas sorprendiendo así. Y que siga!
Hola Ignacio,
yo también he «sufrido» la incomprensión al no poder darles la fotografía que veían en la pantalla. De hecho, nosotros hemos llegado a enviarlas (en nuestro caso al Tibet) por correo postal una vez pasadas a papel, a la agencia que nos movió por alli, para que si volviesen a pasar por el pueblo se las dieran.
Para que no nos vuelva a pasar esto, hemos encontrado una magnifica solución que te recomiendo comprar. Se trata de una impresora portatil Polaroid con papel térmico. Se conecta a la camara con un cable usb y se imprime directamente. No lleva tinta sino que el papel es sensible a la temperatura. Las fotos son algo pequeñas, pero para esa mujer habría sido más que suficiente para que quedase contenta…
Se trata de la Polaroid Pogo y cuesta unos 100 euros.
Saludos!
Buenas, es la primera vez que leo tu blog y la verdad es que me ha encantado! Myanmar parece un país muy interesante (y algo surrealista, aunque supongo que eso es porque estamos acostumbrados a occidente). Tus fotos son alucinantes, me gustaron especialmente la de los niños. Enhorabuena!
Seguiré atento a este blog =)
No sé qué te puedo decir para no sonar repetitivo…
Pero es que son un pasote, macho, el relato y las fotos…
Me ha fascinado el país. Supongo que cuando no te esperas nada de un país te sorprende aún más, me he quedado boquiabierto, que ganas de estar pisando por allí aunque estuviera embarrado!
Muy buenas fotos las de Myanmar, y el relato, divertido. No pares.
Ese debate sobre el boicot turístico a un país dictatorial me parece sin sentido. Con Franco vinieron turistas, gracias a Dios, que nos introdujeron en el uso del bikini y otras depravaciones. Por otra parte, me resulta curioso que la izquierda nunca haya reivindicado un boicot turístico a Cuba.
Una curiosidad, ¿llevas portátil, o uno de esos chiquititos? Llevo semanas debatiendo la cuestión para mi viaje a Rusia, China, Vietnam, Uzbekistan, etc. Me aterra la pérdida de mi iBook, pero los pequeñitos me parecen muy limitados. Cualquier consejo sería bienvenido.
Ciao.
Myanmar, las sonrisas más sinceras de todo el planeta.
¡Guau! Veo que no hay quien pare a nuestro don Igna, ni los aguaceros ni el fango ni las vespas locas. Fotos y textos chulos pese a quien pese. No esperaba menos de vos. Saludos a la vuelta de Berlin y sí, me lo pasé muy bien y vi cosas muy interesantes… (y me tomé una Paulaner a tu salud 🙂 y una currywurst
Fantástico! Simplemente fabuloso! Eres toda una inspiración :D. Tu viaje no enfatiza en dar la vuelta al mundo, sino simplemente estás en búsqueda de las sonrisas perdidas!
No tenía ni idea de que las mujeres de cuello de jirafa eran de allí!
Muy interesante y bello también este post, tío.
Enhorabuena again!
Luisa yo acabo de comprarme un netbook hace unos dias y sirven basicamente para poder conectarte a internet y para pasar las tarjetas de fotos al disco duro.
El mio es un toshiba de 1 g de ram y 160 de disco duro, no tiene unidad de dvd o cd y las teclas son muy minis… se usa el XP y creo que casi todos tienen caracteristicas similares.
La pantalla tampoco tiene una supercalidad para ponerte a procesar fotos… no se, tendré que mirarlo.
Eso si, pesa poquisimo y es muy barato. Yo lo he comprao pa eso, para cuando vaya de viaje a sitios poco seguros.
Hola Ignacio, saludos desde Cuzco(tambien de Beatriz).
Te seguimos la pista aunque sea desde la otra parte del mundo. Llevamos 1 mes haciendote la competencia recorriendo Ecuador y el Perú. Un abrazo muy fuerte.
/Josete
La semana que me espera se presenta… no muy buena (mejor decirlo así), pero se ha mejorado un poquito si cada día tenemos nuevo post!!!.
Cómo siempre, la primera foto, del niño, alucinaaaaante, si se le puede ver lo que está mirando!!! que reflejo, que brillo, que alma!!!
Y… para situarnos en la maleta que llevas detrás… en dónde estamos ahora exactamente???
Qué fotos! No se cual me gusta más.
Lo que son los puntos de vista.
Yo viajé a Tailandia hace 4 años, para pasar unas vacaciones diferentes en una región alejada del turismo y hacer de paso algo de provecho (para los demás, y para mí). Pasé un mes enseñando inglés a niños de primaria en una escuela perdida entre campos de arroz, con cuyo profesor apenas podía comunicarme en el mismo idioma que éste decía enseñar a sus alumnos.
Recuerdo todavía la angustia de pensar que todo el mundo quería engañarme y sacar algo de mí. Con angustia porque me descubrí sintiendo algo que sabía que era injusto y causado por una carga de prejuicios que no sabía que tenía, y de la que no conseguí deshacerme durante toda mi estancia. El colmo de la vergüenza fue cuando descubrí en el hostal donde pasé unos días, que yo mismo había olvidado dónde había dejado mis zapatos, tras un largo rato buscándolos, furioso, pensando que me los habían robado. ¡Los zapatos!
No me gustó lo que encontré allí de mí. Yo no lo recuerdo con cariño� y eso que Tailandia debe ser un derroche de lujo al lado de Birmania.
Un abrazote, Ignacio.
Tus retratos son preciosos Ignacio. Tan llenos de vida… sobre todo los de los peques. Gracias por contarnos tus aventuras y, sobre todo, por ilustrarlas.
Charlotte Harris, si, esa foto es de mis prefes de la serie también.
Morfet, pues de momento estoy muy enganchado al 50mm f.1.4 para los retratos, aunque lo suelo usar en 2.8. Me encanta como queda.
Monttse, correcto, arrozal!! 🙂
Julecin, es cierto que somos unos desconfiados, pero es que luego llegas a Bangkok y todo el mundo te intenta timar! Ay! supongo que seguiré siendo desconfiado de primeras mucho tiempo… 🙂
All-i-oli, si que estuve en Bagán, fue la última parada del viaje. Lo que pasa es que los posts los estoy escribiendo en Bangkok porque el internet en Myanmar era horrible. Gracias de cualquier manera. 🙂
Jhuesos, pues muchas gracias! El ritmo de posts bajara en breve, pero bueno tenía que ponerme al día. Gracias!
Bigeyes, y los camiones y furgonetas ni te cuento. En una pickup donde fui conté 30 personas. Y no iba excesivamente abarrotada (para mi sí, pero vi otras mucho más llenas!!)
Javier I. Sampedro, pues si, son demasiadas vivencias para todos los sentidos para poder hacer justicia en un blog, pero bueno, espero que al menos valga para que os hagáis una idea.
Eulogio, no somos conscientes del lujo que es eso.
Nuala, si, es un «domador de gatos». Es un monasterio donde los monjes han enseñado a los gatos a saltar. Vamos, el aburrimiento, supongo. 🙂
Rakhsa, y que siga. Sobre todo para mí! 🙂
Rodrigo, muchas gracias por la información, pero más equipo fotográfico nooooo!!! 🙂 Lo cierto es que es una solución genial y no lo conocía. Muchas gracias!
Alessandro, pues bienvenido y muchas gracias!!
Lograi, pues… tambien intentando no sonar repetitivo… muchas gracias! 🙂
Santi! Que alegría un comentario tuyo! 🙂 Pues si, aunque al final lo que más me soprendió fue la gente y eso no te lo puede describir ninguna guía. Los paisajes alucinantes, a pesar del barro. Ponlo en tu lista de musts.
Luisa (y enganchando con el comentario de Monttse) depende de lo que quieras hacer. Si sólo vas a descargar fotos con un netbook te vale. Yo voy con un macbook de 13″ cargadico de RAM para poder trabajar con las fotos. También me aterra que le pueda pasar algo, pero es la única manera que tengo de currar. Luego llevo de almacenamiento un WD passport de 500 GBs, pequeñito, ligero y funciona sólo con un USB.
Viajando66, es una definición muy exacta.
Elena, es que sin cerveza y salchicha es como si no hubieras estado en Berlín. Gran ciudad, siempre me sedujo desde el primer momento.
Cilinderman, es que dar la vuelta al mundo por darla no es lo importante, no? 🙂 Gracias!!
Japogo, creo que no son exclusivas de aquí. Me parece que hay otras etnias en África que también lo hacen. Pero no tengo información aquí para demostrartelo.
Dubito, así me gusta, que pongáis picas donde no he estado todavía para que luego me deís buenos consejos. Un abrazo para los dos! A disfrutar!!!
Queseyo, gracias! Ahora mismo estoy en Bangkok. Mañana nos vamos para Vietnam. A ver que tal se dá. 🙂
Jesús, pues nada a disfrutarlas todas, que no hay que elegir!!! Un abrazo!!!
Elmimmo, como entiendo esa sensación… tampoco pienses mal de tí, es que pensamos mal de todo el mundo. Yo ya he metido la pata unas cuantas veces en este viaje enfadándome con gente que sólo quería ayudar pensando que me querían estafar. En fin. Nuestro maravilloso legado occidental.
Ozfly, gracias!!
Muchas gracias a todos por los comentarios. Siento estar tardando tanto en responder, pero es que no me dan los días!!! 😀 Saludos a todos!!!
Montse:
Muchas gracias por tu aportación. Yo salgo de viaje el 31 de agosto y todavía no sé si comprarme un netbook. Lo que me echa para atrás es que no puede manejar Photoshop, necesitaría algún programilla sencillo de proceso fotográfico pero no conozco ninguno. ¿Alguna idea al respecto? He visto por ahí un Paint de Corel que igual está bien.
Me ha llamado la atención que tienes la misma plantilla de blog que yo, el MistyLook.
Saludos.
Luisa, yo tengo GIMP en el netbook. No he tenido ocasión de usarlo, porque uso el chico más que nada para escribir, pero no creo que vaya mal…
Lograi, muchas gracias. Lo buscaré y lo probaré.
De nada, mujer… Espero que te sirva.
La mystilook tu también?, me encanta, ire a visitarte el blog (por cierto, vota por ignacio!)Que mistica somos las dos eh ;)… bueno, al tema. Mirate las caracteristicas del netbook que te quieres comprar.
No digo que vayan mal en absoluto, pero con 1 giga de ram y sin tarjeta grafica potente no se si te da para echar a andar photoshop o lightroom.
mirate este enlace
http://es.wikipedia.org/wiki/Adobe_Photoshop#Historia_de_lanzamientos
y este
http://www.cristalab.com/blog/requerimientos-del-sistema-para-correr-adobe-cs4-c61913l/
Y la pantalla no tiene una calidad y un tamaño como para ponerte a procesar fotos sin dejarte las pestañas.
Todo es mirar las caracteristicas del netbook y buscarlo con lo que te pida el programa. Por ejemplo, para juegos como el mio, el CIV 4, es imposible porque necesito 1,2 gigas de ram como minimo.
Hola Ignacio,
Entiendo cuando crees que estás en un sitio muy especial. Visitando tú blog, me das envidia de cuando estuve en el año 2000. Cuando cogí el avión de vuelta a Bankog, se me saltaban las lágrimas, es un país que engancha, especialmente por las miradas de su gente. Salu2 y que te vaya bonito.
Ahhhh good memories, beautiful photos though.
But where are the Thu-thu’s one???
If you have time, could you send me some pics of you and her (like the last one I took for you…).
Just for my memory…
Thanks!
Estoy impresionado con tus reportajes Ignacio (ya te he comentado como «Renifer» algunas fotos en Flikr) me gustaría verlos publicados en algún sitio, un libro sería lo mejor, espero que nos informes si llevas algo de esto adelante o si se puede ver alguno publicado ya.
Enhorabuena por tu gran sensibilidad y tus «enormes» fotos.
Animo y muchas fuerzas para tu viaje y te seguire leyendo.
Un abrazo
a pesar de todo lo que pueda significar, el momento que describes de lo del retrato del niño en la cámara de fotos, me parece un momento muy curioso.. y muy tierno a la vez… creo que hay que valer para lo que estás haciendo, en cuanto iba leyendo lo de la moto, pensaba «ayyy, no le habrá pasado algo malo?».. y también me he sorprendido con el final y las intenciones… creo que en nuestro mundo apreciamos en exceso las cosas materiales, de ahí el miedo a que nos las quiten…de todos modos, no te considero a ti una persona desconfiada, sino más bien todo lo contrario.. seguro que nadabas como pez en el agua.. creo que echo de menos oírte reir en directo, por que no hago más que imaginarte sonriendo mientras hablas con la gente.. supongo que por eso, me encanta la foto en la que sales hablando con los dos monjes del siguiente post.. enhorabuena, Igna.. creo que aprendemos muchas cosas con tus post, muchos ánimos y continúa así… un biquiño seco que te cuide de las lluvias jeje
Angel, totalmente de acuerdo. La gente de allí engancha mucho.
Thony, noted. I will sent the Thu Thu picture to you. 🙂
Carlos Acín, lo del libro sería algo fantástico y será algo que miraré a la vuelta. �jala se pueda publicar. 🙂
Cinza, pues muchas gracias por tus palabritas. 🙂 Yo también tengo ganas de veros y de echarnos unas cuantas risas (con alguna choupa de por medio, si fuera posible).
🙂
Hola
Flipo con las fotos que haces!!..
Son preciosas..
tienen mucho de postporducción?.
Por cierto, que equipo llevas?….
Ciao
Muchas gracias. Llevo una Nikon D-80, junto con una lente 18-135mm 3.5-5.6, una 50mm f 1.4 y un fisheye 10.5mm f2.8. Y si, generalmente tienen postproduccion. Revelado RAW en Lightroom y retoques en PS.
Saludos!!