Strange Fruit es una compañia australia que realiza espectáculos mezclando teatro, danza y circo. Desde la tierras antipodeanas, trajeron a la capital inglesa uno de los espectáculos que más me ha emocionado y dejado con la boca abierta que recuerdo. Precioso. Simplemente precioso.

Los acróbatas se suben a una estructura, se enganchan las piernas a ella y se introducen en unas esferas negras. En este punto nadie sabe lo que va a pasar pero se empieza a ver que las estructuras son «ligeramente flexibles».

Y entonces comienza el show. Comienza el color y las esferas pierden su manto negro para llenarse de vida. Y comienzan a moverse, a inclinarse y a moverse sincronizadas en un curioso espectáculo.

Y entonces empiezan a aparecer, a asomar sus cabecitas y sus cuerpos todos los miembros ante los murmullos del público.


Curiosamente van apareciendo todas las personalidades del ser humano representadas en los distintos personajes. La mejor, por supuesto, la reina malvada!!! jejejejeje

Y poco a poco los protagonistas van saliendo completamente y con la noche entrada quedan como suspendidos encima de las esferas. Flotando. Volando.


Y entonces se despiden de las esferas que les han dado vida y se dedican a disfrutar del cielo. Y todos los que estabamos allí daríamos lo que fuera por estar en su lugar.


Y se despiden. La magia existe. Asi que sueñen. Que la imaginación nos lleva a completar esos sitios que otros nos muestran.