La zona, como bien comenté en el anterior post, estaba rodeada de montañas y esto es algo que siempre hay que aprovechar. Y sobre todo si un funicular y un telesilla estaban dispuestos a subir nuestros delicados cuerpos hasta la cima. No os penséis que tienen toda esta instalación para pancetas de nuestra categoría. No. La zona en breve estará cubierta de nieve y será un punto estratégico para los amantes del esquí (para esto no me lían).
La vista desde la parte superior es espectacular. Me llamó bastante la atención darme cuenta lo díficil que es encontrar el auténtico Otoño y disfrutar el cambio de hojas en Japón. Y es que si en la base de la montaña las hojas empezaban a perder el verdor para empezar a anaranjarse en la cima ya hacía mucho que esa época había pasado y sólo quedaban los árbolitos desnudos y los arbustos perennes.
Un detalle que me ha encantado y que he descubierto hace unos días es que los japoneses tienen programado como va evolucionando el Otoño en sus islas con este planning. Imprescindible para ir siguiendo el Koyo desde Septiembre hasta comienzos de Diciembre. ¿No es encantadora la organización japonesa para este tipo de cosas?
Tiempo de bajar la montaña (gastando las mismas energía que habíamos usado para subir) y hacer una breve parada antes de ir a Tokio. Yo que soy de naturaleza histérica no li
o veía muy claro por eso de que nos ibamos a comer un muy señor atasco a la entrada de la capital nipona, pero reconozco que mereció muy mucho la pena, pues reescondido entre laderas de montaña y con un río azul cristalino atravesando su ídilico paisaje otoñal estaba el onsen al aire libre de Takaragawa.
¿Suena bien? Pues dejadme que os diga que con sus aguas termales está considerado uno de los mejores de Japón. ¿Aún mejor, verdad?
Este además es uno de esos onsen mixtos, es decir que ambos sexos comparten «piscinas». Pero no dejeis que vuestros pensamientos libidinosos os invadan, pues aunque la desnudez en estos sitios está bastante aceptada, las mujeres se les permite entrar a bañarse con una toalla grande que cubre desde por encima de la pechera hasta por debajo del culo mientras que los hombres tenemos que conformarnos con una pequeña toallita que ha de se sujetada con ambas manos para evitar que se caiga, dejando todas las posaderas al aire (he alcanzado a un nuevo grado en mi amistad con mis compañeras de viaje… ejem).
Logicamente no estaba permitido hacer fotografías para respetar la intimidad de los usuarios, así que os recomiendo pasar por la web para que os hagáis una idea del magnifico decorado en el que nos bañamos. Aunque os podréis hacer una idea con esta foto, donde se vislumbra entre el colorido de los árboles una de la casetas del onsen.
Como os podréis imaginar esto es totalmente recomendable para los que os podáis escapar por la zona. Me comentaba Taka, nuestro compañero japonés, que la última que había estado allí estaba todo nevado a su alrededor mientras él se hayaba confortablemente entre sus aguas termales.
De lo que si pude hacer fotos fue del entrañable trastero formado por calles y calles de trastos que tiene el caminito que lleva desde la entrada al propio onsen. Todo un desvan de hace mucho mucho tiempo…
Me han gustado las hojas otoñales 🙂
Me estoy leyendo ahora muchos libros japoneses, la verdad es que están muy bien! jajajajjajaja gracias a tus fotos me sitúo mas en Japón 🙂
Besicos
Precioso el otoño de hojas rojas. Por estas latitudes también los tenemos.
Belén, me alegro! 🙂 Quién me lo iba a decir a mi que le iba a poner imagenes a tu imaginación!! ^__^
Oria, pues no te cortes y no las guardes para tí!! Muestralas!!! 😛
jeje..
aunque te cueste creerlo.. yo he estado en ese onsen ! 🙂 el takaragawa !
fue sin lugar a dudas uno de los mejores dias de mi estancia en japón !
Estuvimos además, (fue nuestro capricho), en una de las habitaciones caras !
Que tenía un WC que debería estar prohibido !!! (que gustirrinín los chorritos que soltaba!!)
Y las aguas … una maravilla.
Cuando yo fui no había ni un sólo occidental en km a la redonda… y la gente no veas como nos miraba !! sin cortarse un pelo ! (además.. yo tengo el cuerpo lleno de pelos.. y eso se ve les parecía muy raro.. pq ellos no tenían nada de pelo)
Yo como solo había japos.. y muchos de ellos pasaban de la toallita… pues yo al final tambien pasaba bastante de la toallita. Tampoco es que tapara demasiado…
Y lo mejor de todo:
por la tarde (ya oscureciendo)… no había nadie en las aguas ! NADIE… solo mi mujer y yo !!!!!!!!!!!!
DIOS !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
QUE MOMENTO !
por cierto.. la cena… era en la habitación… y tenía un MONT�N de platos diferentes… todos de productos naturales de la zona… y cosas rarísimas !!!!!!!!
quereis dejar ya de hablar de los onsen?? jooooooooooooooooo, qué envidia!! nosotros nos quedamos con las ganas 🙁
javi moya, que grande que estuvierais allí, es un sitio genial. Nosotros estuvimos en otro Riokan de la zona, así que supongo que la cena era similar… aunque puse las fotos en el otro post de Minakami, pero siempre suelen ser por el tipo.
Nosotros los extranjeros que ya llamamos la atención de por si… en cuando nos ven peludos todavía más!!! jajajaja!!
Vane, decidido. Tienes que volver!!! 😉