Debo advertiros, queridos lectores, que las imágenes que vais a ver a continuación, van a degradaros la visión y la psique, sobre todo para aquellos que me han conocido en otras etapas más oscuras de mi vida siendo un guerrero del metal. Que alguno quedará siempre para recordarme los años mozos y advertirme del erróneo camino hacia donde va mi vida. Varada. He tocado fondo. Soy un vendido.

Espero eso sí, que el desojone no os dure mucho… (que ya me lo estoy viendo, bastardetes)

Ya os a entrado la flojera eh? Si no nos conocieramos. Al menos sé que mi padre estará con la lagrimilla en el ojo, pensando que por fin me he vuelto un hombre de provecho. Algo es algo.

Llegado a este punto os estareis preguntando que diablos hago yo vestido de pingüino. No es una mala pregunta, que se puede responder alegando que si a George Clooney le queda estupendamente no iba a ser yo menos, además puedo alegar en mi defensa que era requisito indispensable para participar en la cena de empresa situada en el hotel Millenium en Mayfair en Londres, hotel que recordareis de otros grandes éxitos como espía ruso muere envenenado por el KGB con elementos radiactivos.

Después de recibir notificación por parte de la policia inglesa de que el hotel había examinado a fondo y que no quedaban restos de plutonio, nos plantamos en este festival de glamour. Y que narices, obviando el tramo en metro, donde me sentía absolutamente ridículo, me lo pasé en grande!!!


No tuve el valor de pedir un martini agitado, no removido, pero dimos buena cuenta algunas más que otros, de gambas, cordero y vinos varios (especialmente vinos varios)…




¿Algo más que añadir? Que por vuestro bien, este post se autodestruirá en 5… 4… 3… 2…