Pasen, pasen, tomen asiento.

Hoy tenemos con nosotros a un ilustre invitado. Para la mayoría de ustedes será otro nombre impronunciable y perecedero que resonará brevemente en las cavidades encefálicas antes de pasar a mejor vida aunque desde este estrado se hará lo posible porque esto suceda en un futuro muy muy lejano. Con todos ustedes el Señor Vatnajökull.

(plas plas plas)

– Muy buenas.

– Don Vatnajökull, para la panda de iletrados que atienden a estas lineas ¿podría usted hacer una breve introducción sobre su helada persona?

– Claro, faltaría más. Total, otro glaciar más, ya debe ser el enésimo del que oyen hablar. Déjenme que para presentarme lo haga comparándome con precisamente los que ya han tenido el gusto.

Aquí, en esta pequeña foto tenemos representados a dos glaciares muy majos:

A la izquierda y con una extensión de casi 100 km cuadrados está el Eyjarfallajökull y justo a su derecha y seis veces más grande con casi 600 km cuadrados está el Mýrdalsjökull. Una ingente cantidad de hielo.

– Sí que lo es, por lo que vimos con anterioridad eran bastante impresionantes.

– No lo ponga en duda, pero ahora vamos a ver como son ellos en comparación conmigo mismo. Y entenderan porque me daban sin rechistar los bocatas de chorizo en el recreo.

– Vaya!! Resulta hasta soez de lo grande que es!

– Gracias, gracias, me sonroja. 8400 km cuadrados no se consiguen de la noche a la mañana. No en vano ocupo más de un 8% de Islandia. Dejeme que le muestre como soy en comparación con la isla.

– Que barbaridad!!

– Bueno, permítanme que me marque algún detallito más. Tengo partes de casi más de un kilómetro de altura (lo cual no está mal si tenemos en cuenta que el pico más alto de Islandia también en mis dominios es el Hvannadalshnúkur con 2,109 km), así que cubro todo lo cubrible. Un masivo manto helado sin dejar hueco a picos, valles ni demás accidentes geográficos salvo en los bordes. Más de 30 lenguas glaciares se avanzan lentamente expandiéndose en todas direcciones, amén de tropecientos volcanes bajo mi capa que de vez en cuando les da por erupcionar y montan unas que paqué… ah! Y a veces ayudado por buenas condiciones climatológicas se me puede ver desde 550 km de distancia. Ejem. Tengo el record mundial.

– Vaya números!!. Da usted un poco de miedo. ¿Le parece bien que nos marquemos una sesión de fotos para terminar? Hay un chavalito con gafas que creo que se volvió loco y se dejo parte del tendón del dedo índice de tanto apretar el disparador y ahora no puede hacer clic con el ratón. ¿Es eso cierto?

– Sí, bueno… Entre usted y yo, era un poco obsesivo-compulsivo… pero se lo perdoné por su gran belleza física y mental. Eso sí, la única parte de la que me dejo hacer fotos es de esta que puede ver a continuación.

Las demás están reservadas para los intrépidos aventureros que se atrevan a adentrarse en los hielos a base de crampones, piolet, esquíes o motos de nieve (para pirados, vamos…)

– Me hago cargo. Gracias por su tiempo, un placer tenerle con nosotros. Vamos a ver si ha salido guapo.










Vamos, que no nos gustó nada de nada. 😉 Para que os hagais una idea de la zona os pongo un video donde además del Vatnajökull, señalo al Hvannaadalshnúkur y se puede ver la interminable extensión del Skeiðarársandur . Jarrrlll!!!