Muy cerquita de Okayama, Kurashiki es una ciudad que a primera vista no destaca. Según sales de la estación del tren no hay nada que la haga especial. Pero guarda una pequeña maravilla en su interior. En una ciudad enormemente industrializada se ha respetado el antiguo barrio repleto de almacenes de madera de Bikan, ahora la mayoría reconvertidos en tiendas artesanales que ganan su arroz del turismo o museos , peor que te vale para hacerte una buena idea de como sería la ajetreada mercantil entre sus calles.
Estas casas, llamadas kura, comenzaron siendo utilizadas para almacenar el trigo de las granjas de la región y acabaron evolucinando en centros textiles. Es curioso como se han cuidado los detalles para mantener el ambiente de la era feudal: los cables electricos están enterrados (cosa muy rara en japón), todas las casas hasta las más modernas o renovadas y aunque no sean almacenes, siguen la misma estructura y estilo, los buzones están acabados con madera… todo un conjunto de detallitos que crean la imagen.
¿Damos un paseito?
Si no es por no iiiir, si hay que ir se va, a ver si me entiendes… pero es que ahoooora, con la que está cayendoooo. Hacemos una cosa, yo me acerco hasta Alemania y tú el resto. Así quedamos a «casi» medio camino. Jejeje. Mañanaaa me piirooooo!!
Mira que se te da bien sacar las cosas guapas, joio.
Pásalo bien bradwurst!!! 🙂 Un abrazo a la familia!!!
Oria, es que las cosas se ponen del lado bueno. 😀
Pues tiene que ser muuu bonito… retroceder en el tiempo… houuuuuu
Es genial, queseyo. 🙂 Tienes un condesador de Fluzo?
Nooo… però esto lo consigo yo en un periquete…. ¿alguién sabe dónde se consigue?… noo??
Bueno… suerte tenemos de tí, Ignacio, pués de mientras… poder esperar un poquito más…
Ala… que me voy a la tienda para poder fabricarlo…