Llegamos a su centro, último punto de nuestro viaje de excesivo kilometraje a lo largo de Gales, para deleitarnos con la vista de su majestuoso muelle victoriano. 700 metros de blanca madera adentrandose en el mar.
Este muelle se construyo originalmente en 1858 con una longitud de tan solo 72 metros, en un intento de conseguir un gran puerto en la bahía de Llandudno. Como muchas otras veces, la dichosa y caprichosa naturaleza se interpuso en tan ambicioso objetivo y en 1859, una tormenta que arrasó las costas británicas (llevandose consigo 223 embarcaciones y 800 personas) lo dejó inservible.
Se reconstruyó, pero su corta distancia, sólo servía para atracar los barcos si la marea era alta, así que se le añadió un trozo en 1891. Como esto no fue suficiente, en 1969 se reconstruyó su estructura con acero y cemento y sus maderas se va renovando cada cierto tiempo, víctimas de la incasable erosión del mal y el salitre.
Fue este majestuoso detalle el que puso punto y final al mayormente gélido viaje por Gales. Todo una sorpresa no excesivamente explotada por turistas y que lamentablemente se merecería mucho más tiempo para verlo como se merece y disfrutar mucho más de todos lo que tiene que ofrecer y de descubrir más recodos y lugares mirando al Oeste, sobre el mar. Pero es lo que tiene el tener que comer, que uno no puede vivir del aire. 🙂
Casi 5 días muy intensos, guardados en esta etiquetita y en su albúm del flickr donde se han condensado en 128 fotos. 🙂 (No son muchas, así que no quiero oir ni una queja en la sala)
Este último post lógicamente es para los compañeros de viaje, para Álvaro, Marta y Patricia, por ser tan excelente compañía y por mantener el buen humor en todo momento incluso estando pegados al calefactor del coche!
Va por vosotros. Muchas gracias por esos días fantásticos!
Momento memorable sin foto: cuando cruzando el semáforo en la calle principal, vino una gaviota enorme y le robó la empanadilla/empanada/pie a una chica que ibe cruzando. Te acuerdas?
Oye a mi siempre se me abre una pantalla con publicidad cuando abro tu blog, seguro que no es cosa tuya.
Claro que me acuerdo… el ataque de la gaviota kamikaze!!!! jarl!!!
Lo de la publicidad es de algo del blog. O va intrínseca o va con el contador de visitas o algo así. Tengo que mirarlo seriamente… 🙁
Gracias a ti, que te curraste toda la ruta con nombres en Galés! No soy capaz de repetir el nombre de ninguno de los sitios donde estuvimos (excepto Moria(h) – ja, ja!)! Creo que hice bien quedando me junto al calefactor del coche en ese ultimo paseo; pero al menos no me perdi el momento «gaviota asesina»! Tiene razon Marta, muy bueno!
🙂 Hasta a mi se me cayó una oreja del frío que hacía!!! :S Jejejejeje!!!
Un placer de viaje, la verdad!!!