Enfrentado al Big Ben y con 135 metros de alto el London Eye es la noria de observación más alta del mundo, llegando a ofrecer 40 km de vistas panorámicas en un día despejado.

Concebido por los arquitectos David Marks y Julia Barfield (mire usted que bien) para conmemorar la llegada del nuevo milenio, tardó 6 años y gente de 5 paises europeos para terminarse.

Podeis haceros una idea de las dimensiones que tiene, haciendo clic aqui, donde se ve una gráfiquita compartiva con otros monumentos.

Actualmente es la atracción turística de Londres que más dinero recauda y además si quieres darte un capricho a ti u a los tuyos o quieres impresionar a alguien puedes reservar una cabina para ti especialmente y contrar un servicio de catering y champan a bordo. Ole. Que malo es ser pobre. Sólo 600 euros te salvan de poder tener tu propio cúbiculo hueval durante un rato.

Y despúes de todo el rollo informativo puedo decir que si. Que mola. Que dura media hora que sabe a poco. Que además nos pilló el día seminublado. Y que sigue molando. 🙂

Las vistas desde arriba son sencillamente espectaculares. Eso de sertirte lo más alto de lo más alto a tu alrededor no tiene precio. Pero tranquilidad a los sufridores del vértigo, que por algun extraño motivo te sientes seguro. Y eso que te puedes inclinar y ver el agua a tus pies…. :S

Y si no que se lo pregunten a Nachete que estaba totalmente alucinado. A saber que se le pasaba por su cabeza en esos momentos. Como bien dice su madre, en estos días ha tenido que haber creado miles de conexiones neuronales. 😀


Y buenooooo valeeeeeeee, lo reconozco. Nosotros, los menos enanos, tambien lo gozamos. 😀 jejejeje. Es que es taaaaaaaaaaaaaan graaaaaaaaaandeeeeeeeeeee!!!!


Vamos, que no os vais a morir si no lo probais, pero es algo obligatorio para los que os gusta subiros a los árboles y ver el mundo desde arriba como los envidiosos de los pájaros que somos. 😀