Bien es cierto, que yo me dejo querer, pues entre mis planes de volverme un Sir Oscuro, bien puede entrar el codearse con la más alta high society de reino unido, que nunca se sabe bien que influencias harán falta en un futuro.
Mi buenos amigos afincados en Edimburgo, Graham y Sam, conocedores de mis cuestionables intenciones, contribuyeron con su granito de area a un avance en mis planes malignillos.
A continuación teneis el Balmoral, uno de los más lujosos hoteles en el centro de Edimburgo. Ya comenté que tiene en lo alto un reloj que va cinco minutos adelantado sobre la hora real para utilizar la técnica fallida de tener cinco minutos extra cuando creías que llegaba tarde. Y digo fallida, porque es algo que todos hemos intentado sin éxito, pues una vez que sabemos la trampa, no vale la pena seguir disimulando. Te das la vuelta en la cama y aprovechas esos cinco minutos para seguir remoloneando.
Pues bien, queridos hobbits, aquí fue donde yo, un torrejonero de pro, críado en como un caballero del heavy metal, pude disfrutar por primera vez de un Traditional English Afternoon tea, también conocido como High Tea, aderezado todo ello con un concierto de arpa. Ja!.
La quintaesencia del inglés más acendrado al alcance de mi mano. Y señores (Papá atento) y señoras… debo decir que me encató!!! uuuuooooooh!!!
Llegamos rápido a esa conclusión. A lo bueno se acostumbra a una velocidad extremadamente rauda. Pero dejadme pequeños y afanosos ratoncillos silvestres, que os comenté brevemente en que consiste semejante costumbre.
Debeis saber que un afternoon tea, no es simplemente una taza de té. Nada más lejos de la realidad. Eso pensaba yo, en mi atrevida ignorancia, hasta que empecé a ver llegar comida por doquier. Por Thor y por Odín, esto es un festín!!
Comenzamos con una selección de muy elegantes sandwiches: salmón, huevo, mayonesa, pepino (¿), para pasar a los scones, que son unos bollitos recién hechos, que se parten a por la mitad para untarles mantequilla, mermelada de frambuesa y crema y que, por si lo dudabais, son un auténtico placer!!! Están increiblemente ricos!!!
Y por último… repostería de lagrimón. Sniff Sniff.
Un par de últimos apuntes. Se puede pedir con champán, pero se encarecía demasiado (maldito dinero) y todavía no somos tan sirs, y lo segundo es que puedes repetir todo lo que quieras. Las bellas camareras se te acercan a ver si está todo bueno, si quieres algún sandwich mas, si te ha gustado algún bollito en especial, si quieres más chocolate en vena. Ya sabeis. La vida puede ser insultantemente dura a veces.
Si os animais a probarlo en Londres, que sepais que el Ritz también lo ofrece. Yo lo dejo caer. Por si alguno no podeis resistiros. Mmmmm… Mientras tanto, os muestro mis avances en la materia. Atención a la botella de champán por detrás. Jur jur jur.
Ohhhhh, el afternoon tea, no es mala idea, una experiencia totalmente britanica!
Las fotos como siempre, cojonudas, podrias currar haciendo postales. Eres un cabron, hemos estado en casi los mismos sitios con casi la misma camara, pero no dejas de deprimirme.
Un saludo!
jejjee its teeeea tooooim… (supuesto acento posh) 😉
eso se podra introducir en los campamentos?? iwal con nesquick se hace el apaño… XD
hay que ver como vives, habra que empezar a currar… 🙂
sigue asi!
Bueno, Pablo, teniendo en cuenta que tú eres quién se va a vivir al pais del Sol naciente, no sé quién va a deprimir a quién!!! jajaja
Sebas, muy buena idea. Tolón tolón. Lobatos!!! It’s tea time!!! Y todos muy educados con sus potos de aluminio a comer bollos. Ohh!! Yeees!!!
Madre mia, cuanta finura junta….. :DD
Of course, my dear.
con esto estás a dos pasos de transformarte en Sir Ignacio
Jur jur… monarquía británica allá voy!!! 😛