Un breve apunte final. Un pequeño recuerdito para nuestros gloriosos, generosos y magníficos anfitriones, que no contentos con sonreir mientras arrasabamos su morada, ramplabamos con los desayunos y roncabamos a pierna suelta, tuvieron la delicadeza de preparanos un cenorrio de muy señor mío.
Entre otros, unos deliciosos calamares en su tinta, que hicieron de todo en nuestras bocas orcas y que acabaron saciando nuestros estómagos, previamente decorados con jamón, queso y otras delicatessen.
Jose María, Begoña. Muchísimas gracias por todo. Espero que seáis conscientes que nos habéis dado ganas de volver. Allá vosotros!!! 😀
Como buenos invitados, dejaríais el plato limpio, no? 😉
Buena pinta que tienen los calamares.
Se rebañó hasta que el cuerpo dijo basta. Yo recuerdo que tripití. 🙂 ayayayay!
Pues hasta la siguiente…
Qué duro es ser padre!!
P.S.: No te ha llegado una invitación para participar en «El Hobbit»? Andan como locos buscando orcos bocanegra..
Sí, insisten en que no tengo que pasar por maquillaje… Me suena raro…
Lo mismo digo!! Anfitrionismo exquisito!
De orco a orco… ¿qué crema dental me recomiendas para quitar las manchas?
Para quitar las manchas? por Saurón… es que te has vuelto Elfo? Supongo que dirás para quitar los blancos!!!
Yo uso Orcate carbonicum…