Mi única imagen de Valencia se remontaba a unos siete años atrás (creo), cuando la visité en tiempos de Fallas. Ya saben, esos en que con la excusa de la fiesta, convierten la calle en un campo de batalla de petardos y tracas.
Yo, la guerra esta, nunca la acabé de entender ni me acabó de gustar, es más, iba con miedo por la calle, pero en cambio las Fallas me encantaron. Su increíble acabado, su crítica mordaz, sus colores, sus formas y como desaparecían engullidas por las llamas.
Así que cuando la pude volver a visitar, hace unos meses, era la oportunidad perfecta para tomarle el pulso en su día a día, sin hogueras, ni bombas, tan solo pasear por las calles, crearme un mapa mental de la misma y hacerme a la idea de lo que tenía dentro, de lo que respiraba su zona centro. Además de darme a la horchata y a los fartons. Claro.
Me sorprendió gratamente, tanto por lo agradable como por las dimensiones de su casco histórico. Y es que por allí ha pasado de todo. Desde los Romanos que la fundaron como Valentia Edetanorum, los visigodos antes que los musulmanes (renombrándola como Balansiya) hasta volver a ser reconquistada por los cristianos.
Un ejemplo de que es mezcla de todo, es su propia Catedral, la Catedral de Santa María de Valencia, que tiene fachada románica, otra gótica y otra barroca. Tomen nota, arquitectos de hoy en día, la fusión de estilos da para mucho.
Otros como al Iglesia de Santa Catalina, crecieron como góticas, llegaron a la pubertad como renacentista, alcanzo la madurez como barroca y después de todo este jaleo la volvieron a dejar como la gótica original.
Y a partir de aquí, comienzan las calles, de esas de perderse, aparecen restos de muralla, hay edificios históricos que quitan el hipo y que aparecen de la nada, hay un mercado central cuya estructura ya merece la pena la visita a la ciudad y donde compran desde hace casi un siglo, particulares y restaurantes. Pescado, marisco, frutas, verduras, bajo una arquitectura de metal, cristal y azulejos y cerámicas.
Lo de los azulejos, por lo visto viene de lejos, pues la zona ya formaba parte de una ruta de cerámica de lujo hace dos mil años. Ahora, quedan muchos retales y recodos decorados con pinturas por todas partes. Estoy seguro que los ojos más expertos podrían localizar muchos más de los que mi miopía me permitió ver.
En los últimos años, Valencia ha saltado a proyección internacional por la organización de eventos de gran escala, como los premios de Formula 1 o la America�s Cup, decisiones estas no exentas de polémica, y sin consenso general entre los valencianos con los que hablé, pues si bien es publicidad para la ciudad, las inversiones han sido tan fuertes que muchos dudan que se estén recuperando.
De cualquier manera es indudable que Valencia es, ya, una ciudad de referencia en España y sólo por eso, para comprobarlo merece la pena pasarse por allí.
Por supuesto, para ese magnífico anfitrión que es el U2K.
Valencia, Mayo 2011
Qué bonica Valencia, me recuerda a mi época de gambitero… digo de estudiante.
Qué bonito reportaje. La verdad es que Valencia tiene muchos rincones para perderse… a nosotros también nos encanta andar y descubrir esos lugares en las ciudades que sin ser turísticos… son encantadores.
Saludetes.
Me encanta la foto en B/N del mercado, la de la pescadería 🙂
Me entra morriña al ver tus fotos de mi tierra ahora que estoy lejos Ignacio.
Lo bueno siempre se hace esperar. Aquí es donde vivo ??? yo creo que cuelas imagenes de paraisos lejanos para ver si estamos atentos y en el post 5000 nos haras un recopilatorio de bacaladas sublimes al más puro estilo Watchme. te he pillado ?
un abrazo crack
Pau, a saber que habrás hecho por esas calles!!!
Alundra, si, a mi me gusto un montón!!
Vir, gracias! (aunque a mi me gusta más la del señor en frente del mercado… jejejeje)
Víctor, vaya… espero que te hayan traidos buenos recuerdos las fotos!!
u2K! efectivamente. Si te parecía raro ver delfines en Valencia, aún no has visto mi obra maestra!! 🙂
Por supuesto 😉
Vaya, has retratado mi ciudad con unos ojos muy distintos a los míos. Me ha encantado! 🙂
Jajaja! Muy bueno U2K! Ignacio, creo que algunas de las imágenes de Misión Imposible II tb son tuyas… jojojojo.
Magnifique post!
Alejandro, me alegro un montón!!!
Japogo, teníamos un acuerdo de confidencialidad!!! 😀
Me encanta el post que has hecho.
Respecto lo de los petardos, es normal que no te guste… tengo conocidos de Madrid que vienen en fallas y no lo entienden. No se, solo puedo decirte que desde los 5 años tiramos petardos cada año, vemos «mascletas» (no solo las famosas de valencia en fallas… en los pueblos y cada lado), nos hemos acostumbrado a los petardos como a las naranjas jeje y si hay algo que nos guste es la pólvora (y los castillos). Supongo que quien no los tirara desde pequeño no le gustara.
Bonito post y bonitas ímagenes, la verdad es que es una ciudad preciosa y no le falta de nada.
Valencia que hermosa ciudad, tus fotos expresan lo mejor de la ciudad, buen viaje.