(Post que ni hico bungy, ni rafting, ni ná de ná, y sin embargo se las apañó para no llegar cuando tenía que hacerlo, un tal 2 de Abril de 2010)
«El viejo mundo se consumirá en los fuegos de la industria. Los bosques morirán. Un nuevo orden surgirá, seremos adalides de una máquina de guerra a espada, lanza y puño de hierro de orco.»
Queenstown, lo voy a decir, no me dejó el buen sabor de boca que esperaba. Quizás fuera porque las nubes tapaban buen parte de su encanto haciéndome recordar al más gris de los Londres, o tal vez fuera porque parece diseñada para dejarte enormes cantidades de dinero. ¿Skydiving? ¿Jetboat? ¿Bungy? ¿Recorridos en 4×4? ¿Vuelos en helicóptero? ¿Vuelos en avioneta? ¿Rafting? ¿Recorridos a caballo? ¿Ala delta? ¡¡Bienvenidos a la capital de la Adrenalina!! Pasen, pasen, que hacemos caja. Cling. Cling. Ah, que no, ¿que no te quieres gastar dinero?. Uy… como vamos a pasar de ti.
(Frodo. Los Argonath. Largo tiempo he deseado contemplar a los reyes antepasados, mis parientes.)
La zona, lo confieso, tiene todos los alicientes para ser un reclamo turístico. A orillas del serpenteante y claro lago Wakatipu, entre más y más montañas (vaya sorpresa, ¿eh?) y con una población de 10.000 habitantes (juas) es una localización perfecta. Desde lo alto del Bob�s Peak, donde solo se puede subir en teleférico (Cling, Cling), la vista es espectacular. Los �Remarkables� al fondo y las pequeñas penínsulas de la ciudad adentrándose en el lago. Una de ellas por cierto es un exclusivo club de golf (Cling, cling).
(En esta colina, con los Remarkables al fondo, se rodaron innumerables secuencias del Señor de los Anillos, desde el ataque de los Wargos, hasta las huidas de los habitantes de Rohan, etc… pero con el tiempo que hacía y lo que cobraban por entrar, opté por recordarlo tan bonito como sale en las películas).
Pero ¿y los alrededores? Pues la verdad es que mucho mejor. La pequeña localidad de Arrowtown, saltó a la fama cuando se descubrió oro en las aguas del río Arrow y llegó a albergar a más de 7.000 personas, entre ellas una gran población de emigrantes chinos, atraidos por el dorado material y que generaron unas cuantas disputas raciales.
De aquel entonces, queda hoy un aire del una población que parecía ubicada en el lejano oeste. Poco queda de aquellos tiempos en los que los aventureros se metían en el río en busca de pepitas, pero para aquellos que aún conservan la fe y creen en la buena suerte, aún se puede remover los suelos del río para, quién sabe, hacer una buena fortuna.
(Nos lo robaron. ¡¡Nos lo robaron!!. ¡¡Mi tesorooooo!!)
O por el contrario se puede disfrutar del magnífico bosque otoñal, que fui lo que hice yo. Una actividad mucho menos enriquecedora para el bolsillo, pero mucho más agradecida por la vista. Que bosque. Que maravilla de colores. ¿Cuantas veces he confesado ya que el Otoño no tiene rival? Además, me juego que os suena de algo.
(Entréganos al mediano, mujer elfa)
Glenorchy, en cambio, es la puerta a la montaña. El punto de partida para los trekkings más variopintos y más interesantes. El Routeburn track, por ejemplo, es uno de mis pendientes para futuras visitas y no deja de ser curioso que una de las minúsculas localidades de la zona se llame Paradise. Siempre supe que estaría entre perdido entre valles y montañas.
Lo curioso es que está zona está tremendamente cerca de Milford Sound. Apenas hay una fila de montañas entre medias. Pero menudas montañas. El tiempo estimado para cruzarlas es de ¡tres días!. O por el contrario toca hacerse la vuelta bordeándola, lo cual puede llevar en coche unas cuantas horas. (En Canario Milenario a velocidad absurda es instantáneo, pero sabéis que no puedo usar sus habilidades para uso personal, sólo para salvar la galaxia o similares).
Mucha gente, opta por cruzarlas y enganchar con alguno de los autobuses que van al famoso fiordo y no dudo que merece la pena, pero también me imagino que puede volverse una tortura de varios días con el tiempo acompañados por litros y litros de lluvias que nos estaba regalando la zona. De acuerdo que a nivel fotográfico queda muy bien, pero para andar, ¡¡que horror!!
La zona por cierto, tampoco pasó desaprovechada para los productores del Anillo. Una de las pocas explanadas que se pueden ver se utilizó para incrustar más tarde la tétrica Isengard. No pudieron tener mejor ojo.
(¡No habrá amanecer para los hombres!)
Viendo que en mi gloriosa fortuna el tiempo no pensaba mejorar, ni ahí, ni en ninguna de las partes de la Isla Sur, opté por abandonar esas tierras y puestos a esperar, esperar más cerca de Milford, que desde el principio fue uno de los objetivos prioritarios del viaje. Mejor estar en los alrededores (o a un par de horas) no vaya a ser que salga y sol y no fuera a estar yo allí para verlo.
(Conducir por Nueva Zelanda no está exento de pocos peligros)
(Hice una promesa señor Frodo. Una promesa. No le abandones Samsagaz Gamyi. ¡Y no pienso hacerlo!)
Viajar entre lluvias no suele ser muy aconsejable, sobre todo porque te pierdes el paisaje, pero amigos, en estos meses en los que he sabido enlazar tan sabiamente todas las temporadas de diluvios posibles, sé qué siempre espera algo mejor. Si me pierdo algo será porque indudablemente, me aguarda algo mejor y estaría muy mal que gozara de todo. O eso me gusta pensar.
La clave ahora estaría en saber si Milford, una de las zonas más lluviosas de Nueva Zelanda, cuya carretera se acababa de abrir tras estar cerrada por avanlanchas y sumida en plena tormenta, apaciguaría para mi llegada, o si por el contrario, sería una de las cosas que la naturaleza había decidido que no merecía la pena ver.
Que emoción. Que emoción.
Disfrutando de placeres más simples que los deportes extremos, me imagino que debes apretar un poco el bolsillo para lo que falta.
Hermosas fotos, particularmente las de los bosques otoñales.
Bonitos paisajes. Como dices esos cielos para las fotos geniales, pero para andar chapoteando…
Me ha extrañado que no te diera por hacer rafting o puenting…:-) pero claro, cling, cling… es lo que hay…
Un abrazo!!!
Grandes fotos! Quizás suene raro, pero me recuerdan mucho a mi zona (Pirineos) incluyendo los accidentes con animales varios por la carretera 😛 Eso sí, aquí sólo hay oro en las joyerías.
No te engañes por el nombre de los sitios!! Yo he vivido en las calles Paraíso y Rosa de Pasión y dejaban mucho que desear!!!
Ja, ja, yo estuve el año pasado y en Queenstown me agobió la cantidad de actividades de «aventura» para hacer. De hecho saqué una foto en el hostel: http://www.flickr.com/photos/pableiras/4045256783/
También me fui sin hacer ninguna.
ya se que siempre lo decimos pero esta vez las fotos me parecen especialmente espectaculares, será el otoño como dices…y nosotros aquí implorando por un mísero atisbo de primavera (de la de sol, no de la de lluvias) 🙂
Jajaja… que grande el Canario milenario con su velocidad absurda! Ya que dices que no puedes usarlo para tu uso personal, igual si puedes usarlo para pasarte por aqui y recogerme…
IgnaciooO! POrqueee?! Dime porque no raptaste a una de esas bonitas ovejas para sentarla de copiloto en el Canario, en plan Chewie? :_____(
Pobre Canario en remojo!
Por cierto, voy a ponerle BSO a toda esta serie: taaaataaaa tatachán, tatachán tatachán tatachaaaaan, chán, chán, taaaaaaaa taaaaaaa, tatachán…tatachán, tatachán tatachaáaaaaaaaan!
Se adivina, no?
Fotos geniales, el otoño es el rei de las estaciones para las fotos!!.
Suerte que han salido ovejas, empezaba a pensar que eso de que había tantas eran rumores para despistar al personal… que mooonaaaas salen!!! ^_^
El campo en la foto Q.10 genial!!! tengo algun intento similar en mi ordenador pero este tiene más rojo!!!
Hacía dónde vamos ahora??
nbreath, no te creas, yo tampoco soy de deportes extremos (aunque no lo parezca). XD Pero si, el bolsillo lleva apretado ya unos meses :S
Memoriadepez, el rafting lo he hecho alguna vez y si, está bien, pero tampoco me apasiona. El puenting… me da miedito. XD
Morfet, aquí las aguilas tienen un fastfood en la carretera! XD
Marta Tiana, jajajaja!! cierto, cierto, no hay que dejarse engatusar por la publicidad, peeero, Paradise si que era bien bonito.
Pableiras, tu foto lo resume perfectamente!! XD Buenísima!!!
Yoda, es que el Otoño tiene un yoquesequequeseyo…. 🙂
Jesús, eso se consideraría uso personal, no? XD
Cilinderman!!! TIENES TODA LA RAZ�N DEL MUNDO!!! Es el mejor comentario del mundo y lo peor es que no se me había ocurrido!!! JAJAJAJAJA!!!
Uy, que envio sin terminar… continúo:
Japogo, no se yo… no le faltarán unas castañuelas por algún lado?
Queseyo, ese amor por las ovejas tendrás que explicarlo en su momento! 😉 Y siii, el Otoño es lo mejor, para las fotos y para todo lo demás!! I love itttt!!!
Saludicos majos!!
🙂