La lluvia, esa gran compañera de todo en estas últimas semanas. En esta ocasión se encargó de humeder, que no enrarecer, el ambiente con más de 12.000 bailarines de Aowadori por las calles del barrio de Toenji en Tokio. 9 diferentes recorridos sucediendo al mismo tiempo, entrando por calles, saliendo por otras, unas principales, otras callejuelas, todo con ritmo japonés, entre sus gritos y cánticos y sin hacer caso de las ligeras y constantes precipitaciones.
Dicen que el Aowadori surgió hace unos 400 años en honor a un señor feudal una vez terminado su castillo, como una variación de las danzas del Obon (festividad en que se rinde homenaje a los muertos y ayudarles a encontrar su camino hacia el más allá). Así que perdida toda su componente mística se queda en una fiesta de diversión por diversión y… mucho alcohol.
Es uno de los mayores festivales veraniego de Tokyo con algo más de un millón de espectadores. Una burrada. Llama la atención la paciencia de los japoneses que ya se amontonan horas antes para poder disfrutar de un buen sitio. Su organización es tal que a pesar de estar esperando sobre asfalto, se llevan sus plásticos picneros, sus sillas, y se ponen a comer y a beber como si no hubiera un mañana mientras esperan. Si, bajo la lluvia. Nada que un paraguas no pueda arreglar. Además por un efecto físico que se puede apreciar en fiestas populares a lo largo y ancho del mundo, cuando más se bebe más se repele el agua (o al menos menos se nota).
A pesar de la lluvia fue un evento precioso y muy divertido. Las fotos son un poco reguleras, pero entre el agua y que no controlo todavía mucho el flash, espero que me disculpen. Pero vamos, no se aprecia para nada todo el ambiente, vestuarios y animación del evento. Hay cosas, supongo, que sólo valen cuando se viven. 🙂
Más fotos llenas de gritos de júbilo, aquí.
¡Menos mal que no hiciste caso del refrán, que sino nos quedamos sin ese pedatxo de fotacas!
Refrán/canción de Awaodori:
����に [Odoru ahoo ni]
����� [miru ahoo]
����な�� [onaji ahoo nará]
��に�そ�そ�! [¡odoraña son-son!]
Si unos bailan haciendo el tonto, y otros les miran como tontos, ¡mejor ser de los que bailan!
¡A yatto yatto! ¡A yatto saa! X-D
Sobre lo de homenajear a los muertos… Corrígeme si soy yo el que se equivoca, pero creo que te has colado con el obonodori, que se baila también en todo Japón por las mismas fechas. 😛
Por lo que yo tengo entendido, el awaodori es loca diversión, sin más reflexión espiritual que a la que lleva el alcohol que supuestamente inspiró el baile (^_-)
Si quieres saber en qué se diferencian, te llevo con una amiga al que debe ser el último obonodori que queda en Tokio, el día 15 de septiembre (teniendo en cuenta que el o-Bon es a mediados de agosto, más fuera de tiempo no se puede).
Nada Inacio, desde ahora queremos un video acompañando a las fotos para poder disfrutar también del ambiente de la fiesta!!.
Por el comentario de elmimmo veo que aún te queda diversión y que ya tienes hasta guías que te llevan por ahí a disfrutar de las cosas. 🙂
Témome que ya sólo queda la teoría de la conspiración, estimado Ignacio, para explicar la pertinaz capacidad suya para encontrarse en medio de todos los embolaos, porque por mucho que lo intento, no consigo imaginar cómo una persona es capaz de acudir a tantos festivales callejeros en su vida, por no mencionar fiestorros, actos culturales varios, y todas las otras cosas que guarda usted en los archivos de este blog.
Díganos la verdad, confiese: los actos esos que a los que usted acude cada fin de semana (y durante la semana también) ocurren realmente de verdad de la buena así porque sí, o tiene usted un duende que se los programa para que nunca le falte ocasión de seguir machacando la falange de afotar?
Vamos.
Ej que no ej normal, estimado amigo, ej que no ej humano, jomío…
(pd: si la respuesta buena era la del duende, sería usted tan amable de alquilarlo de cuando en cuando al resto de los humanos, o por lo menos, aquí entre nos a esta su lectora, que se lo pago bien…?)
Besos.
elmimmo, gracias por la aclaración. Efectivamente, el Obon es la que trata sobre los difuntos, pero parece ser que esta danza aunque haya perdido su componente espiritual si está basada en ellos. (o al menos eso dice Internet. 🙂 De todas maneras, corregido!! 😉
Saharawy, una pena que no hice videos… 🙁 Tendrás que imaginarte el resto. De todas maneras en youtube tienes un montón de Awaodoris… 😉
C.o.v. Dió en el clavo. El duende es mío y no está a la venta, a menos que tengas zumo de gummibayas, que es lo único que realmente le gusta y con lo que se le puede convencer. 🙂
Estoy de acuerdo con Saharawy, me hizo falta un videito para entrar en ambiente jejeje.
Lluvia, lluvia y mas lluvia en Japon, que me espera!!!!!!!
Salu2!!!!
Jejeje… os estáis volviendo exigentes!!! 🙂
^__^
…gummibayas no gasto, pero a lo mejor si meto unas cuantas gominolas en un zumo de naranjas y lo pico todo bien picado batidito, colará…?
Otra cosa; no es que el personal se haya vuelto exigente, es que el ser humano se acostumbra fácil a lo bueno, y luego ya le cuesta acostumbrarse con otra cosa…
Que besos.
Si lo de ser exigente me viene bien a mi también para que no me relaje… pero… que presión! 😀 😛
Lo mejor del Awaodori es sin duda el ambiente, y esa alegría que transmiten los jodíos aunque les esté cayendo la mundial y lleven tres horas bailando de puntillas.
Es una pena que esas sensaciones no se puedan reproducir ni con vídeos ni con fotos…
¡¡A yattooo yattoooo saaaaa!! XD
OSO, bailarín japonés