Londres, Tokio, una vuelta al mundo. Hay quienes dicen que llegada una edad es hora de asentar la cabeza. Decepcionémosles.
Venga, no quejarse, que tanto querer un coche nuevo, tanta gaita, si esto se le hace una apaño, se le tunean los asientos (conejito de playbloy incluido), se forran el volante, se añade decoración a juego, una manita de pintura y… voila!!! Se acabó la dignidad!!!
Joooorrrll… sé de uno al que en la Frauenfest le habría pegado este coche que ni pintao!!
Jur jur jur!!! No me había acordado!!! El Rossmovil!!!! mmmm… La abuela en plan Priscilla reina del desierto… ya lo veo, ya..
jejejejejej