Siento el poder. Ya he descubierto una manera fácil de ganar dinero. La base de mi imperio a partir de los beneficios que obtenga a partir de este lucrativo negocio. De momento la cantidad os puede dejar atónitos. 4,6 pounds (6 euros). Estoy pensando donde invertir semejante capital.

Mi primera fortuna en apuestas, quinielas o cualquier otro juego de similares caracteristicas. Asistí a una carrera de Galgos. Aposté. Y gané. Llegar y besar el Santo. La suerte del principiante. Lo que sea. Soy el amo y señor y ganador. Nada podrá borrarme el sabor de la victoria de mis labios.

No creais que se trata de azar, pequeños milanos, no. Se trata de estudio del terreno. Nada más entrar te dan un libro con todos los perros y las carreras. Peso del perro, entrenador, posiciones en las que han quedado en las últimas carreras, mejores tiempos. Vamos hay que hacer un master para que luego el perro se resbale.

«Apuesten señores, apuesten. Hoy puede ser su día de suerte!!!».

Y allí en el estadio de Wimbledon, fui testigo de el ambiente que se respira para la ocasión. Movimiento caballeros, movimiento. Tomen asiento, que la carrera va a comenzar. Acompañenla de una buena pinta. Cojan aliento. Y comiencen a gritar.

Menos de 30 segundos para recorrer 460 m. Rayos y centellas. Veloces. Muy veloces. Nunca había visto a los galgos correr dejándose la piel en ello. Sorprendente verlos estirarse y devorar el terreno. Imposible fue el tomar una foto sin flash (y estaba prohibido) así que esto es lo más que pude hacer.

Realmente vergonzoso. Lo sé. Me he permitido el lujo de buscar otra foto de alguien que si sabe hacerlas para que por lo menos podais ver una foto de los susodichos animales:

No os perdais los 30 segundos de tensión y gritos del respetable. Especialmente los de mi lado, parece ser que ganaron. Sintieron el dulce sabor de la victoria. Jur jur jur.