En todo el centro de Dublín, adyacente a la peatonal Grafton Street, este pequeño pulmón rectangular bombea tranquilidad y relax por las arterias de la ciudad. Casi nueve hectáreas de terreno para pasear entre flores, árboles, arbustos, praderas y hasta bordear un pequeño lago.
Empezó siendo un terreno que se usaba única y exclusivamente como pasto durante la edad media para acabar siendo un parque privado al alcance de una selecta minoría en el siglo XVIII y XIX. No fue hasta 1877 que el Parlamento decidió abrirlo al público y se rediseño como esta ahora, con un diseño a base de círculos (más o menos) concéntricos.
Nosotros tuvimos la suerte de aprovechar uno de los intermitentes momentos de sol para pasear por él. No duró mucho, pero dado que no es excesivamente grande no hubo que recurrir al chubasquero hasta el final. Cosas del clima de estas islas. Cambiantes a una velocidad absurda, lo que te hace salir de casa preparado para cualquier estación. 🙂
Aún así, uno de los lugares más relajantes de una ciudad que desde el punto de vista turístico tampoco es demasiado estresante. ¿Hace un picnic?
Por cierto, hablando de picnics: he descubierto que las mantas que los ingleses llevan para gozar de una merendola en un parque no son mantas cualquiera, sino impermeables por la parte de abajo y de telita por la de arriba. Profesionales del picnic. Ahora parece obvio. Ni siquiera un diluvio anterior impedirá el aprovechar el mínimo rayo de sol!!!
Me encanta este parque. Siempre que bajaba a Dublín acababa paseando por este parque cuando me cerraban todo y hacer tiempo para pillar el último bus de vuelta.
Supongo que ya lo sabrás, pero que no te oiga un irlandés incluirle en el mismo saco que los ingleses.
esos cielos nubosetes me recuerdan a los de aquí. si es que a los celtas parece que les gustaba la lluvia…
un gran invento los parques, los picnincs y las mantas impermeables!!
por cierto, en la primera foto, si no llega a ser por ese ínfimo toque de color que tiene en el centro, parecería que por esa puerta va a entrar en cualquier momento el jinete sin cabeza… viene a por mi!!!
jeje, Oria, es que lo de los picnics lo he descubierto en London, no en Dublín y claro hablando de parques me he acordado. 😀
Choupa, lo mejor de los parques aquí es que el cesped está para usarlo… si si si… que en Madrid en muchos sitios está decorativo y es una penaaaaaa!!! Con lo agustito que se está tumbado!!! 😉
nunca entendí eso de que no te dejaran pisar el cesped.. que to te dejen hacer hoyos, ni nada me parece bien, pero con lo agustito, que se está tirados en la hierba…
y por cierto, pues lo de la manta yo tampoco lo sabía, pero intuyo qu etene una función más, y es que no atraviesen los palitos, y hierbajos a través de ellos, por que siempre te los calvas donde no debes… jeje, que listos son!!!
Unos profesionales, ya te lo digo yo… y más cuando les ves con el champan, sus copas, fresas, uvas…
Una vez de excursión del colegio por Vitoria nos metieron a una guía en el autobús explicándonos cosas de la ciudad. La guía toda orgullosa nos contó que estaba permitido tumbarse en la hierba de los parques de Vitoria. Nosotros nos empezamos a reir a carcajadas y es que en Soria también está permitido. Cosas de provincias, supongo.
Estamos perdiendo las buenas costumbres… mucho hablar del tipo de tela, que si impermeable, que si no, ¿y lo que se pone encima? Ayy, bollitos, mantequilla, mermelada, un cafelito, croissants blanditos, zumo de naranja, mhmm.. ¿se nota que aún no he desayunado?
Supongo que se debe en parte al clima también. Dado mis no conocimientos en el arte de la botánica y la jardinería, supongo que es más fácil mantener un cesped si llueve mucho que si no. En Madrid, con la cantidad de problemas de sequía que ha habido siempre, ya se veía con malos ojos incluso el regar los césped decorativos.
Japogin, añada una botella de vino, otra de champan y cestas de fruta y bollitos. Eso es lo más normal. Y yo si he desayunado ya, lo cual es preocupante… 🙂