Un día espléndido donde la gente se relajaba del inesperado calor del sol dentro de las fuentes. Niños, adultos, todos querían su pedacito de agua, mientras el resto, los menos atrevidos, aguantaban estocaimente el empuje del Lorenzo en posición horizontal sin moverse. Gran lunes al sol.
Poco puedo reseñar de Nottingham, porque no dió tiempo más que un breve paseo para descubrir que es una ciudad llena de vida y gente, que Robin Hood está muy presente y que allí se puede encontrar el pub más antiguo de Inglaterra, The Trip to Jerusalem Inn (vivo desde 1189). Un lugar completamente delicioso.
Pero a lo que ibamos queridos pipiolos, que no fueron estas breves impresiones las que quería reseñar sino un evento que tuvo lugar en el museo de la vida de Nottingham. Allí se celebraba uno de días programados para rendir homenaje a los veteranos de guerra y era como adentrarse en una película de los años 40.
Y es que el 1940’s Knees Up! estaba preparado para rememorar, a ritmo de swing, como se vivía cuando la Segunda Guerra Mundial irrumpió en las vidas de los ahora veteranos.
Estos supervivientes, ahora hepta u octogenarios, no dudaron en enfundarse en sus trajes, ya de época, para simular por ejemplo como actuar ante un bombardeo aéreo o como funcionaban los bomberos y enfermeros de la época. Todo ello animado y ayudado por amigos, familiares y los encargados del museo, también vestidos para la ocasión.
Los originales bobbies, miembros de la RAF, militares, músicos, periodistas, paracaidistas, generales… hasta algún que otro espía o contrabandista, se dieron cita en el evento.
En definitiva, un evento que fue un museo vivo, de las vitrinas y los libros a la carne y hueso. Supongo que quizás es la mejor manera de tener presente la historia y intentar no olvidarla nunca.
La última foto es genial. Las primeras fotos del evento, casi parecen figuras de cera o de un estudio de cine, pero no, eran muy reales y cómo lo vivían! me llegaron…
Esto es lo que mola de los viajes, encontrarte actos de sorpresa. Es como una vez que tuve visita y sol estaba lleno de gente que pedía la legalización del canabis, todavía me recuerdan ese oso con su pedazo canuto.
ah! se me olvidaba. Cuando haces fotos de primeros planos a gente les pides permiso o usas alguno de tus objetivos. A mi es que me da palo fotografiar a veces a la gente y parezco alguien de la secreta haciendo fotos disimuladamente. Y eso que soy de compacta. Pero es que si les avisas, te posan y queda la foto muy forzada.
Me gusta el ligero tono que les has dadao a las fotos para que parezcan antiguas.
qué bicho! no te pierdes una! qué fotos más chulas
Marta Tatiana, es que fue un momentazo. Aparte de la sensación de vuelta atrás en el tiempo, esta gente había vivido esa época y se les notaba. Simplemente genial.
Oria, yo intento «cazar» a la gente. Uno, porque me suele dar vergüenza preguntar y dos, porque me gustan más las fotos cazadas que las posadas (una burda excuas para no enfrentarme a «uno», como ves). De todas maneras con el camarón no se puede disimular y te acaban pillando sí o sí, pero en un evento como este a nadie le importa. 🙂
Gracias Vir! 🙂