Un pequeño poblado, inspirado en los pueblos del mediterraneo (las malas lenguas dicen que en el italiano Portofino), que el arquitecto de origen galés, concibió usando trozos de edificios demolidos y a partir del trabajo de otros artistas.
El resultado, un ejemplo del kitsch más exagerado, es una explosión de color en mitad de un bosque a la orilla del estuario del río Dwyryd. Es imposible abarcar todos los detalles, como si fuera un collage de otras épocas todo reunido de la manera menos ordenadas posible.
Puedes pasar horas paseando por sus interminables jardines (damos fé), donde se puede encontrar por ejemplo un pequeño jardin japonés o un cementerio de perros… y por supuesto ingentes cantidades de flores tropicales.
Hoy en día Portmeirion, sólo tiene la vida que le da el turismo, donde la mayoría de sus edificios se han convertido en hoteles, y el resto, en tiendas de souvenires, cafeterías y restaurantes variados, lo cual, aunque le confiere un cierto aire de Eurodisney le da un toque mágico que inevitablemente te atrapa.
Todo una obra que perdurará a su creador, testamento a la belleza. Sin lugar a dudas, una parada obligatoria a lo largo de la costa Galesa. 🙂
Pues…. porque lo dices tú que es Gales, y te creo, porque sino… diría que es algún pueblecito de la cuenca mediterránea…. Algo «suigerenis» (¿¿¿¿como demonisos se escribe esa palabreja…????)por la mezcla de los edificios pintados y la vegetación abundante…. pero con un toquecillo mediterráneo… sí señor…
Enga jefe… a cuidarseeeee!!
En qué sitios más chulos te metes, hay que ver…
Emma, creo que esa era la impresión generalizada. 🙂 Hemos salido de Gales???
Xikinina, los ponen ahí para mí… tu sabes… 😉
Desconcertante!
Y tanto!!! 😀