Lo que queda de Reykjavik. Momentos inconexos, que no requieren explicación porque son pequeños retazos que sé que me recordarán buenos momentos. El albúm de fotos que resta para que esas pequeñas luces que significaron algo no se pierdan en el tiempo.

Pasen un buen fin de semana. Hagan pastel de chocolate y no duden en comerselo que el verano ya está a la vuelta de la esquina y ya no hay solución. Yo por mi parte tengo una cita con unas choupas ibéricas. Que San Maligno nos coja confesados.