Amigos de los felinos (y los canes), enamorados de los marramiaus miaus miaus (y los guau guau, woff woff), en nuestro viaje por Kurashiki y alrededores encontramos una tienda que no nos dejo indiferentes. Un nuevo lugar de perigración gatuno (y también aunque en menor medida perruno). Una tienda en la que todos, absolutamente todos sus objetos tienen algo que ver con nuestros animales de compañía favoritos.
Aquí se podía encontrar de todo, desde bolsos, hasta esculturas, gorros, imanes para la nevera, peluches, posters, cuadros, figuritas de madera, de metal, de alambres, y por supuesto complementos y utilidades variadas para tus mascotas.
Aunque si hay uno de nuestros sentidos que resulta trastornado, este es el oido. Lo más grande del Top Raspa. Agotado, nos dijeron. Descatalogado, se atrevían a blasfemar. Una reliquia de coleccionista. Atentos a la banda sonora.
Vamos, que vendería mi alma por conseguirla. La necesito!
jajajaj…. esto es mejor que el coro de bud spencer y terence hill en «y si no nos enfadamos…»… lalalalalaalaa, lalalalalaalaa, lalalalalaa laa laaa lalalalaalaa..
amo la canción!!
me encantó la entrada 🙂
le daré publicidad entre mi familia amante de los gatos-perros y anexos…
Yo pensaba que era una canción de Bustamante.
¿He visto un gato con la mano levantada otra vez? Ein? estoy loco? Uin? Ain? Nooooooooo… ha vuelto a mi memoria el gato dorado. Miramiaumiaumuuu, soy más del lado perruno yo.
Me encantó el rollo Edo de Kurashiki, y lo de los gatos me trae un poco de nostalgia…
Por cierto que Suehara-san me regaló el otro día, antes de volver a Nippon, 5 minigatitos (por supuesto con la mano levantada!) de la suerte. Al estilo de los búhos que había por aquí en aquel tiempo. Te diría lo que pone en el paquetito, pero sigo un poco pez con los hiraganas.
(Añadir que también me dejó lo que no se bebió de su botella de whisky, que no es poco. Estos nipones alcohólicos… qué cracks. Y por cierto, de toda la oficina me elige a mí para el whisky? Algo huele a podrido en Dinamarca.)
Me he quedado sin palabras… ni operación triunfo, por diox!!!…. aunque he visto a un Jiji… y me ha parecido ver a un lindo gatobus… ¬_¬U 🙂
Dios mio!!!! siento pena por las personas que trabajan ahi, el estar escuchando eso todo el dia yo creo que te lleva al psicologo saliendo de la dichosa tiendita.
Por cierto, no soy fan de los gatos asi que ese souvenir esta tachado en mi lista de compras.
Cinza, que friki eres la leche!!! Lo peor es que yo me acuerdo también del coro de «Y si no nos enfadamos»
Sara Luna, de aquí a la fama gatuna!
Japogo, había miles de esos gatos con las manos levantadas!! nooooooooo!!! No puedo con ellos, me daño demasiado el dorado de vuestra casa… aaargh!!!
Pierre, no a los gatos con manos levantadas. Insisto! No. Mal. Ya estás considerado el ebrio de la oficina? peeeero si llevas poco tiempo. Que rapidito te han calado!!! 😀
Queseyo, yo pienso lo mismo. No entiendo por que no reeditan el CD. Yo lo compraría. Sería el punto álgido de cualquier velada. DJ Miau, al ataque.
Nancy, las pobres que curraban, no se torturaban solo con la música (mia miau miau miau miau miau) sino que además… les tocaba lidiar con los turistas que les querían hacer fotos. (que ellas iban de gatas también). 😀
NooooooRRRRRR!!!! van a tomar el planeta!!!! por dios, que alguien pare a esos gato-brazo-levantados!!! he visto un par de ellos en un restaurante chino, en que quedamos?? de donde vienen?y lo mas importante… que quieren de nosotros!!!!!!
Por fin alguien supera el influyo hipnótico de los gatos dorados de brazo levantado!!!
Es una invasión silenciosa. Lo sabemos, pero el mundo no nos cree. Hay que acabar con ellos, aunque eso nos ponga como villanos ante los ojos de la sociedad.
Sabemos que es por su bien!!