Tras abandonar la isla de Skye, empezamos a readentrarnos en la isla en dirección a Fort William, atravesando valles y otra infinidad de lagos en una tarde perfecta. No descansaríamos en Fort William hasta llegada la noche, porque lo dejamos a un lado para volver a hacer otro de esos recorridos que hay que recomendar sí o sí: El camino que lleva desde le propio Fort William hasta Mallaig (curiosamente enfrentada a la isla de Skye y cuyo camino se puede hacer a la inversa si tienes la suerte de pillar un ferry que te cruce).
Este camino que ya en coche es precioso está considerado como uno de los mejores recorridos de todo el mundo si lo haces en tren. El Jacobite Steam Train (el tren de vapor Jacobita) conserva el encanto de atravesar las montañas tirada por una locomotora. Un espectáculo que seguramente habréis podido imaginar ligeramente si habeis visto las preciosas escenas del Expreso de Hogwarts en las películas de Harry Potter. Lamentablemente hay un único viaje al día y comienza a las diez de la mañana, requisito que nosotros no cumplíamos, así que aunque perdieramos el encando de ir realizando hechizos mágicos, lo recorrimos casi en su totalidad en coche. 🙂
Llegados a Glenfinnan, nos encontramos con uno de los puntos más bonitos del trayecto.
A un lado el Loch Shiel, un maravilloso lago a cuya orilla se encuentra un monumento al fracasado levantamiento de los jacobitas por recuperar el trono de Inglaterra y Escocia. (Sí, también es el lago sobre el que se inserta digitalmente Hogwarts y donde Harry voló a lomos del Hipogrifo).
Una estatua de un hombre ataviado con un Kilt recuerda que en 1745 Carlos III de Inglaterra y Escocia se unió con muchos de los clanes escoceses para intentar derrocar a Jorge II y acabar derrotados en la batalla de Culloden.
Y al otro lado la joya arquitectónica del viaducto de Glenfinnan, por donde pasa el tren, construido a finales del siglo XIX, con 21 arcos y 30 metros de altura… y que por supuesto desató nuestras ganas de convertirnos en fieles servidores de Quién-no-debe-ser-nombrado. Atención a las varitas de pelo (o mata) de helecho. Dignas de los mejores mortífagos. 😛
Vale, vale, confieso que les obligué a parar para verlo!!! Había que hacerlo!!! ;-D
0 comentarios? Qué cosas… primero.
Mira que al llegar aquí habiamos visto ya unos 700 lagos, pero de este rincón guardaba un recuerdo especial… que se parece mucho a la tercera foto.
PRIMEEEEEE!!!lo del tren,aunque os hubiera ido bien la hora, igual no habriais tenido billete,nosotros con mes y medio de antelación no lo conseguimos…fue una pena.Este sitio por donde pasateis es el valle de Glencoe verdad?es una pasada de bonito
Conflicto de Primers, pero la foto finish revela que Pierre metió la almendra primero. O al menos terminó de escribir el comentario antes. Jajajaja!
Completamente de acuerdo con la vista desde el montículo sobre el lago. Precioso lugar. Quizás uno de los lagos más bonitos que he visto en Escocia.
Vir, esta parte no es el valle del Glen Coe, empieza en Fort William pero en lugar de ir hacia el Este como va el valle, este recorrido es hacia el Oeste. No sabía lo de las reservas del tren. Esta bien saberlo y es algo que haré sí o sí en algún momento. 🙂
Ignacio cuida tus palabras, ¿qué es eso de meter la almendra?
Una pena no recorrerlo en tren pero bueno, otra buena excusa para volver.
PD: Parece que alguien se quería llevar una mata entera como varita…
PD2: La primera foto me encanta pero la tercera es grandiosa.
Oria, me refería al elemento de forma más o menos ovalada, situada al final de un cuerpo que triunfa si atraviesa antes que otros cuerpos lo que se considera la llegada y por lo tanto gana el premio. Espero que haya quedado claro.
Lorea, pozi, pero con todas las cosas que me he ido dejando tengo que volver por lo menos dos veces!! Jajaja!! 🙂
¿La cabeza? Pero mirado desde el punto de vista de los corredores de atletismo.
Que conste en acta que me ha costado llegar a esta conclusión y no estoy seguro haber acertado el acertijo.
Depende de lo sucia que tengas la mente…
Por favor…
Antes de mantener este tipo de conversaciones sobre mi «almendra», ruego consúltenme, dado que es mía al fin y al cabo.
A mí tampoco me ha quedado claro de qué se está charlando exactamente.
Y sí, mi mente está muy sucia.
Yo hablaba de las almendras en general y del hecho de que la tuya y la de Vir competían. Aunque claro yo a Vir no la consideraría una competidora potencial.
Espero.
Esto sí es élfico oscuro, y no lo que pretendes que yo escribo.
Vamos a meterte en un berenjenal…
Si mi almendra y la de Vir compiten, colijo que Vir dispone de almendra al igual que yo?
En tal caso -llamémosle hipótesis A-, cuál es la razón para no la consideres competidora potencial?
Y si A no es cierta, reitero mi consulta anterior…
Explíquese, caballero. Que estamos hablando de mi almendra. Y de la de Vir… o vd. nos aclarará
😀
… ningún comentario al tema almendra… que la cosa ya esta bastante… en fin…
me lo parece a mi, o en la penúltima foto se oye un «expulsicamerus» de fondo???