La tormenta de arena avanzaba inevitablemente hacia mí, cubriendo la llanura y atravesando a paso firme y rápido las dunas, así que hice lo único que podía hacer, proteger el equipo fotográfico de la mejor manera posible y cubrirme el rostro y el cuerpo mientras miles de diminutos granos de arena chocaban contra mí clavándose como si fueran agujas. Y en cuanto amainó, en medio del desierto, en la más alta de las dunas de arena donde había subido, no sin poco esfuerzo para poder disfrutar de la más exquisita de la vistas… comenzó a llover.
Así de imprevisible y salvaje es el Gobi y por extensión Mongolia. No había sido un viaje cómodo ni fácil, pero si tremendamente sorprendente. Muzch, nuestro guía y conductor de una Hunter rusa de algo más de 15 años cuyo techo interior acolchado ya indicaba que las carreteras que habríamos de tomar no serían aptas ni para las más adrenalíticas de las cabras, movía la manos sobre el volante alternativamente hacia la derecha e izquierda como en las antiguas películas en blanco y negro, pero conseguía, sorprendentemente, mantenerse en las lindes de los caminos.
Al otro lado de las ventanillas se extendían las descomunales planicies mongolas, marcadas por pequeñas e infinitas colinas y alguna que otra recatada cordillera montañosa sobre las que paraban y alzaban el vuelo innumerables águilas sin ningún miedo ante los humanos. Las mismas águilas que los mongoles entrenaban para cazar a los lobos que amenazaban a sus rebaños.
¿Cuanto de desierto tiene el desierto? Aunque uno se imagina como desierto un lugar sin vida, lo cierto es que tal nombre sólo viene definido por la cantidad de precipitaciones que recibe, generalmente menos de 250 mm al año. La vida, sin embargo, se abre paso a pesar de estas condiciones y a lo largo del viaje he visto más especies animales que en muchos otros terrenos: camellos, caballos, vacas, ovejas, cabras, águilas, buitres, garzas, todo tipo de pájaros, ratones, perrillos de las praderas, innumerables insectos, arañas, serpientes…
El paisaje se decora con tonos pasteles. No hay grandes contrastes en estas llanuras salvo las sombras móviles de las nubes y la separación el cielo de la tierra. Mongolia, el país con menor densidad de población del mundo es la naturaleza pura y el viaje de una semana por el desierto del Gobi es probablemente la cosa más salvaje y menos civilizada que he hecho en mi vida (y eso que me he pasado años y años de campamentos). Tiene el sabor fantástico de la aventura más auténtica, no edulcorada, pero no es un viaje apto para lo más remilgados.
Hacer 300 kilómetros al día nos costaba entre 6 y 7 horas botando en los asientos de la Hunter al ritmo del traqueteo de la carretera. Hacíamos paradas de vez en cuando, especialmente para comer, aunque fuera bajo el abrasador sol y soportando ráfagas de aire que nos obligaban a cocinar dentro de la furgoneta. En el maletero 105 litros de agua para cinco personas. Las duchas directamente pasaron a considerarse una leyenda antigua, cosa que no importa cuando nadie se ducha. Viva el medievo.
(Ese intento de tortilla de patatas bueno)
Llegábamos cada tarde a una Yurta (o Ger) junto a una familia de nómadas mongoles que nos preparaban cena y desayuno. Los nómadas encuentran el agua en pozos aunque tengan que pasarse horas y horas para encontrarlos y lógicamente no es agua cristalina la que de allí sale, por lo que aunque se filtre y filtre sigue conteniendo arenilla que por supuesto se asienta cualesquiera sea la comida que preparen. El lecho más cómodo tenía maderas en lugar de colchón. ¿Baños? Una letrina con un agujero en el suelo a un centenar de metros de las Yurtas servía para cubrir las necesidades más básicas. No siempre estaba cerrado, lo cual debo decir que no era ningún inconveniente, pues no siempre se disfruta de un baño con vistas (aunque sean de una infinita arenosa y rocosa llanura). ¿Luz? ¿Electricidad? Jeje. Acuérdate de llevarte una buena linterna o en su defecto una colección de velas.
¿Pensáis que importaba? Pues no. Ni lo más mínimo. El desierto es un lugar duro y los que allí habitan lo son aún más. Por allí pasaron los Hunos, y el mayor imperio que la humanidad haya conocido. El imperio Mongol que comenzó Gengis Kan. Tierra de guerreros y luchadores que hacen de la unidad su fuerza. Cuentan que un padre mongol le dió a cada uno de sus cinco hijos una flecha y les pidió que las partieran con las manos, cosas que hicieron sin demasiado esfuerzo. Acto seguido les dió cinco flechas a cada uno y les pidió que reintentaran romperlas esta vez todas juntas. No pudieron. �Mientras estéis unidos� les dijo �nada podrá venceros�.
Tras abandonar las comodidades básicas durante un par de días el cuerpo, esa extraordinaria maquinaria con una fascinante capacidad de adaptación, se empieza a habituar al medio y dejas de pensar en aguar corriente, en camas y simplemente aceptas lo que tienes como tu nueva realidad. Y mientras tanto disfrutas de lo que la naturaleza te está ofreciendo, las formaciones rocosas, los acantilados en mitad del desierto, de la primera capa de arena cálida tras la que se esconde una segunda fría, alucinas con los espejismos y acabas rodando por las dunas sin importante nada más que el momento que estás viviendo.
Aún a día de hoy y tras un par de coladas sigue apareciendo arena por todas partes y polvo negro y rojo en ropas y mochilas. Pocas veces he estado más sucio, pocas veces me ha importado menos.
No suele ser normal tampoco el convivir 7 días, 24 horas con gente a la que no conoces, pero hoy cuando el grupo se ha disuelto y uno tomaba el tren hacia Moscú, otro estará mañana atravesando China, otra viajará hacia el Oeste de Mongolia y otro se buscará la vida en Pekín, no hemos podido dejar de pensar con cierta pena y con un ligero nudo en la garganta en lo fantástico que ha sido y en que siempre quedará la esperanza de que dentro o fuera del viaje nos volvamos a encontrar.
(Sí, es hielo. ¿Quién quiso poner límites al desierto?)
Por mi parte y tal y como cabía esperar me quedaré unos cuantos días más en este país. No me dará tiempo a recorrer su parte central y norte, plagada de lagos, bosques, montañas y algún que otro glaciar, sino que mañana giraré mis pasos hacia el Este, hacia el parque nacional de Gorkhi-Terelj donde los paisajes prometen ser igualmente fascinantes. Vuelta a la vida salvaje.
Realmente es una vida tan cómoda…
Más fotos, carentes de agua, llenas de arena y cargadas de buenos recuerdos, aquí.
Todavía no he podido cerrar la boca.
Y esa última foto…
Maravilloso.
Llevo toda la tarde dándole a actualizar desde que vi que estabas colgando las fotos en Flickr. Impresionantes. ¿El hielo es por un glaciar? Había visto glaciares dentro de volcanes, pero en el desierto? WOW!
El desierto siempre tiene ese algo mágico y único que te devuelve a ti mismo y a tu interior. Saca lo más profundoo de las personas y te devuelve algo impagable: tu esencia.
Me gusta la ruta y el camino de tu viaje.
BRUTAL. Es que no tengo palabras…cada post es más fascinante que el anterior…jo, ver el mundo a través de tus ojos es un privilegio!
Después de la última foto con la niña de la cometa, tenía muchas ganas de ver como había sido tu experiencia por el desierto. No has defraudado :DD las fotos son espectaculares, y me alegro de que la compañía haya sido tan grata(eso hace que la experiencia sea todavía mejor).
La última foto es de cuento.
Es una vida tan cómoda… y alomejor una vida que en unos años muchos se tendrán que acostumbrar a vivirla como no cambien mucho las cosas.
Buen viaje!
realmente increible la historia y las fotos, toda una inspiracion, planeo hacer lo mismo que estas haciendo el año que viene, tambien soy fotografo (aunque bastante amateur) y me llamo igual que vos! jajaja esperemos que sea una señal de que los ignacio nos estamos revelando 😛
saludos!
… IN-CRE-I-BLES LAS FOTOS!!!!!! 🙂 estoy igual que Pierre Nodoyuna, no puedo cerrar la boca de ver tanta belleza, por Dios… (solamente con las de este post yo haría una exposición de maravillas, te lo juro…)
pd: me mató lo del hielo en el desierto!! 😉
besos Ignacio y sigue disfrutando y haciéndonos emocionar (al menos a mí) con tus imágenes �
me encantan los colores, y el cielo, e la naturaleza en tus fotos… quisiera yo hacer fotos como las tuyas! =)
tu blog está desde ahora en mis «favorites»!
(sorry… mi espanol está roto)
Cacho fotacas y cacho historia :O ¡Tremendo!
Sigue cuidándonte igual que hasta ahora.
Recuerdos desde Cáceres 😉
Realmente fascinante…hemos jugado al juego de ¿cuál es tu foto favorita? y Nacho, bastante sabio, me ha dicho: ‘mamá, ponle a Ignacio que a mí me gustan todas’ 🙂
Comparto tu conclusión final, aunque como tú hasta ahora solo lo he vivido en los campamentos: comer, dormir, jugar, reir, disfrutar de la gente y de tu entorno, vivir sin más…
Impresionante, siempre es más enriquecedor saber la historia que hay detrás de las fotos, y más cuando son tan interesantes.
Si alguna vez me piden que les de un nombre para que alguien ilustre una vuelta al mundo ya sé quien decirles ;D
Saludos y a seguir así!
Bueno, la verdad es que para una persona como yo que le gusta tener un blog y hacer fotos este sitio es de lo más alucinante.
Me encantan tus fotos,con las cuales estoy alucinando por la nitidez y el contraste que tienen (además de la calidad porsupuesto) y de lo de pm que te lo has montado. Menuda envidia que me da…porque me encantaría poder viajar,pero no tengo la valentía.
Bueno después de lo visto no me dejas otra opción que editar un post en mi blog sobre tí y lo que estás haciendo. En cuanto lo tenga te paso el enlace para que te veas.
Saludos.
Impresionantes las fotos, me ha encantado la última.
Me alegra mucho ver que todo va sobre ruedas en tu viaje, y espero que siga así.
Un fuerte abrazo.
Simplemente impresionante.
Hacía muuucho que no disfrutaba tanto con un post, gran relato y cómo siempre magnificas las fotos.
Por que están en pequeñico, sino tendría wallpapers para un año!
Saludos y sigue disfrutando de Mongolia, sus gentes y caballos!
Simplemente increible!!! Eso si lo del hielo es un poco peligroso, no? Era estable la estructura?
Joer, tío, por un lado, siento mucha envidia por lo que estás haciendo. Es un sueño de mucha gente, y tú no sólo lo estás haciendo realidad, sino que (y esta es la parte buena) la estás compartiendo con nosotros.
Seguramente nunca llegue a saber cómo es viajar alrededor del planeta, conocer a gentes tan distintas a nosotros, atravesar el Gobi y otras muchas aventuras que te faltan por hacer, pero me encanta ver que tú lo estás haciendo y nos lo vas contando cada vez que tienes la oportunidad de ponerte a ello.
Por eso te doy las gracias, por compartir tus visiones y vivencias.
¡Un abrazo, y nos vemos en la próxima parada!
Y, por cierto, muy chula la camiseta de «Mr. Tea» xD
Una preguntita:
¿Cuándo tienes previsto (más o menos) llegar a Birmania?
Ha sido larga la espera pero ha valido la pena….me uno ha todos….IMPRESIONANTE!!!
Deberías plantearte plasmar estas maravillosas experiencias y fotosssss en un libro.
Un bso, nos haces soñar!!!
Tu blog se a convertido en lo primero que busco, cuando abro el reader!
Que pasada de fotos y que pasada de historias que nos cuentas!!
Hasta la proxima!
Maravilloso. Ignacio que viaje!
Primo, estoy verdaderamente impresionado. Experiencias inolvidables, fotos maravillosas y un largo camino donde encontrarse con uno mismo y con diferentes pueblos y culturas. Espero que estes bien y estaré pendiente de tus pasos.
No solo haces buenas fotos, además escribes de maravilla. Sigue así viajero, te seguimos con interés.
Woooordsss, doooon’t come easyyyyyy tooo meeeeeeee…
Te diria que alucinantes las fotos, que increible la historia, que genial poder dar fe (a traves tuyo) que aún hay muuuy buena gente en este mundo, y que desde dónde estamos sólo vemos una pequeña parte (gracias a tí ahora la ventana es más grande), pero es que cada post sería lo mismo!!!
Por diox!!! La última foto es para punto de libro fijo!!!!! ;P
Venga, otro dia que llego tarde por tu culpa!!
Sin palabras con las dunas, me he quedado…
Es como si uno se transportara con tus palabras y se sintiera atravesando esas dunas, esa arena que se incrusta en la piel al pasar la tormenta. Y lo mágico de las fotos.
Sin duda, experiencias como estas no tienen precio.Adelante viajero, a continuar la marcha 🙂
:_) Que bonito
muy buenas igna!! nunca me ha apetecido tanto como ahora irme a un desierto!!
sinceramente me uno a todos los comentarios de la gente. esto que estás haciendo es algo impagable para los que intentamos seguirte a través de nuestras pantallicas… ahí vamos todos, metidos en la mochila, más a gusto que un arbusto…
sobre las fotos… qué decir que no se haya dicho ya… aicandemore
un abrazo mu gordo!!!
Buff que experiencia. Necesito un año sabático para hacer algo parecido.
Suerte en tu periplo.
fascinante! 😉
De las entradas más impresionantes de lo que llevas de viaje, Ignacio… La narración, como siempre, fantástica, pero las fotos… Qué ganas me han entrado de irme al desierto! 😀
realmente impresionante tu viaje! Que envidia, aunque parece que también fue durito a ratos… pero con esas fotos me imagino que se te pasa todo!!! Qué maravilla!
Sigue disfrutando!
Besos
Eso pensaba, Igna, que cuando no conoces a nadie y estás tiempo en un sitio como el desierto, algo queda de ti en ellos…
Que pasada!
Besicos
Impresionante, maravilloso, fascinante… cualquier adjetivo se queda corto para describir tus palabras y tus fotos. Imagino que las cosas siguen bien. Sigue alucinandonos con tus historias y tus fotos.
Besitos y buena caza.
MUCHAS GRACIAS IGNACIO!!!
pocas veces son las colecciones de unos y ceros que viajan por la red tan emocionantes como las que nos has mandado en este día.
Gracias, gracias Ignacio
No sé si por ese chaparrón, el aire que sopla, los granos de arena o el propio hielo, pero tengo los pelos de punta!
Enhorabuena (otra vez) por saber transmitir con la imagen abrazada a la palabra.
¡Qué suerte estar casi viviéndolo contigo!
PD: Lo de los espejismos me ha llamado muuucho la atención. A ver si nos cuentas qué viste!
las estrellas, el desierto, la Yurta, esa tormenta… los niños.. el hielo!!
Todo es alucinante, esos viajes salvajes son los que, por muy cortos que sean, te cambian la vida. Esa incomodidad engancha… te lo dice una que tenia como WC una punto imaginario mas una pala 😉
Mil gracias por compartirlo con esas pedazos de fotos y descripciones 🙂
Y sí… la barba te sienta estupendamente, estoy segura que mas de una ya te lo habrá dicho 😉
Ah.. la foto de la vela de aceite (porque es eso..no?) es de una intimidad preciosisima.
Fantásticas fotos, y genial el texto.
Da gusto acompañarte, Ignacio.
Increíbles las fotos!!!!
Me encantan las fotos del desierto que nos has mostrado esta vez!!
Te descubrí cuando colgaste la entrada del transiberiano y ya no me apeo de tu viaje hasta que tú lo hagas.
Un saludo.
Cada vez que entro en el blog lo primero que hago es entrar en el tuyo. Me encanta como escribes y las fotos que haces, cada una describe un momento, una situación.. transmiten mucho. Enhorabuena! Un abrazo!
ya que hablamos de contrastes y de adaptación, interesante el contraste entre el rústico bujero con vistas infinitas y el hipertecnificado y compacto inodoro japonés que no hace tanto estarías usando…
Lo digo por poner un poco de esperpento, es que si no el blog te queda a niveles estratosféricos 😉
Uno de los lugares más salvajes y duros en los que has estado? Y eso que estuviste en unos cuantos campamentos? Ha superado a Krusty? Porque Mongolia es igual de duro pero al menos tiene glaciar!
No se quien eres Güili Foj anónimo, pero cuando leí la comparación con los campamentos, yo también pensé en Krusty jajaja…lo de cruzar un lago (o intentarlo),entre otras hazañas, en una balsa (o similar) de neumáticos curte mucho 🙂
Fascinante!
Gracias, compañero, por tanto bueno a golpe de click.
Aquí, el fuego del desierto se deja sentir (40ºC en los madriles!), pero de todas las demás maravillas del Gobi… ni flowers!
Seguiremos soñando bajo los cielos que nos regalas.
Gracias y un beso!
Pues el cuerpo aguanta lo que le eches, normalmente es la mente la que suele fallar, cuando a uno le entra en canguelo y piensa que no va a poder sobrevivir. Cuando se va con la mente ya preparada para vivir lo que sea, todo se vuelve fácil. Y qué carajo las comodidades cuando tienes el mundo frente a ti!!!!! A mi me parece que el desierto natural es uno de los sitios mas increibles del mundo. Sólo lo he vivido por un día, pero me impactó. Tu experiencia debe de ser increible, la guardarás durante muchos anyos en el corazón. Un saludo y me quedo esperando la siguiente tanda de fotos!
Pierre… apúnteselo en la lista de cosas pendientes. 🙂
Oria, que devoción. 🙂 Pues sí, en el desierto. El truco está en que está entre dos montañas, con lo que supongo que el sol casi no les da… pero vamos, ese día justo estaba muy muy nublado.
Saha, yo no lo podía haber dicho mejor…
Vir, el que estéis ahí acompañándome si que es un privilegio. 😉
Pati, logicamente, yo no me veo viviendo toda la vida ni en el desierto, ni el campo, pero quería hacer referencia a que es una vida tan simple y tan gratificante que hace plantearse a que cosas damos prioridades en nuestras vidas… un clásico filósofico, vamos. 😉
Ignacio, ignacios al poder!!! XDD
Faby, muchas gracias! Si encuentras donde exponer avisame!! Jajajaja! Un placer que sigamos disfrutando juntos!
Ana Borba, tu español es perfecto. Gracias por el comentario!!! 🙂
Vicente Alfonso, eso espero! 🙂 Un abrazo de vuelta a Cáceres!
Yoda, dile al Nachete que elija una y se la mando. jejeje. Quizás como tu lo dices es mejor, en estos sitios vives sin más, que a veces se nos olvida. 🙂
Fer, bien por la publicidad!! 🙂
Fotowaton, hace unos meses ví una entrevista a Matt Harding, que ya se ha dado la vuelta al mundo unas cuantas veces y le preguntaban que había sido lo más dificil de su primera y respondió sin dudar «tomar la decisión». No creas que no te entiendo, que he pasado días y semanas de comedura de cabeza. Ahora ya me preocuparé cuando vuelva!!
Joso, un abrazo para tí! Voy con retraso en tu blog!! Espero que me disculpeees!!!
Morfet, un placer por mi parte. 🙂
Juan, no mucho…. jejejeje… pero vamos, la gente pasaba por encima nuestra sin problemas… Tampoco estuvimos mucho. 😛
Lograi, para mi compartirlo con vosotros es un auténtico placer y una de las mayores satisfaciones del viaje. En serio.
Sergio, pues ya me están cambiando los planes, no pensaba incluir Mongolia, no se si podré entrar en Tibet… en cuanto llegue a Nepal, calculo que más o menos un mes… Os apuntáis? 🙂
María, está requeteplanteado, ahora sólo que me queda encontrar quién ponga la pasta… 😀 jajajaja! Pero bueno, me preocuparé a la vuelta.
Charlotte Harris, insisto, un honor.
Pablo, ya ves!! Te acuerdas de todas las indecisiones? Lo que habéis aguantado… un altar os merecéis!!!
Jose María Blazquez, genial leernos por aquí. Este año no nos veremos, apuntate mi ración de jeta!!! 😀
Pablo, sigo sin ver muy claro lo de escribir. Pero bueno, iré sintiéndome más cómodo supongo. La verdad es que desde que empecé el blog (hace más de tres años ya) me ha valido para mejorar la manera de expresarme… pero aún queda un largo tramo!!!
Queseyo, el mundo está lleno de gente buena. Cada vez veo a más. También hay mala, pero son mucha menos… no dejemos que nos intimiden!!!
Carmen, tu echame la culpa, no problem!! jajajaja
Javier I. Sampedro, lo de las arenas clavándose queda muy épico, pero menuda como las pasé. Con la gorra, las gafas, el pañuelo, hecho un gurruño y aguantando como podía. Ahora me río… jejejeje
Hedrael, ^__^
Choupa, es que en la mochila cabéis todos!! Pero que no os de por roncar eh? hacer buenas migas!! Lo genial del blog es que hay gente como tu a la que hace ya demasiado que yo veo, pero que es un placer leer por aqui. Un abrazo chouperil!!!
Carloscastillo, a por ello!!
Nuala, ^__^
Luisete, tengo que insistir para convencerte? Vete buscándote uno que te pille a mano!! jajaja!
Sylvia, fue más chocante que duro. Lo mejor es ir con un grupo de amigos de combate que no se quejen ante nada y que tengan siempre la mejor de las sonrisas. 🙂
Belén… y viceversa. 🙂 Bss!!!
Carol, todo bien, gracias!! Besos!
Edu, ya era hora de que fuera saldando esa deuda de unos y cero que tengo contigo. Gracias a ti. Siempre.
Japogo, mira que te dije que te trajeras la rebequita. 🙂 Lo de los espejistos básicamente lagos, lagos, lagos, ríos, agua, agua, agua, infinita e inexistente. Mirases donde mirases…
Monttse, si que engancha, si. Lo de la barba, de momento va más por el estilo de «alaaa que barbaaas» ;-). La vela no es de aceite, es de las normales… compramos porque sabíamos que no habría luz.
Javi «ontheroad», espero que sea algo más que virtual 😉
arsnatura, genial, espero que me aguantes el ritmo. 😉 jajajaja!
Alex, muchas gracias!!
Nico Cinero, me parto. Ciertamente. He pasado de un extremo al otro. Donde estaría el calentador de la tapa cuando lo necesitas? Jajaja!
Güili Foj anónimo, la balanza estuvo ajustada, pero si, por unas décimas de calor infernal y la misma comida con arena todos los días gana el Gobi, pero por poquito eh? 🙂
Yoda, pues si eramos cuatro y yo estoy aquí, tienes un 33% de posiblidades de averiguarlo… 😀
Maria F. Ya estamos con 40º en Madrid? Pronto empezamos!! Ánimo y a por esas cañitas con tapas en las terracitas, que en Madrid las tiran que se encandenan que da gusto!
Cris, seguramente tienes razón. La mente es lo que mueve todo. La experiencia, pues sí, seguirá me temo hasta el final conmigo. 😀
Muchas gracias a todos por sacar algo de tiempo para comentar!!!
noooo, bueno si! si que voy a decir lo mismo que todos, INCREIBLE! ahora ya estas atrapado por la gente y la naturaleza salvaje, las comodidades y la ciudad se convierten en deprimentes…
Millon de besos, asquerosa la envidia que te tengo! sigue disfrutando
Pues sí que existe la remota posibilidad de que me apunte a Birmania… aunque no me quiero emocionar con la idea de momento…
begoraz, te va atrapando, si… tenía toda la razón. Ahora ya no hay vuelta atrás!!!
Sergio, pues ya te iré avisando según vaya llegando. De momento ni idea, aunque calculo que en un mes y medio más o menos… pero quién sabe? Esto ha dado ya tantas vueltas…
Maravillosas fotos, excelentes historias y vivencias y parece que inmejorable compañía. Yo también soy un gran amante de los viajes aunque de momento no he llegado a tu nivel, en mi último viaje conocí a un personaje que decía en los viajes no es el lugar a donde vas si no a quien conoces. No puedo estar más de acuerdo con el, tengo grandísimos recuerdos de personas a las que sólamente he conocido durante excasas horas.
Sigue así Ignacio que nosotros viajamos a traves de tus preciosas instantaneas.
Zordor, muchas gracias! Curiosamente el video que hice de despedida de Japón se titulaba igual «It’s not where you go, it’s who you meet». 🙂 Ahora si cabe es aún más justificado!
Saludos!
Por cierto, el post al que hacía referencia:
https://www.ignacioizquierdo.com/blog/2009/04/japon-y-688/
y el video:
http://vimeo.com/4145675?pg=embed&sec=
🙂 Autobombo al poder!!
Llevo años siguiendo tu blog, y viendo tus avances en fotografia… pero con el desierto de Gobi te has superado!!! Son unas fotos increibles!!!
Te deseo muchisima suerte en tu gran aventura, aunque veo que no la necesitas…
Siempre hace falta… 🙂 Gracias!!